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miércoles, 16 de octubre de 2013

LA MAYORDOMIA DE NUESTRA VOLUNTAD – DOMINIO PROPIO

Durante varias semanas hemos estado hablando de la mayordomía de nuestra voluntad, entregar nuestra voluntad a Dios para que El ponga en nosotros el querer como el hacer.
Hoy continuaremos hablando de mayordomía, recordando siempre que nosotros somos mayordomos de todo lo que Dios nos da, administradores de la multiforme gracia de Dios, no somos dueños ni señores de nada de lo que poseemos, por esta razón debemos aprender a ser buenos mayordomos o administradores en todas la áreas de nuestra vida.
El tema de hoy es Mayordomía de nuestro trabajo…  sabemos que el trabajo es todo aquello que realizamos que implica un esfuerzo y abarca parte de nuestro tiempo, muchas personas tienen un trabajo en una empresa, en una oficina, por cuenta propia, otras personas trabajan para el Señor y forman parte de un ministerio trabajando cada día para el reino de Dios y hay otras personas que tal vez no trabajan en ningún lugar pero hacen todos los trabajos de casa y esto también implica un esfuerzo y tiempo en nuestras vidas. 

Así que no importa el trabajo que realicemos, sea un puesto muy importante con un gran salario, un puesto muy humilde y con un bajo sueldo, o si trabajamos para Dios sin cobrar ningún salario o trabajamos para nuestra familia debemos aprender a ser buenos mayordomos de ese trabajo que Dios nos da para hacer, y para ello hoy quiero reflexionar en 4 puntos que la palabra de Dios nos da, que nos pueden ayudar a ser mejores administradores de nuestro trabajo.
1.    DEBEMOS ENTREGAR NUESTRO TRABAJO A DIOS: En el Salmo127:1 nos dice “Si Jehová no edificare la casa,
En vano Trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia” Para ser buenos administradores de nuestro trabajo, como primer punto  todo nuestro esfuerzo y nuestro trabajo debemos entregarlo al Señor, ya que si El no es el fundamento de todo lo que hacemos, en vano trabajamos y nos esforzamos, si Dios no le da ese toque especial  a  todo lo que hacemos nuestro trabajo se volverá monótono y rutinario, que El Señor sea el fundamento sobre el cual vivimos, somos y nos movemos, no podemos empezar un día de trabajo sin buscar la dirección de Dios y ponernos bajo su protección. Por eso al querer ser buenos administradores o mayordomos del trabajo que realicemos lo primero es poner como fundamento al Señor para que el edifique en nosotros, para que lo que hagamos prospere y sea bendecido.

2.    HAGAMOS TODO COMO PARA EL SEÑOR: En Colosenses 3:23 diceY todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;  sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.” Otro punto importante hacer todo  de corazón,  hacer nuestro trabajo de corazón va a marcar grandemente la diferencia entre nosotros como cristianos y los que no lo son, hacer las cosas de corazón es hacerlas con voluntad, poniendo nuestro mayor esfuerzo, haciendo todo con excelencia como si fuera para El Señor, no viendo o pensando en agradar a los hombres sino a Dios.  Cuando hacemos las cosas poniendo el corazón, nuestro trabajo se vuelve agradable, damos lo mejor de nosotros mismos y no solamente lo justo, además esto nos ayuda interiormente a no sufrir por causa de no recibir grandes reconocimientos, grandes palabras o aplausos porque sabemos a quién servimos y que Dios es el que se agrada de nosotros con nuestra actitud.

