VIVIENDO POR
PRINCIPIOS
APLICANDO EL
PRINCIPIO DE INDIVIDUALIDAD: LOS TIEMPOS DE DIOS
Hoy
continuamos hablando de vivir una vida por principios y aplicaremos el
principio de individualidad a otra área
importante de nuestra vida como lo son nuestros tiempos.
Puede sonar
un poco diferente el término “nuestros tiempos” pero es la forma en la que la
biblia se refiere a etapas de nuestra vida que tenemos que vivir y enfrentar.
La biblia
menciona 603 veces la palabra tiempo según una concordancia bíblica, lo que
quiere decir que esta palabra es muy interesante que la estudiemos y aprendamos
qué quiere decir.
El principio
de individualidad es muy importante aplicarlo a lo que son nuestros tiempos porque
a través de esto podemos ver que no todos los tiempos son iguales para unos y
para otros, los tiempos de Dios son perfectos para cada uno en lo individual.
Primero
comenzaremos viendo que es un tiempo. Según el diccionario la palabra TIEMPO quiere
decir un período
determinado durante el que se realiza una acción o se desarrolla un
acontecimiento. Y bíblicamente cuando se habla de tiempo en griego aparece la palabra CRONOS Y
KAIROS. La secuencia de tiempo
cronológico deriva de CRONOS el tiempo
humano vital y KAIROS que significa
“momento adecuado u oportuno”. El tiempo perfecto de Dios. Dios tiene un tiempo
para cada cosa, el mismo Jesús estaba consciente de que había un calendario
divino que controlaba todas la cosas que acontecían en su vida como lo dice el
libro de Juan 7:6 “Entonces Jesús les dijo: Mi
tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto”. Jesús sabía que el también tenía tiempos y
etapas que debían de cumplirse; para cada uno de nosotros en lo individual
también existe un calendario divino que marca nuestras etapas en la vida y que
irá permitiendo que pasen una a una porque Dios tiene un tiempo para cada cosa
como dice Eclesiastés 3:17 “Y dije yo en mi
corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un TIEMPO para todo lo que
se quiere y para todo lo que se hace.”
Hace
varios años cuando por primera vez El Señor nos llamó a mi esposo y a mí a las misiones
recibí la palabra de la esposa del Pastor de Remar en Guatemala que llamó mucho
mi atención y trajo paz a mi corazón, porque era difícil para mí salir de mi
país, dejar mi familia, ir a un país totalmente desconocido, República
Dominicana y dejar todo, solo con una maleta cada uno, con nuestro hijo pequeño
con 4 meses a comenzar de cero, a hacernos cargo de una obra allí, con otra
cultura, otra gente, otras costumbres y
ella me dijo las siguientes palabras que recuerdo hasta el día de hoy “lo más importante
es entender y conocer los tiempos de Dios, tu tiempo aquí terminó ahora viene
otro tiempo”. Fue algo que me impactó y me llenó de esperanza, me enseñó que no
debía aferrarme al tiempo que estaba viviendo porque había terminado pero que
venía otro tiempo. Y puedo dar testimonio que el tiempo que inició fue todavía
más precioso que el anterior, aprendí a conocer y amar ese país, con su
cultura, su gente, a amar lo que Dios ponía en mis manos, algo totalmente
nuevo, era Su tiempo perfecto.
Así que
hoy vamos a hablar de los tiempos para nosotros y lo importante que es vivir mi
tiempo y no el de otro, porque soy individual, Dios no me hizo en masa, en
multitud, sino que tiene algo especial para mi vida en cada etapa que vivo y no
puedo añorar lo que otros viven o tienen porque ya llegará a mi según Su voluntad.
Reflexionaremos
acerca de 4 cosas importantes para aprender a conocer los tiempos que Dios ha
destinado para mí individualmente:
- 1. EL TIEMPO PASADO NO ES MEJOR: La primera cosa que debemos aprender acerca de los tiempos es que si ya pasaron no podemos recuperarlos y tampoco añorarlos, desearlos y hasta entristecernos porque ya pasaron; el libro de Eclesiastés 7:10 dice “Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los TIEMPOS pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría”. Esto quiere decir que no somos sabios cuando decimos que los tiempos pasados fueron mejores porque dentro la individualidad que Dios nos ha dado cada tiempo es diferente, cada tiempo trae sus cosas buenas y sus cosas difíciles pero no podemos vivir añorando algo que no podemos recuperar.
- 2. EL TIEMPO DE DIOS NO ES EL NUESTRO: Daniel 2:20 dice “Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.” El tiempo de Dios no es mi tiempo, El es quien tiene el poder para quitar, para poner, cambiar los tiempos, los tiempos son suyos y lo que para nosotros, para nuestro pequeño entendimiento es un tiempo imposible de vivir o pensamos que será interminable, Dios lo puede mudar o cambiar en un momento porque el Tiempo le pertenece a El. Así que es mejor decir como dice el Salmo Salmos 31:15 “En tu mano están mis TIEMPOS; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.” Reconozcamos que en Sus manos están nuestros tiempos y no consideremos el tiempo como nuestro.
- 3. EL TIEMPO DE DIOS Y SU VOLUNTAD: Hace algunos años escuché de un pastor una reflexión muy bonita que quiero compartirles acerca del tiempo de Dios y Su voluntad; y es que a veces oramos y pedimos al Señor cosas que creemos que están dentro de Su voluntad y deseamos que se realicen, sin embargo Dios no lo concede nunca, y pensamos, pero cómo es posible si esto está dentro de la voluntad de Dios, pero es posible que no sea la voluntad de Dios para MI VIDA y por esa razón Dios no me lo da en ningún tiempo porque sencillamente no es para mí; así que es mejor esperar en El, sin apresurarnos, esperar en Su perfecta voluntad como dice el Salmo 62:8 “Esperad en él en todo TIEMPO, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio.” Esperar en El es permitir que Su voluntad se haga en cualquiera que sea el tiempo que me toque vivir.
- 4. EL TIEMPO DE DIOS ES PERFECTO Eclesiastés 3:11 dice “Todo lo hizo hermoso en su TIEMPO; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.” Cuando vivimos el tiempo de Dios estamos viviendo la palabra KAIROS, debemos desear vivir en ese tiempo oportuno, Kairos como hablamos antes es el tiempo perfecto de Dios, ese tiempo en el que todo es hermoso, ese tiempo en el que las cosas pasan de manera impresionante según Su perfecta voluntad, ese tiempo en el que Dios nos permite vivir aquello que ha anhelado por años nuestro corazón. Puede ser que hemos estado orando por un trabajo, por nuestro cónyuge, por algo especial, pero si esperamos el tiempo de Dios será hermoso y será perfecto.
Así que para vivir nuestra individualidad aprendamos a vivir
el tiempo de Dios para nosotros sin ver el tiempo de los demás, sin anhelar
aquello que otros viven, sin añorar el pasado y sin soñar con el futuro,
esperemos en Él, porque Sus tiempos son perfectos para nosotros.
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