"Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre."
Salmo 52:8
El olivo es uno de los árboles más bellos que podemos encontrar, es un árbol alto, frondoso, su hojas son verdes y brillantes por el frente y blanquecinas por abajo. El fruto del olivo son las aceitunas, un fruto muy preciado. Una de las características del olivo es que para crecer fuerte necesita mucho sol y debe estar en un suelo profundo y seco. Para que el olivo permanezca siempre verde y perfecto debe pasar la poda, que es el proceso de recortar el árbol para que pueda dar mejores frutos.
El olivo tiene la particularidad de tener tres tipos de poda diferentes. La primera poda es la poda de instalación, que se realiza cuando el árbol es joven y es necesaria para darle forma y que las ramas crezcan de forma uniforme. La segunda es la poda de producción que se da cuando el árbol ya tiene algunos años y queremos que de buen o mejor fruto. Y la poda de rejuvenecimiento que es el momento de darle un renuevo al árbol eliminando todo lo que no hace falta y estorba para que cobre vida una vez más y vuelva a dar fruto.
En el salmo 52 David declara y se compara como un OLIVO VERDE en la casa de Dios, porque en la misericordia de Dios confía eternamente y para siempre. Al ser olivos en la casa de Dios necesitamos del sol de justicia, el amor de Dios, brillando sobre nuestras vidas y sembrados sobre la roca que es Cristo Jesús, para mantenernos firmes y siempre verdes.
Un olivo verde debe pasar por la poda que el Espíritu Santo hará en nuestras vidas quitando cada estorbo, cada tropiezo, cada cosa que impida el fluir de la presencia de Dios en nosotros. Ninguna poda es agradable, pero es sumamente necesaria para poder dar buen fruto, fruto abundante y para bendición.
Estás pasando por el proceso de ser podado? Quizás las situación no es agradable, pero nuestro Padre permite este proceso para quitar todas las cosas que nos impiden crecer en el camino correcto y que nos estorban, también permite la poda para que podamos ser cada día mejorar nuestros frutos y dar aún más, la poda requiere humillación, sumisión y aceptación de la voluntad de Dios, pero dará fruto en nosotros y será siempre para bendición.
La clave para ser un olivo verde, confiar en la misericordia de Dios eternamente y para siempre, confiar en Su misericordia que nos da vida, que nos llena de fuerza, su misericordia que nos renueva, nos levanta, nos restaura y nos mantiene siempre verdes.
Confía en la misericordia de Dios eternamente y para siempre, estarás siempre como un olivo verde!!!
Señor gracias porque a través de las cosas mas sencillas podemos aprender tanto que tu quieres mostrar a nuestras vidas, yo anhelo Señor estar siempre verde en tu casa, deseo ser un olivo verde, que tu trates con mi vida y podes todas aquellas cosas que no te gustan y que quieren cambiar mi corazón y apartarme de tu voluntad. Renuévame Señor y quita todo aquello no permite que pueda dar fruto en tu reino, brilla en mi Señor, yo confío en tu misericordia eternamente y para siempre! Amén!