"Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;
Ten misericordia de mí, y oye mi oración."
Salmo 4:1
No hay nada más difícil que vivir oprimido, estar oprimido y permanecer oprimido, la opresión es el acto de presionar algo, sentirse sofocado, abrumado y sometido a algo involuntariamente. La opresión es un malestar interior, que se convierte en una angustia que sobrepasa nuestros pensamientos, nos roba el ánimo y la alegría, las ganas de luchar, de vivir y nos roba la paz completamente.
El pueblo de Israel a lo largo de las escrituras vivió momentos de opresión, en el tiempo de Moises vivían oprimidos bajo la autoridad de los egipcios y fueron liberados de su angustia, sacándolos de Egipto hacia la tierra prometida. En el libro de Ester el pueblo de Israel es oprimido y Dios utiliza a una mujer para convertirse en reina y salvar a su pueblo de la opresión. David fue oprimido y perseguido por el Rey Saúl, llegando a esconderse en una cueva para que no le encontrasen. El mismo Jesús fue oprimido como lo dice el profeta Isaías "Fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca".
El pueblo de Dios puede pasar por tiempos de opresión y angustia, Jesús nos comprende cuando nos sentimos oprimidos, porque vivió en su propia carne lo que era la opresión, El nos comprende cuando vivimos oprimidos por situaciones o personas, cuando la angustia se apodera de nuestro corazón con temores o miedos y no vemos la salida. Y en esa angustia, en esa intranquilidad e inquietud en la que podemos sentirnos Dios nos habla en su palabra y nos dice cuando estás en angustia yo te hago ensanchar.
Hace unos días me preguntaba por qué Dios nos hace ensanchar? Y es porque ensanchar es contrario a la opresión. Cuando más oprimidos, ofuscados, presionados, sometidos y encerrados nos veamos, Dios levanta esa presión de nosotros y nos abre espacio, quita de nuestro corazón esa sensación de angustia e impotencia y nos lleva a un lugar espacioso, ensancha nuestros corazones, agranda ese espacio en el que nos sentimos presos y nos lleva a libertad.
Te sientes oprimido? Te encuentras angustiado, presionado, acongojado, desanimado y sin fuerzas, preso de tus pensamientos, ideas y situaciones? Hoy El Señor traer libertad a ti y te hace ensanchar. El tendrá misericordia de ti y escuchará tu oración. Cuando sentimos angustia lo primero que buscamos es desahogar nuestros sentimientos con alguien y que nos escuche, pero antes de ir a cualquier persona debemos ir al Señor con esa angustia, con esa opresión en nuestro pecho, clamar a El con todo el corazón y entonces El escuchará nuestra oración y nos hará ensanchar, quitará ese peso de nuestro corazón y traerá libertad.
Dios abrirá espacio para ti, no te angusties, no creas que todo está perdido, el te hará ensanchar en medio de tu angustia y volverás a sonreír. Solo nuestro Dios puede hacerlo, El escuchará tu clamor.
Señor en mi angustia a ti clamo, entrego a ti mi corazón y toda opresión que siento sobre mi vida, hay tantas cosas que salen de mi control, pero no quiero vivir bajo opresión, toma mi angustia, toma mi inquietud y mi intranquilidad, descanso hoy en ti, abre espacio para mi, dame libertad, hazme ensanchar Señor y obra conforme a tu justicia, yo solamente confío en Ti, se que no me dejarás! Amén!
No se porqué no hay comentarios aquí! Esta experiencia del salmista David, en algún momento se repite en nosotros, cuando la preocupación se pasa a angustia y con ella, los temores de por lo cual entramos en ese estado y es allí que experimentamos estas emociones que en el momento las vivimos casi como literales; como que literalmente necesitáramos espacio y aire fresco, quizá la luz del sol en nuestro rostro y un lugar amplio y con vida! Para salir de ese sentimiento angustioso! Pero en el momento no lo tenemos! Quizá solamente paredes y cielo de casa y puertas cerradas !
ResponderEliminarPero ahí cuando clamamos su presencia y auxilio, El Señor con su Santo Espíritu nos ministra y experimentos ese “ensanchamiento “ en el espíritu que nos hace mirar que hay más cosas y situaciones mejores más allá de esas circunstancias! Amén y gracias por tan linda prédica.
De mucha bendición, Gracias
ResponderEliminarWao demasiado profundo. La angustia esun sentido espiritual a cual el enemigo quiere llevarnos para provocar estancamiento, pero en 2 Corintios 4:8 dice que "estamos atribulados en todo, más no angustiados, en apuros más no desesperados" y es que como cristianos, con identidad, no debemos desesperarnos pues tenemos al varon de guerra a favor nuestro, que no nos va permitir pasar por situaciones que el no nos haya preparado de ante mano para que la pudieramos resistir. Resiste, clama y confía en tu Dios por que el es fiel y amplias son sus misericordias
ResponderEliminarBendito sea el Señor 🙌 que tremenda reflexión y que D-os continúe bendiciendo sus vidas 💛
ResponderEliminarDios es bueno, muy muy bueno. Y no te preocupes, recuerda que Dios ve lo fuerte que eres, pero lo que pasa es que tú no ves ello, y eso quiere que aprendas. No te va a dejar caer. Cuando sientas que no puedas más, recuérdalo muy bien: Dios extemderá su mano.
ResponderEliminarBendiciones y Gloria sea al Señor Jesús.