VIVIENDO POR PRINICIPIOS
APLICANDO EL PRINCIPIO DE CARÁCTER CRISTIANO:
LA MANSEDUMBRE
Vamos a continuar hablando acerca de
vivir una vida por principios bíblicos, hoy hablaremos del Principio Carácter
Cristiano que nos ayuda a tener poco a poco el carácter de Cristo en nosotros.
Recordemos que la palabra CARÁCTER es
el conjunto de rasgos, cualidades o
circunstancias que indican la manera de pensar y actuar de una persona y que la
distingue de las demás. Nuestro carácter marca rotundamente nuestra forma de
ser, actuar, hablar, decidir y es la forma de ser por la que todos nos conocen.
Partiendo de esto
vemos que hay varias características que predominaban en el carácter de Jesús
cuando estuvo aquí en la tierra, su carácter, su forma de ser, su forma de
actuar y reaccionar ante diversas situaciones nos dan la pauta para ver cuáles de
esas podemos imitar de El y que reflejarán a los demás el carácter de Cristo en
nosotros.
Hoy hablaremos de una
de las cualidades del carácter de Jesús y es la MANSEDUMBRE,
Mansedumbre viene de la palabra griega “praotes”, que significa aquella disposición tranquila, equilibrada en
espíritu, que mantiene las emociones bajo control. Entre varias
definiciones me gusto mucho una que dice que es la predisposición mental que permite sufrir con paciencia las ofensas que se reciben sin irritación, resentimiento
o ánimos de venganza.
Así que esa es una cualidad que podemos imitar
de Jesús en nuestro carácter, aplicándolo a nuestro diario vivir y para
convivir con quienes nos rodean. La palabra de Dios dice en Mateo 11:29 “Llevad
mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que soy MANSO y humilde de corazón, y
hallaréis descanso para vuestras almas”. El carácter de Jesús era manso y
humilde. Muchas veces la mansedumbre se puede confundir con otros conceptos
equivocados:
Primero veremos qué:
La mansedumbre NO ES DEBILIDAD, al contrario es
una fortaleza en nosotros, es poseer la cualidad de perdonar injusticias,
corregir faltas y tomar el control de las cosas. Eso no es ser débil.
La mansedumbre NO ES
SER TONTO, se puede confundir con que una persona es mansa si es ignorante o
tiene poco conocimiento o no se entera de nada, eso no es ser manso tampoco.
La mansedumbre NO ES SER
TRANQUILO, muchas personas pueden confundir y decir yo soy manso porque soy muy
tranquilo y casi no hablo con nadie… pero a pesar de esa pasividad o
tranquilidad puede haber un corazón con altivez y arrogancia; la tranquilidad
no es un signo de mansedumbre.
Así que la Mansedumbre es una TOTAL DEPENDENCIA DE DIOS
ANTE CUALQUIER CIRCUNSTANCIA INCLUSO BAJO PRESION.
Recordemos como define el profeta Isaías la personalidad de
Jesús en capitulo 53:7 dice “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como
cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, y no abrió su boca.” Ese es un ejemplo claro de lo que es la
mansedumbre.
Así que para poder mostrar el carácter de Cristo en mi yo
debo tener mansedumbre en diversas situaciones y la palabra de Dios me dice
dónde es cuando más debo mostrar esa cualidad en mi carácter:
CUANDO TENER MANSEDUMBRE
1. PARA CORREGIR: Gálatas 6:1: “Hermanos, si alguno fuere
sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con
espíritu de MANSEDUMBRE,
considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.” Cuando corregimos a una persona ya sea porque ha
pecado o porque ha cometido un error debemos revestirnos de MANSEDUMBRE, esta
me lleva a no enfurecerme, a no juzgar a nadie y considerarme perfecto, sino a
mostrar amor y paciencia hacia esa persona que ha actuado mal, pensando que yo
también puedo equivocarme, para corregir a nuestros hijos o a quienes tenemos
bajo nuestro cuidado debemos tener mansedumbre.
2.
PARA
PRESENTAR DEFENSA 1 Pedro 3:15: “sino santificad a Dios el Señor
en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con MANSEDUMBRE y reverencia ante todo el que os
demande razón de la esperanza que hay en vosotros”. Cuando debemos defendernos
por alguna causa justa debemos presentar esa defensa con Mansedumbre, sin
entrar en contiendas, pleitos o descensiones, también dice la palabra que la
mansedumbre hará cesar grandes ofensas, presentar defensa con mansedumbre
reflejara a Jesús en mi vida, quien siempre habló con la verdad, fue valiente,
defendió lo que era justo pero nunca entró en pleito con nadie ni perdió su
condición de ser santo.
3. PARA DIRIGIRSE HACIA LA
AUTORIDAD: Este punto me llamó la atención porque la escritura dice en Tito 3:1 “Recuérdales que se sujeten a los
gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena
obra. Que a nadie difamen, que
no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos
los hombres.” Cuando nos dirigimos a nuestras autoridades ya sea dentro de la
iglesia como en cualquier lugar debemos mostrar Mansedumbre, esta escritura
dice “recuérdales” que se sujeten, que obedezcan, que no difamen, que no sean
pendencieros (que significa no ser propensos a pelear o enfrentar) sino que
seamos amables y mostremos mansedumbre, la mansedumbre nos abrirá muchas
puertas ante nuestras autoridades, más que la arrogancia y la altivez.
4.
PARA
RELACIONARSE CON LOS DEMAS Efesios 4:2 dice “con toda humildad y MANSEDUMBRE, soportándoos con
paciencia los unos a los otros en amor” La
clave para poder relacionarnos con los demás exitosamente es la mansedumbre,
esta nos llevará a soportarnos con paciencia unos a otros, a mostrar amor, a no
ofendernos fácilmente, a no hacer daño y agraviar a los demás.
En conclusión esta
cualidad del carácter de Jesús puede marcar en nosotros una forma de ser
diferente y poco usual en estos tiempos de tanta violencia, orgullo, arrogancia
y altivez, la mansedumbre nos lleva a depender de Dios y no de nosotros, a
dejar nuestros argumentos y razones en Sus manos. Recordemos que una persona
mansa no es una persona tonta, débil o tranquila, es una persona especial,
distinta, fuera de lo común, quien es paciente, amorosa, inteligente, sabia y
fuerte, alguien muy parecido a Jesús.
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