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viernes, 9 de diciembre de 2016

CANALES O MUROS DE CONTENCIÓN



"no mirando cada uno por lo suyo propio, 
sino cada cual también por lo de los otros. 
Haya, pues, en vosotros este sentir 
que hubo también en Cristo Jesús."
Filipenses 2:4-5

Una persona entra a una oficina y se encuentra en la recepción del lugar con una persona arrogante y altiva, apenas le responde el saludo, cruzan dos o tres frases y la conclusión es que debe esperar por lo menos tres días para resolver un asunto. Mientras rellena un formulario, aparece otra persona en la misma recepción, a la que le entrega la solicitud; esta mujer muy amablemente le pregunta si puede esperar, que se siente unos minutos y en cuestión de media hora le devuelve el documento con el asunto resuelto...  Lo que para una persona negativa, difícil y arrogante tomaría dos o tres días, para una persona dispuesta a servir y facilitar las cosas solamente le tomó media hora resolver una situación.  La persona sale del lugar con una sonrisa en su rostro pensando, tengo que ser un canal de bendición y no un muro de contención.

En el diario vivir nos podemos encontrar con dos tipos de personas, una persona altiva, con dureza, alguien que todo lo hace más difícil y todo es negativo, alguien como un "muro de contención", que obstruye el paso y no permite que las cosas sean mejores, para quien está cerca o solicita su ayuda. Pero también existen las personas humildes, llenas de amabilidad y atención, personas positivas que hacen todo sea más fácil y menos complicado, un canal por donde fluyen las cosas y todo es para bendición de otros y de ellos mismos.

La escritura en el pasaje del libro de Filipenses dice que no miremos cada uno por lo que nos interesa, por lo suyo propio con egoísmo, sin amor y compasión, sino que veamos el bien de los otros, porque este fue el sentir de Cristo Jesús, y ese mismo sentir debe haber en nosotros, para bendecir, para servir, para facilitar las cosas, para hacer mas agradable y llevadera la vida de otras personas, muriendo quizás a lo que nosotros queremos, pero dando vida a otros como lo hizo nuestro Señor Jesucristo.

El mayor ejemplo de ser un canal de bendición fue Jesús, quien no estimo ser igual a Dios, sino que se despojó de si mismo para tomar nuestra forma y ocupar nuestro lugar, muriendo por todos y cada uno de nosotros... Entonces si Jesús fue un canal de bendición por medio del cual hemos recibido vida, por qué insistimos a veces en ser esos "muros de contención" que no buscamos el bien de los demás y obstruimos la bendición para que otros la puedan recibir?

Eres un canal? Eres un muro? Que nuestra actitud constante sea el deseo de ayudar, facilitar, bendecir a otros y nunca frenando las cosas, complicándolas  y haciéndolas más difíciles. Cuando tomamos una actitud de amor y servicio y quitamos el egoísmo de nosotros, nos  convertimos en canales de bendición con el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús nuestro mayor ejemplo a seguir.

Señor hoy quiero pedirte que me reveles mis actitudes y mis reacciones en todas las áreas de mi vida, Dios mío quiero ser un canal de bendición para mi familia, para mis hijos, para mis amigos y hermanos, en mi trabajo y cualquier lugar en el que me encuentre, quita de mi el egoísmo, la amargura de corazón y la altivez, que en mi pueda haber ese mismo sentir que hubo en ti Señor, dando siempre sin esperar nada a cambio, quiero bendecir a otros a través de mi corazón, mis actitudes y mi manera de vivir. Quita de mi el ser un muro de contención que obstruya lo bueno para mis hermanos y hazme Señor un canal por donde fluya tu amor y tu bendición hacia los demás. Amén!