"Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días.
Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante."
Josue 6:3-5
El relato de la destrucción de los muros de Jericó es impresionante, Dios estaba con Josué y le dijo que ya había entregado en sus manos la ciudad. Todavía no había ocurrido nada delante de sus ojos, pero El Señor requería que en su corazón creciera la semilla de fe que El mismo Dios estaba plantando, todavía no había ninguna señal de destrucción, pero tenían la certeza de esa promesa que Dios le hizo a Josué y al pueblo de Israel.
Luego de esto les da una estrategia, pasos sencillos, simples y hasta inexplicables para la mente humana:
1. Rodeareis la ciudad todos los hombres de guerra durante 6 días.
2. Siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero.
3. El séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad y tocarán las bocinas.
4. Al toque prolongado de las bocinas el pueblo gritará a gran voz y el muro de la ciudad caerá, el pueblo subirá e irá hacia adelante.
4 pasos que Dios les dio como una estrategia de guerra.
La pregunta es: ¿No era Dios suficientemente poderoso para derribar el muro de la ciudad en ese mismo momento? ¿Por qué llevarles en un proceso de 6 días haciendo cosas extrañas y hasta ilógicas para esos hombres de guerra y esos sacerdotes? ¿No era más fácil decirles entrego esta ciudad en tus manos y el muro derrumbarse en ese mismo instante y tomar la ciudad?
Dios tiene un propósito detrás de cada estrategia que nos da. Dios probó en ellos 4 cosas a través de las cuales les dio la victoria: Obediencia, Humildad, Paciencia y fe.
No era lo físico era su interior el que se estaba preparando para caer, en sus corazones fueron cayendo muros de desobediencia, de altivez, de impaciencia y de incredulidad, entonces al séptimo día el muro cayó, pero antes había caído en sus corazones.
Dios lleva a sus hijos en procesos en los que quizás para la mente humana no tenemos explicación alguna, pero El tiene un por qué y un para qué en cada situación que afrontamos. ¿Cuáles son los muros que deben caer en tu corazón antes que llegue la respuesta de Dios que tanto esperas?
Pidamos al Señor que nos guíe, que nos dirija, que nos de los pasos que debemos seguir y los muros que debemos derribar en nuestros corazones para poder alcanzar la victoria que tanto esperamos.
Señor Jesús, nosotros confiamos en ti, esperamos en ti y anhelamos ver la manifestación gloriosa de tu poder en nuestra vida, Padre bueno te pedimos hoy que nos muestres cuáles son los pasos que debemos seguir para poder romper esos muros, esas situaciones cerradas que se presentan en nuestra vida y que no podemos romper por nuestros propios medios, muéstranos Señor cuáles son los muros que deben caer primero en nuestros corazones, llévanos en este proceso con un corazón obediente, humilde, paciente y lleno de fe en ti. En ti esperamos Señor y nos sometemos a tu voluntad, amén!