3.    TRABAJAR BIEN, HACIENDO LAS COSAS BIEN: En el libro de Santiago 4:17 nos dice “ y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”, no importa el trabajo que realicemos, como dije anteriormente, lo importante es hacerlo bien, en este versículo nos exhorta el Señor a que si sabemos hacer lo bueno y no lo hacemos nos es pecado, por ejemplo si yo sé usar bien un ordenador y puedo utilizarlo diestra y habilidosamente y en mi trabajo lo hago de mala manera, por salir del paso, sin poner excelencia, eso me cuenta como pecado, sin embargo si por alguna razón yo no sé usar un ordenador y hago mi trabajo como puedo pero pongo mi mejor esfuerzo, Dios ve mi actitud, así que en esas habilidades que Dios ha puesto en nosotros para trabajar debemos ponerlas a funcionar y que nuestro trabajo sea bueno, eficiente y de calidad.
4.    DISFRUTEMOS NUESTRO TRABAJO: Otra escritura en el libro de Eclesiastés 2:24 dice “No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su TRABAJO. También he visto que esto es de la mano de Dios.” Gran parte de lo que significa nuestro trabajo para nosotros está en la actitud en la nos ponemos sobre la marcha, El Señor nos aconseja en su palabra que nuestra alma se alegre en nuestro trabajo, muchas veces pensamos el fin de semana ya viene el lunes otra vez a trabajar, pero el trabajo es una bendición, debemos alegrarnos de tener algo que hacer, sea mucho o sea poco, si trabajamos en casa sirvamos a nuestra familia con amor, con alegría, dando lo mejor de nosotros, si tenemos cargos importantes en empresas alegremos nuestro corazón y demos el cien por cien de nuestras capacidades, un consejo muy sabio que escuche una vez es que “deberíamos hacer las cosas como si fuéramos los únicos que existiéramos para hacerlas”, cuando pensamos así, nos esforzamos, no pensamos en qué otro lo hará por nosotros, en que alguien lo hará por mí, sino que pondré mi mayor esfuerzo dedicación y me alegraré con esta parte de mi vida que Dios me provisto.
Entonces recordemos estos 4 consejos que la palabra de Dios nos da para ir siendo cada vez mejor mayordomos o administradores de nuestro trabajo:
1.    Debemos entregar nuestro trabajo al Señor para que el edifique en nosotros y por medio de nosotros, Dios es el fundamento.
2.    Hagamos todo como para el Señor, de corazón y no para los hombres, quitemos nuestra mirada de los reconocimientos.
3.    Trabajemos haciendo bien las cosas, recordemos que si sabemos hacer las cosas bien y nos las hacemos estamos pecando.
4.    Disfrutemos, alegrémonos en nuestro trabajo y hagámoslo cómo si fuéramos las únicas personas que pudiéramos hacerlo para que demos lo mejor y las cosas salgan bien.
Por último quiero dejarles con esta escritura donde el mismo Jesús nos anima a trabajar y a esforzarnos:

En Juan 5:17 nos dice: “Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.”, así que ejemplo nos da el Señor.

miércoles, 9 de octubre de 2013

LA MAYORDOMIA DE NUESTRA VOLUNTAD

Hoy continuaremos hablando de Mayordomía y empezaremos a ver lo que Dios nos dice acerca de educar nuestra voluntad y ser buenos administradores de ella.
Para ello veremos primero que  es la voluntad? Y podemos decir que la voluntad es el área que trabaja en conjunto con nuestra mente y emociones. Es donde se nos da la capacidad de decidir lo que queremos ser y hacer con la voluntad  vamos decidiendo lo que queremos ser nos esforzamos por hacerlo. Cuando desobedecemos es con nuestra voluntad esta es una barrera que Dios mismo respeta y no traspasa y el enemigo tampoco puede traspasarla asi que lo que hacemos o dejamos de hacer es por medio de esa voluntad que Dios nos ha dado y podemos decidir rendirla al Señor o hacer nuestra voluntad  teniendo malas consecuencias.
Hoy vamos a ver un área de nuestra voluntad y el ESFUERZO para ser buenos mayordomos de esa voluntad que Dios nos ha dado debemos ser esforzados. Veremos 3 cosas que la palabra de Dios nos dice acerca de la buena mayordomía de nuestra voluntad.

1.    Dios da tanto el Querer como el hacer Filipenses 2:13: porque Dios es el que en vosotros produce así EL QUERER COMO EL HACER, por su buena voluntad. Cuando rendimos nuestra voluntad al Señor podemos ver que dice que Dios produce en nosotros el querer como el hacer, hay momentos en los que no queremos hacer nada, estamos desganados y sin  ganas de esforzarnos, pasan los días uno y otro y no sentimos deseos de emprender nada nuevo, debemos en ese momento rendir nuestra voluntad al Señor para que sea El el que nos de el querer y el hacer para que por SU BUENA VOLUNTAD, no por la nuestra podamos esforzarnos, seguir adelante y luchar aun en contra de lo que nosotros mismos quisiéramos hacer.

