porque se hace tarde,
y el día ya ha declinado."
Lucas 24:29
Los discípulos iban camino de Emaus, dos de ellos iban a esta aldea que era a unos cuantos kilómetros de Jerusalen. No sabemos quienes eran, solamente que uno de ellos se llamaba Cleofas, iban por ese camino andando, recordando y comentando todas las cosas que habían acontecido respecto a la muerte de Jesús. Seguramente sus corazones estaban todavía con el peso de la tristeza de la separación de su maestro, la soledad, la impotencia y el desconcierto albergaban en su interior.
Si alguna vez has perdido un ser querido, los días posteriores a su partida son realmente difíciles, se pasan momentos de mucha incertidumbre, dolor y faltan las fuerzas, queremos recuperar los días vividos junto a la persona amada, pero es imposible porque ya no está. Todos esos sentimientos afloraban en los discípulos de Jesús al poco tiempo de su muerte. Jesús les pregunta ¿Por qué estáis tristes? Esta pregunta removió muchos sentimientos de frustración, dolor y desesperanza, Cleofas le responde abriéndole su corazón, explicándole todo lo que había sucedido, llegando al punto de decirle: Nosotros esperábamos que el era quien había de redimir a Israel, pero ya son tres días que esto ha pasado y todo sigue igual. Cuánta tristeza había en esas palabras!
Dice la escritura que sus ojos estaban cegados, Jesús mismo caminaba con ellos, pero no podían verle, Jesús conocía el dolor que estaban viviendo, la tristeza y toda la contradicción de sentimientos y pensamientos que pasaban por sus mentes, El estaba allí no solo para acompañarles, sino también para consolarles y posteriormente mostrarse a ellos.
Esta misma situación acontece hoy, cuando hay corazones tristes y dolidos, cuando tenemos sufrimientos, cuando nos sentimos impotentes y sin fuerzas, cuando la soledad inunda nuestra alma, viene Jesús y vuelve a hacer la pregunta ¿Por qué están tristes? El Señor quiere que abramos nuestro corazón a El, ya que Jesús no es indiferente a lo que nos pasa, el quiere consolarnos y no solamente eso, quiere abrir nuestros ojos para que podamos verle, el quiere abrir nuestros ojos para verle en medio de la situación que estamos viviendo, para que podamos conocer que aunque las cosas parecen contrarias, El ya tiene la victoria y no estamos solos.
Hay tristeza, dolor, frustración, soledad o impotencia en tu corazón? Hoy Jesús camina contigo, va allí a tu lado para escuchar tus ideas, para conocer cómo te sientes, para que le abras tu corazón y le digas todo lo que pasa en tu interior sin esconderle nada. Entonces serán abiertos nuestros ojos, podremos verle, podremos ver que aunque el tiempo parece adverso El está a nuestro lado y nada está perdido porque El ya ha vencido.
Al llegar el momento de despedirse ellos le dicen: Quédate con nosotros Señor... porque se hacía tarde, pronto estaría oscuro y querían seguir escuchándole hablar, sentían algo tan familiar en El, algo especial que llenaba y ardían sus corazones al oírle.
Hoy nuestra petición sigue siendo...
Si alguna vez has perdido un ser querido, los días posteriores a su partida son realmente difíciles, se pasan momentos de mucha incertidumbre, dolor y faltan las fuerzas, queremos recuperar los días vividos junto a la persona amada, pero es imposible porque ya no está. Todos esos sentimientos afloraban en los discípulos de Jesús al poco tiempo de su muerte. Jesús les pregunta ¿Por qué estáis tristes? Esta pregunta removió muchos sentimientos de frustración, dolor y desesperanza, Cleofas le responde abriéndole su corazón, explicándole todo lo que había sucedido, llegando al punto de decirle: Nosotros esperábamos que el era quien había de redimir a Israel, pero ya son tres días que esto ha pasado y todo sigue igual. Cuánta tristeza había en esas palabras!
Dice la escritura que sus ojos estaban cegados, Jesús mismo caminaba con ellos, pero no podían verle, Jesús conocía el dolor que estaban viviendo, la tristeza y toda la contradicción de sentimientos y pensamientos que pasaban por sus mentes, El estaba allí no solo para acompañarles, sino también para consolarles y posteriormente mostrarse a ellos.
Esta misma situación acontece hoy, cuando hay corazones tristes y dolidos, cuando tenemos sufrimientos, cuando nos sentimos impotentes y sin fuerzas, cuando la soledad inunda nuestra alma, viene Jesús y vuelve a hacer la pregunta ¿Por qué están tristes? El Señor quiere que abramos nuestro corazón a El, ya que Jesús no es indiferente a lo que nos pasa, el quiere consolarnos y no solamente eso, quiere abrir nuestros ojos para que podamos verle, el quiere abrir nuestros ojos para verle en medio de la situación que estamos viviendo, para que podamos conocer que aunque las cosas parecen contrarias, El ya tiene la victoria y no estamos solos.
Hay tristeza, dolor, frustración, soledad o impotencia en tu corazón? Hoy Jesús camina contigo, va allí a tu lado para escuchar tus ideas, para conocer cómo te sientes, para que le abras tu corazón y le digas todo lo que pasa en tu interior sin esconderle nada. Entonces serán abiertos nuestros ojos, podremos verle, podremos ver que aunque el tiempo parece adverso El está a nuestro lado y nada está perdido porque El ya ha vencido.
Al llegar el momento de despedirse ellos le dicen: Quédate con nosotros Señor... porque se hacía tarde, pronto estaría oscuro y querían seguir escuchándole hablar, sentían algo tan familiar en El, algo especial que llenaba y ardían sus corazones al oírle.
QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR, porque los días son difíciles de llevar, porque las cargas a veces son muy pesadas. Quédate con nosotros Señor porque te necesitamos en nuestra vida, porque sin ti nada somos, porque el camino se hace largo y no queremos separarnos de ti. Quédate a nuestro lado en los días grises y en los días de sol, en los tiempos adversos y en los tiempos de bendición, en el día y durante la noche; tu presencia nos llena y nos sustenta, quédate con nosotros por siempre y para siempre. AMÉN!