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domingo, 13 de diciembre de 2015

LA MUJER SUNAMITA ALGUIEN DE QUIEN APRENDER


LA MUJER SUNAMITA
ALGUIEN DE QUIEN APRENDER...


"Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer."
2 Reyes 4:8


Esta es una mujer de la cual no conocemos el nombre, solo sabemos que era una mujer de Sunem por eso se le conoce como la SUNAMITA, vamos a reflexionar en varias cosas de las que podemos aprender de ella.


1. UNA MUJER DEBE APRENDER A SER SENSIBLE AL MOVER DE DIOS:
"y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer.Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios." 2da. De Reyes 4:8-9 

La sunamita era una mujer importante, no sabemos por qué exactamente era importante pero menciona que a pesar de ser una mujer importante dentro de Sunem ella era sensible al mover de Dios. No importa lo que nosotros hagamos o que labor realicemos, debemos de aprender a ser sensibles a la voz de Dios, no podemos vivir la vida por vivirla sin detenernos a buscar qué es lo que Dios quiere de nosotros. Dios puede permitir que nos acontezcan situaciones y dependerá de nosotros el responder al Señor al llamado que nos hace.

2. UNA MUJER DEBE SER HOSPITALARIA Y ESFORZADA: 
"Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él. Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió."2da. Reyes 4:10-11

La mujer Sunamita era una mujer esforzada y hospitalaria, sabía que Eliseo era un varón de Dios y quitó su comodidad y privacidad para hacer un sitio en su casa para que cuando el pasara por allí pudiera descansar en su casa. Cuando estamos dispuestas a obedecer la voluntad de Dios y seguir lo que el nos manda, debemos estar dispuestas a ser hospitalarias, esforzadas, no busquemos el lado mas cómodo de las cosas sino el que más le agrada a Dios.


3. UNA MUJER NO DEBE SER INTERESADA 

" Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando la llamó, vino ella delante de él. Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo. Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí que ella no tiene hijo, y su marido es viejo." 2da. Reyes 4:12-14 

La mujer sunamita era una mujer sabia y no era una mujer interesada o quien aprovecha la situación para beneficiarse, le ofrecen hacer algo por ella incluso hablar al Rey por ella y con humildad responde que ella habita en medio de su pueblo, lo que quiere decir que ella no es más ni menos que nadie. Aunque si tenía una necesidad, su marido era un hombre mayor y no había podido tener hijos. Dios conoce nuestro corazón y nuestra necesidad, si nos ocupamos de las cosas de Dios El se ocupará de suplir nuestras necesidades. Los motivos del corazón que movían a esta mujer a servir a un siervo de Dios no era con el interés de recibir algo a cambio, no podemos tener el corazón de hacer cosas siempre buscando un beneficio para nosotros, debemos dar sin interés.


4. UNA MUJER DEBE APRENDER A RECIBIR
" Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta. Y él le dijo: El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva. Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho." 2da. Reyes 4:15-17 

El profeta Eliseo profetiza a la sunamita y le dice que el próximo año, por ese tiempo, abrazará un hijo, era algo que su corazón anhelaba seguramente pero no sabía como recibir esa bendición de Dios y no podía ver lo que Dios quería darle.
A pesar de que el corazón de la sunamita no era el de buscar su propio interés, cuando llegó el momento que podía recibir una bendición no quería recibirla, a veces nos acostumbramos a dar y a dar pero nos cuesta recibir, asi que debemos de tener un balance para no buscar solo lo nuestro pero también recibir cuando Dios quiere bendecirnos.


5. UNA MUJER DEBE SER PRUDENTE 

"Y el niño creció. Pero aconteció un día, que vino a su padre, que estaba con los segadores; y dijo a su padre: !!Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y el padre dijo a un criado: Llévalo a su madre. Y habiéndole él tomado y traído a su madre, estuvo sentado en sus rodillas hasta el mediodía, y murió. Ella entonces subió, y lo puso sobre la cama del varón de Dios, y cerrando la puerta, se salió." 2da. Reyes 4:18-21 

Dios cumple su promesa y ella concibe un hijo al año siguiente de la profecía, el niño crece y de pronto un día enferma sin razón y muere en las rodillas de su madre. La palabra dice que ella lo puso sobre la cama de Eliseo y cerró la puerta y salió. La actitud de la sunamita es admirable, la templanza, la prudencia y la calma con que vivió esta prueba tan fuerte es impresionante, cualquier madre podría tener un arranque de desesperación al ver a su hijo enfermo y verle morir, ella no salió corriendo dando gritos o lamentando la muerte de su hijo solo dice la palabra que cerró la puerta y salió. Las situaciones en nuestra vida se pueden tornar muy dificiles y adversas pero dónde está tu confianza??, eres prudente tienes templanza? La mujer sunamita era una mujer prudente y de fe.


6. UNA MUJER DEBER SER SINCERA Y ABRIR SU CORAZÓN CON LAS PERSONAS INDICADAS

"Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien. Luego que llegó a donde estaba el varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; pero el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado. Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo que no te burlases de mí?
2da. Reyes 4:24-28


La mujer sunamita sabia que Dios haría algo pero no sabía qué, no abre su corazón con el criado del profeta Eliseo sino le responde que está bien, pero en su corazón habia un gran dolor por la muerte de su hijo, cuando llega ante el profeta no le pide nada, solo le rebela el dolor de su corazón y la amargura que habia en su interior. Cuando pasamos por pruebas o problemas debemos ir a la persona correcta, no digamos a unos y a otros todo lo que nos acontece, abramos nuestro corazón con El Señor y con quien realmente puede ayudarnos, no dejemos que el dolor y la amargura se apoderen de nosotros, esta mujer era humilde y sabia, abre tu corazón y no cierres la puerta porque Dios puede hacer algo donde pensamos que ya no hay solución.


7. UNA MUJER DEBE APRENDER A CONFIAR 

"Entrando él entonces, cerró la puerta tras ambos, y oró a Jehová. Después subió y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y el cuerpo del niño entró en calor. Volviéndose luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después subió, y se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos. Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo. Y así que ella entró, se echó a sus pies, y se inclinó a tierra; y después tomó a su hijo, y salió." 2 Reyes 4:33-37

Finalmente la Sumita confía su pena al varon de Dios y recibe el milagro de la sanidad de su hijo, aprendió a confiar en Dios y aunque se quedó fuera de lugar donde el profeta Elias oro y resucito a su hijo, ella tuvo la fe y recibió el regalo de la sanidad de su pequeño. El Señor habia preparado todo para que esta mujer conociera la bondad y el poder de Dios. Dios es quien da la vida y El mismo es quien la quita. Dios le da un hijo que ella no pidió y luego se lo quita repentinamente y luego el niño vuelve a vivir. Cómo puede el corazón de una madre enfrentar este dolor. Dios conoce nuestro interior y sabe de lo que estamos hechos, esta mujer era una sierva de Dios, una mujer de fe, las pruebas permitieron que ella creciera en fe, Dios probó su fe y su confianza, le devuelve la vida de su hijo y pasa a la historia como una mujer de la que hay mucho que aprender.


Tu también eres especial para Dios, si tienes deseos en tu corazón Dios los conoce, si estas viviendo tiempos en los que El Señor ha quitado de tu vida quizás personas, cosas, un trabajo, lugares o ha permitido situaciones contrarias, no te desesperes, debes ser prudente, Dios está trabajando y quiere glorificarse en cada situación que vivimos, esforcémonos cada día y seamos valientes porque El Señor está con nosotros y no nos cansemos de hacer el bien porque un día veremos la cosecha de nuestra siembra y la respuesta de nuestras peticiones.