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lunes, 8 de julio de 2019

LAS PRIMERAS COSAS PASARÁN!


"Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; 
y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; 
porque las primeras cosas pasaron."
Apocalipsis 21:4

Vivir con un dolor físico es una experiencia inexplicable, según las estadísticas a nivel mundial el dolor crónico afecta a 1 de cada 5 individuos, lo padece el 80% de la población mundial y un 30% lo padecen de forma crónica. Cuando un dolor afecta una parte de nuestro cuerpo nos paraliza, ya que en muchos momentos del día vivimos pendientes de cómo disminuirlo y tratamos de hacer todo de forma normal, pero imposibilita el quehacer diario por causa de no sentirnos del todo bien. Un joven que padecía un dolor crónico decía: "Tengo que organizar mi vida en torno al dolor, un día con dolor es un día lleno de curvas y callejones, unas veces te lleva por túneles negros otras veces el sol ilumina el camino, pero lo más frecuente es que el sol se oculte detrás de las nubes" (Tomado del Estudio Pain Story)

Así, como lo vemos en forma física algo tan duro de llevar, el dolor que afecta un corazón herido por diversos motivos también paraliza nuestro crecimiento espiritual, hace sentirnos impotentes y aunque podemos hacer creer a todo el mundo que estamos bien, nuestro caminar se torna lento, porque vemos la vida desde otra perspectiva, la vemos desde el punto de vista de lo que nos está doliendo y nos afecta. Muchas veces Dios permite que vivamos dolor en lo natural para que podamos entender por qué es tan importante sanar el dolor de nuestro interior, hay cosas que nos han dolido, que nos duelen y nos dolerán, pero no podemos permanecer atados a ese sentimiento y dejarlo que se haga más fuerte en nosotros.

La escritura dice en el libro de Apocalipsis que cuando vivamos eternamente con El Señor, El enjugará toda lágrima de nuestros ojos, no habrá muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron. Esto quiere decir que un día todo esto que estamos padeciendo, sufriendo y enfrentando va a terminar y si todavía estamos pasando por pruebas, sufrimientos, angustias y sinsabores es porque ESTAMOS VIVIENDO EN LAS PRIMERAS COSAS. 

Para cada problema debemos de buscar una solución y para el dolor en el corazón debemos de buscar la salida, porque así como es incomodo vivir el día a día con un dolor físico, más difícil es vivir el día a día con un dolor en el corazón, con falta de perdón, recordando cada momento que nos ha robado la paz y el gozo, alimentando la tristeza, lamentando el haber cometido un error, pensando si todo hubiera sido diferente, tratando de justificar y acusar, no merece la pena vivir con dolor, es parte de la vida, es parte de estas primeras cosas que debemos pasar para poder llegar a estar con Jesús eternamente, es parte de nuestro paso por esta tierra, pero no es el final definitivo.

Llena tu corazón hoy de esperanza y sal del túnel en el que el dolor, el resentimiento o la falta de fe te han llevado, deja que la luz de Cristo ilumine tu alma, es cansado vivir en oscuridad y no tener el calor del sol sobre nuestro rostro trayendo vida, nuevas ganas de hacer las cosas y empezar de nuevo.

Renuncia hoy a vivir una vida con dolor, perdona, saca esos sentimientos que te te hacen daño día tras otro, el pasado no puedes regresarlo como una película, si te han hecho daño, te ha dolido, te molesta, buscar al Señor perdona, sana la herida, límpiala y empezará a sanar. Mira hacia adelante con esperanza, no dejes que un dolor en tu alma controle tu vida e influya en tu forma de ser, pensar y actuar.

Pon tu mirada en la eternidad allí todo será diferente. Recuerda... estamos todavía viviendo en las primeras cosas, pero estas pasarán y se olvidarán!