2.    TENGAMOS ANIMO PRONTO:  El animo pronto es no solo el querer hacer las cosas sino HACERLAS YA!  1 Pedro 5:2: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto.  Otra vez vemos que las cosas debemos hacerlas con nuestra voluntad, dice no por fuerza, cuando hacemos las cosas por la fuerza nos amargaremos y nos deprimiremos cuando debamos ir o salir a trabajar, el cristiano debe tener ANIMO PRONTO, eso es estar dispuesto y moverse, esforzarse, tratar de estar ocupados con la mente en El Señor y haciendo, el estar ocioso no es bueno para nosotros y el enemigo aprovecha una mente desocupada.


3.    NO SEAMOS FLOJOS  Proverbios 24:10: Si fueres FLOJO en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida. Recientemente en un informativo de la televisión han hablado de un informe que una universidad de Estados Unidos ha descubierto que el no levantarse al primer timbre del despertador es perjudicial para nuestra salud y esos minutos que pasan y luego volvemos a despertar son dañinos, debemos aprender a dar un salto de la cama y empezar el dia, recordemos que nuestra fuerza será reducida si somos flojos en el dia de trabajo, comencemos y terminemos, no paremos evitemos ser flojos.
4.    HAGAMOS LA SEGUNDA MILLA:  Mateo 5:41: y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él Es dos. El educar la voluntad y rendirla al Señor nos lleva a ser serviciales y eficientes, en el libro de mateo dice que si alguien te OBLIGA a llevar carga por una milla no vayas una sino dos, eso quiere decir que en todo lo que hagamos sea por obligación o no que No hagamos solo lo que se nos dice sino hagamos mas de lo que se nos pide, el educar nuestra voluntad nos lleva a no hacer el minimo sino a dar lo mejor de nosotros.
Recordemos entonces para ir aprendiendo a ser buenos mayordomos de nuestra voluntad:
-         Rendir nuestra voluntad a Dios que El nos da el querer como el hacer.
-         Tengamos animo pronto, hagamos las cosas lo mas pronto posible
-         No seamos flojos en el dia de trabajo o nuestra fuerza será reducida
-         Hagamos la segunda milla, no demos lo justo sino demos lo mejor de nosotros.
Finalmente recordar las palabras de Eclesiastes 9:10 que nos dice:
“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.”
Sully de Barra


