"Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba."
Éxodo 33:10
Hay una frase que dice: "La distancia sirve para entender lo que pasó, aceptar lo que dolió y y aprender de lo que no funcionó" La distancia o la lejanía que se puede vivir en una relación muchas veces sirve para abrir nuestros ojos y ver las cosas desde otro punto de vista. Dios había puesto distancia entre El y su pueblo porque seguía viendo orgullo y altivez, porque aunque estaban en un lugar diferente, su corazón seguía siendo el mismo.
Dios le había dado instrucciones a Moisés para hacer un Tabernáculo, un lugar sagrado y solenme para poder encontrarse con su pueblo, era el centro de adoración y sacrificio de todo el campamento de Israel y era como una señal que les indicaban cuándo debían detenerse y cuándo debían continuar el camino. El pueblo de Israel estaba acostumbrado a que la presencia de Dios habitara en medio de ellos, sin embargo ahora iba a ser diferente.
Moisés toma el Tabernáculo y lo pone fuera del campamento, el pueblo ya no tenía la presencia de Dios en medio de ellos sino dependían de cuando Moisés iba al Tabernáculo y dice la escritura que "cada uno desde la puerta de su tienda adoraba", ahora cada uno de ellos estaban valorando esa presencia de Dios en el campamento, no era lo mismo tener su presencia lejos que en medio de ellos, sus corazones fueron afligidos con esta distancia y fueron recapacitando en lo que significaba tener al Señor lejos de ellos y no cercano como estaba antes.
Era necesario cambiar de actitud si querían que el Señor volviera a estar en medio de ellos, dice la escritura en versículos anteriores que se quitaron sus "atavíos y vistieron de luto", cada uno con sus familias estaban viendo la separación de Dios de ellos y sus corazones fueron poco a poco quebrantados.
En nuestros días también las actitudes de nuestro corazón ponen distancia entre El Señor y nosotros, pero no es Él quien se aleja, son nuestras acciones y nuestra manera de ser sin cambio las que lo apartan de nosotros y ponen distancia.
Hoy no necesitamos de un tabernáculo para poder estar cerca del Señor y hablar y tener comunión con El, por medio de Jesús , el único mediador entre Dios y los hombres, tenemos libre entrada y Su presencia a través del Espíritu Santo permanece cerca de nosotros siempre, pero Dios sigue hablando a través de su palabra para que veamos que Su pueblo a pesar de los siglos sigue alejándose y poniendo distancia entre Dios y ellos a causa de las actitudes del corazón.
Dios es un Dios cercano a nosotros, nos ama, quiere tener comunión con nosotros y estar presente en todo lo que hacemos, revisemos hoy si le sentimos lejano o cercano, si nuestras actitudes han formado esa barrera que nos separa de Él, abramos nuestro corazón y como el pueblo de Israel busquémoslo de sincero corazón, humillémonos ante Su presencia y adoremos, Dios se goza cuando ve a sus hijos anhelantes de estar cerca de Él y menospreciando todo lo que sea necesario por estar cerca de Su Dios.
Señor mi corazón quiere estar cerca de ti y que tu presencia more en medio de mi vida y de todo lo que soy, hoy quiero desechar de mi todas aquellas cosas que no te agradan y que ponen una barrera entre tu y yo, Señor nada es más importante que tu presencia en mi vida, no deseo nada fuera de ti, que tu presencia siempre esté presente en mi vida y que por tu inmenso amor, nunca te aparte de mi! Amén!