iY él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.
Colosenses 1:17
Todos somos felices cuando recibimos aquello que hemos pedido, los niños son sumamente dichosos cuando piden algo para su cumpleaños y sus padres les conceden ese regalo tan esperado. También cuando ya no somos niños, si hemos pedido algo a una persona determinada y nos lo concede, qué alegría tan grande sentimos al ver nuestro deseo cumplido. También nos acercamos a Dios muchas veces y venimos pidiendo algo, con la esperanza que el obre un milagro, una conversión, envíe una provisión, algo que desea tanto nuestro corazón. Pero qué difícil es cuando esperamos algo que deseamos con todo el corazón y la respuesta es NO.
Un músico cristiano, un salmista, un hombre de Dios, un adorador, enfermó de cáncer y mucho pueblo de Dios se puso en oración por su sanidad, indudablemente en este proceso muchos corazones se acercaron a Dios clamando sanidad para él y salud para su cuerpo, pero Dios decidió tomar su vida y partió ayer a Su presencia.
También hace poco la hermana de una amiga muy querida enfermó repentinamente y los médicos no pudieron hacer nada, muchas personas oraron por su sanidad, pero el proceso terminó y ella partió con El Señor.
Hace varios años también en mi vida personal viví la experiencia de clamar con todo el corazón y muchas personas en varios países oraban por la sanidad de nuestro hijo, quien con 2 años enfermó con un cáncer terminal, Dios nos sostuvo y nos dio su gracia para sobrellevar el proceso, pero despues de 23 meses luchando la respuesta fue NO.
Dios es soberano, no hay nada que no esté sujeto a Su voluntad, y cuando suceden cosas como las que he descrito anteriormente, puede surgir la duda y preguntamos ¿Será que Dios no ha escuchado? ¿Será que hemos orado mal? ¿Qué nos ha faltado hacer para que EL diga si? Estas y muchísimas preguntas pueden surgir en nuestra mente, pero la respuesta es Dios no se equivoca y algunas veces sus respuestas son increíbles y sorprendentes, nos dice Si a todo, y ese Si nos desborda de gozo y alegría, pero Dios no se equivoca, y algunas veces también dice NO.
La escritura de hoy dice que El es antes que todas las cosas y por el las cosas subsisten, El es antes que todo y todo está sujeto a Su voluntad, por el subsiste nuestra vida, por el vivimos, somos y nos movemos, El puede decir si y El puede decir no, aunque el NO de Dios no es el NO de los hombres.
Cuando los hombres dicen NO muchas veces no hay una razón, otra veces pensamos que es injusto, porque no hay una clara explicación, cuando los hombres dicen no, la situación es determinante y no hay otras salidas. Pero Dios no es hombre, no piensa como uno de nosotros, cuando El dice NO, detrás de esa respuesta hay muchas cosas que en el momento no vemos, pero que EL si las ve, hay muchas razones y sobre todo hay muchas respuestas que con el tiempo vamos entendiendo y el mismo Dios va abriendo nuestros ojos y nos da otra forma de ver la vida, otra forma de enfrentar las cosas, hay situaciones que en este mundo las entenderemos y otras que quedarán muy claras cuando estemos en Gloria con él, pero de una cosa si debemos estar seguros, Dios si sabe lo que está haciendo.
Ese día después de la muerte de Jesús quedaría un silencio muy grande y muchas preguntas en el corazón de sus discípulos, era un NO que mostraba tristeza, duda, dolor y soledad. Dónde estaba Su maestro? Por qué Dios dijo No y no pasó la copa de su muerte sino que fue entregado y crucificado? Ese NO fue un Si a nuestra fe, un Si a nuestra salvación y en Su muerte nos dio la vida.
Si hoy tienes un No por respuesta a tus oraciones, si hoy estás enfrentando un tiempo en el que esperas una respuesta, si hay confusión en tu interior porque no entiendes lo que estás viviendo y lo que estás pasando, NO desmayes en tu corazón, porque el mismo Dios que muchas veces te ha dicho si, alguna vez puede decirte No, puede decirte espera o puede decirte algo diferente a lo que tu quisieras, pero Confía en Él, no pierdas la fe, que aún un NO de Dios tiene promesas y cosas preciosas para ti, pero que llegarán en Su tiempo perfecto y en Su voluntad.
Recuerda lo que un día dijo Job: "He aquí, aunque él me matare, en él esperaré". Espera en Dios, guarda la fe y aliéntese tu corazón!