Barcelona octubre 2013

martes, 1 de octubre de 2013

LA MAYORDOMIA DE NUESTRAS EMOCIONES EL ENOJO


Hoy continuamos hablando de esta área tan importante en nuestras vidas como lo es la mayordomía, aprender a ser un buen mayordomo de todo lo que Dios nos da no es tarea fácil pero debe haber en nosotros un esfuerzo y un anhelo de agradar al Señor en todo y en esa vía nos esforzaremos por ser diligentes y buenos administradores de los que Dios nos da cada día.
 Y una de las áreas en las que debemos aprender a ser buenos mayordomos es en nuestras emociones, las emociones como vimos hace algunos programas son estados de ánimo “PASAJEROS” que no deberían determinar nuestra manera de ser y actuar a lo largo de nuestra vida, una persona que se deja controlar por sus emociones puede llegar a hacerse esclavo de ellas y vivir en un sube y baja, en una inestabilidad de vida dependiendo siempre de cómo se encuentra hoy.  Hoy hablaremos de una emoción muy peligrosa que puede ser destructiva para nosotros mismos, nuestras relaciones mas importantes como es nuestra familia, nuestro matrimonio, nuestros hijos, todo nuestro entorno y convertirnos en personas desagradables y amargadas, desaprovechando, mal administrando nuestro paso por esta tierra y haciendo daño a las personas que Dios pone cerca de nosotros.
Para ello quiero reflexionar en 3 aspectos que la palabra de Dios nos advierte para poder aprender a ser buenos administradores de nuestras emociones en especial del enojo:
1.    NO APRESURARSE A ENOJARSE: en Eclesiastés 7:9  nos dice “No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el ENOJO reposa en el seno de los necios.” También hay otra escritura que dice “no te apresures a entrar en pleito”, apresurarse es precipitarse, correr, no tener calma, no frenarse…  para poder ser buenos mayordomos de nuestras emociones Dios nos aconseja evitar apresurarse en enojarse, las personas que rápidamente se enfadan, se molestan, se incomodan viven una constante incomodidad en sus corazones porque el enojo, si no lo frenamos se convierte en un hábito progresivo en nosotros y llega a tomar el control de nuestras actitudes y entonces cuando algo no es lo que quisiéramos o no sale como esperábamos o alguien no actúa como nosotros decimos que tiene que ser! Pues rápidamente nos enojamos y vivimos saltando de enfado en enfado, de riña en riña, las personas se empezarán a alejar de nosotros y los que no pueden alejarse porque son nuestra familia pues empezarán a huir de nosotros, evitarán hacernos enfadar pero perderemos su compañía, nos tendrán temor, con el enojo podemos intimidar a los que tenemos cerca y formar un cerco alrededor de nosotros impenetrable y esa dureza de corazón amargará nuestra vida y no nos permitirá vivir la vida abundante que Dios quiere que vivamos.
2.    EL ENOJO TRAE MUERTE ESPIRITUAL en el libro de Jonás si recordamos la historia Jonás se enojó en extremo al punto de desear la muerte. Cuando una emoción como el enojo nos domina de tal forma puede llegar a hacer heridas profundas en nuestro corazón, cambia radicalmente nuestra forma de ver la vida y finalmente anhelar la muerte antes que aceptar las cosas que no son como nosotros quisiéramos que fuesen.  En el libro de Jonás capitulo 4 dice “Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. Y luego dijo “Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.” Jonás llegó a enojarse de tal manera que prefería morir antes que ver que la bondad de Dios perdonando a todas las personas de Nínive, cuando el enojo toma el control de nosotros podemos desear la muerte y obviamente vivimos muertos espiritualmente porque el gozo de Dios es nuestra fuerza si perdemos ese gozo el enojo u otras emociones pueden hacernos esclavos de ellas y vivir una muerte continua en nuestro espíritu hasta que  nos deshagamos de ella.
3.    EL ENOJO CONTRISTA AL ESPIRITU SANTO: En el libro de Efesios 4:30 y 31 dice:  “ Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.”, como  cristianos anhelamos hacer la voluntad de Dios, buscamos la santidad, nos esforzamos por no pecar en pecados graves, según nosotros, pero el enojo es un pecado que entristece al Señor y contrista al Espíritu Santo, cuando nos enojamos perdemos el gozo que es un fruto del Espíritu y por lo tanto aunque no hagamos cosas malas en extremo, si constantemente perdemos la paz con las personas, con nuestros hijos, con nuestros compañeros de trabajo, con nuestro conyugue, vivimos enfadados e incómodos por lo que nos pasa el Espíritu Santo que mora en nosotros se apaga y tendremos una vida triste y desanimada, contario a lo que Dios quiere que vivamos.

Podemos reflexionar acerca de muchos aspectos para aprender a ser buenos mayordomos de nuestro carácter, de nuestras emociones pero hoy recordemos estás tres cosas antes de enojarnos:
-         No nos apresuremos a enfadarnos, no seamos necios y faltos de sabiduría en nuestra manera de actuar.
-         Recordemos que el enojo trae muerte, nos roba el gozo, la paz la vida de Dios en nosotros.
-         Y el enojo contrista al Espíritu Santo, se apaga nuestra alegría y damos un mal testimonio y ejemplo a los que nos rodean.
Por último quiero dejarles con una frase sencilla que dice:
La paciencia en un momento de enojo evitará cien días de dolor.”

Próxima semana hablaremos de la Mayordomía de nuestra Voluntad, lo que nos mueve a hacer o hacer las cosas.