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viernes, 31 de octubre de 2014

PRINCIPIO DE LA INDIVIDUALIDAD


VIVIENDO POR PRINCIPIOS

PRINCIPIO DE INDIVIDUALIDAD

La semana pasada hemos empezado a conversar de un nuevo tema para esta sección y es el aprender a vivir nuestra vida basándola en los principios bíblicos que aparecen en la palabra de Dios.  Sabemos que un principio ese el origen de algo es por asi decirlo la semilla que permite que germine una buena actitud de vida y que si vamos cultivando esta forma de vida y la hacemos parte de nuestro diario vivir estaremos no solo caminando de acuerdo a las verdades infalibles de la palabra de Dios sino también veremos mucha mas bendición en nuestro caminar cristiano.

Hoy comenzaremos hablando del principio de INDIVIDUALIDAD, la palabra individualidad como su nombre lo indica y según el diccionario es Característica particular de la personalidad de un individuo que lo distingue singularmente de los demás.” Dicho de otra manera la individualidad en una persona son características especiales diferentes que no permiten que seamos igual a las demás personas que nos rodean, sean cristianos o no cristianos.

Para poder entender un poco mejor lo que es este principio vamos a ver que sino vivimos una individualidad podemos ir a uno de los los dos extremos en los que muchas personas viven tristemente desconociendo que Dios nos ha hecho individuales pero también somos parte de un cuerpo.

El primer extremo es el INDIVIDUALISMO esto es el pensar de forma independiente sin depender ni pensar en nada ni en nadie manteniéndose ajeno a las normas generales. Aunque a simple vista pueda parece atractiva esa manera de vivir esta forma de vida nos lleva directamente al EGOISMO, pensar solo en mi, lo que yo necesito, lo que yo quiero, lo que a mi me place y si yo estoy bien no me importan los demás, si yo estoy bien y tengo lo que necesito, egoístamente  ignoraré las necesidades de otros y satisfaceré mis propias necesidades aun por encima de dañar o pisar a los demás.

El invidualismo no es INDIVUALIDAD, Dios nos ha hecho personas diferentes pero nunca hasta el limite de perjudicar a otros o  mirar solo por el bien nuestro. Este extremo puede darse en algunos momentos en nuestra vida y debemos detenernos a pensar estoy viviendo en la indivualidad que Dios quiere o estoy siendo egoísta.
El otro extremo por el que se puede inclinar nuestra balanza es todo lo contrario EL COLECTIVISMO, esta forma de vida nos lleva a pensar que todos somos parte de un grupo, subyuga o esclaviza a la persona a un grupo el hombre debe estar encadenado a la acción colectiva en via de lo que se llama entre comillas “el bien común”. Al igual que el otro extremo puede parecer también a simple vista algo atrayente y especial vivir para agradar a otros, que los demás estén bien, pero esta forma de vida colectiva también es equivocada porque  desde este punto de vista, el individuo es real sólo como parte del grupo, y tiene valor sólo en la medida en que le sirve un grupo.  Esto tampoco es individualidad porque podemos amar a los demás y servirles pero ese amor no me puede llevar a negar mis propias convicciones y decisiones para agradar a los demás.
Conociendo ya la diferencia entre estas tres palabras podemos ver mas claro que la indivualidad viene de Dios y es en ella en la que debemos caminar cada dia de nuestras vidas  sabiendo que Dios creo al hombre a Su imagen pero con personalidad, talentos, habilidades y muchas cosas haciéndonos distintos a cualquier otra persona. Dios no colectiviza tampoco a su creación, de lo contrario seriamos seres iguales o tendríamos personas idénticas a nosotros como si fueramos fabricados y teniendo todo igual a otro.
Como comentábamos la semana pasada hoy se lleva a cabo una celebración en la que perfectamente podemos aplicar este principio. La celebración del Halloween por ejemplo, si nos vamos a un extremo podemos pensar no pasa nada, a mi me gusta el tema, me gusta disfrazarme, pedir caramelos, pasármelo bien con mis amigos y aprovechar para tener un poco de fiesta, pero no vemos el trasfondo o la raíz de esta celebración y como cristianos viviendo por principios no puedo pensar solo en mi, en lo que a mi me gusta y como me gusta lo practico.  Si vamos al otro extremo que es el que mas se mueve en este tiempo podemos pensar esta celebración la hace todo el mundo, que hay de malo en disfrazarse o hacer el muerto si todo el mundo lo hace, no tiene nada de malo disfrazar a mis niños un dia y ponerles una marcara y que pidan caramelos y que se lo pasen bien, total van a pensar que somos unos anticuados o que somos unos religiosos, todo el mundo lo hace por qué yo no? Me van a ver raro.

La invidiualidad que Dios nos ha dado nos lleva a pensar que si esto no agrada a Dios yo no puedo practicarlo, si esto no es grato a sus ojos y el origen de esta celebración o de cualquier otra no es grato a los ojos de Dios yo no voy a hacerlo aunque me miren mal o sea hasta tal vez rechazado.

La experiencia que hemos tenido con nuestro hijo en este tema ha sido algo muy bonito, nuestro hijo tiene 11 años, pero desde pequeñito le hemos ido formando y no ha participado nunca de este tipo de celebraciones, ni disfraces ni murciélagos ni calabazas aunque sea solo de broma o porque están de moda.  Este año el es casi un adolescente y todos sus amigos se mandaban fotos de sus disfraces de lo que iban a hacer ese dia y le pregunto tu que vas a hacer?? Y me dice Mama yo no voy a participar de eso nunca lo he hecho, ellos porque tristemente no conocen la verdad, yo les he dicho que mi familia y yo no celebramos eso y por eso yo no voy a ir, les he dicho que no iré sino hasta la tarde que venderemos tartas para recolectar dinero para una excursión.  Mi corazón se ha quedado tan impactado porque he visto el fruto de la siembra de años en el corazón de mi hijo, ahora ya no es necesario apartarle nosotros porque el solo se  aparta y conoce la verdad, me dice mama yo no encuentro divertido vestirse de muerto y parecer un accidentado, imaginate que eso les pasara de verdad seguro no seria divertido para ellos.
La invidualidad es algo precioso que podemos practicar cada dia, a cada momento, debemos pensar esto agrada a Dios, sino le agrada no puede estar en mi mente ni en mi corazón, debemos aprender a decir no a nosotros mismos y también a la presión de grupo, yo soy parte del grupo pero soy individual y no me asusta la critica si agrada a Dios. 

Que El Señor nos de la gracia para poder empezar a caminar en este principio cada dia de nuestras vidas y poco a poco al practicarlo poder hacerlo una forma de vida.


Próxima semana el principio de Sembrar y cosechar.