PERMANECERÉ EN TI EN
LA ANGUSTIA
Cada día escuchamos noticias por la televisión, la radio, las
redes sociales y cada vez son más desalentadoras, violencia, fenómenos
naturales, hambre, destrucción, pleitos, desacuerdos y tantas cosas que se
convierten en la información de cada día, así mismo cuando hablamos con
diversas personas nos damos cuenta que cada una lleva una aflicción en su
corazón, un peso que quizás no demuestra, pero que está allí latente, tantas
cosas que afligen el corazón y nos llenan de angustia.
Es bíblico que en los postreros días habrán este tipo de noticias
y está cantidad de informaciones desalentadoras, pero también la palabra de
Dios dice en el libro de Proverbios 12:7 "Dios trastornará a los impíos, y
no serán más; pero la casa de los justos permanecerá firme."
Y es que en los tiempos de angustia es difícil permanecer firme, ya que la
adversidad se convierte en un gigante difícil de derribar, nos sentimos
impotentes y con deseos de huir o caer ante la situación que nos toca vivir.
Viendo las noticias tan trágicas del Terremoto que acaban de
sufrir en México, miraba imágenes de edificios fuertes, de grandes estructuras
y cómo se tambaleaban como si fueran hechos de cartón y algunos después de esa
fuerte sacudida cayeron ante la mirada atónita de las personas que estaban
cerca y otros permanecieron firmes, a pesar de lo fuerte del terremoto que se
vivió.
Y estas imágenes me hicieron reflexionar en lo que significa
permanecer, los edificios que cayeron no solamente fueron estructuras físicas
destruidas, sino también provocaron la muerte y el daño de muchas personas,
viviendas enteras destruidas donde no se puede recuperar nada. Así mismo es,
cuando somos débiles y no permanecemos aferrados a la roca que es el Señor, no
solamente caemos nosotros, sino también hay destrucción para quienes están
cerca, dolor y quebranto para nosotros mismos y para los que nos aman.
Por eso es tan importante permanecer cerca del Señor, no es una
opción, es una necesidad la que debe imperar en nuestros corazones, para
buscarle a Él cada día, para permanecer tomados de Su mano y sin soltarnos.
Cuando llega el tiempo de la aflicción o angustia nuestro corazón
tiende a tambalearse, pero si ha habido una permanencia en El Señor constante,
nuestra comunión con Él es continua y Su palabra está en medio de nuestros
corazones, los vientos o lo que venga a hacernos caer, va a encontrar
dificultad para tumbarnos porque estamos fuertes en El Señor.
Para permanecer firmes en medio de la angustia hay una escritura
preciosa que aparece en el libro de 2 Corintios 4:8-10 que dice "que
estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos,
mas no desamparados; derribados, pero no destruidos".
Y hoy quisiera recordar estas 4 promesas que Dios nos da para
permanecer firmes en medio de la angustia porque a través de nuestra actitud se
manifestará la vida de Cristo en nosotros.
1. ATRIBULADOS SI,
ANGUSTIADOS NO! No es lo mismo la tribulación que la angustia,
ya que según el diccionario la tribulación, son tiempos de preocupación,
sufrimiento, pena, tristezas, aflicción, desconsuelo y dolor, todo esto lo
podemos vivir día a día, los sinsabores de la vida van a llegar a nosotros
inevitablemente, pero la angustia es diferente. La angustia es un estado
que afecta nuestra mente, es una tensión continua que se acumula en nuestro
corazón y no se descarga. Según estudios médicos la angustia puede provocar
reacciones físicas como falta de aire, ansiedad, desasosiego, temblores y hasta
taquicardia. Ya que la angustia se desarrolla generalmente en nuestra
mente, nos paraliza y nos puede llegar a hacer pensar que algo es real cuando quizás
es solo una suposición.
Notemos que la escritura dice que estamos atribulados en todo, más
no angustiados, no podemos evitar estar atribulados, porque estamos y somos
parte de este mundo, la tribulación es parte de la vida, pero estar atribulado
no es estar angustiado, podemos tener tribulación, pero no angustia, no estar
fuera de nuestro lugar, nunca con derrota, frustración y abandono, porque
creemos la palabra del Señor que dice que en el mundo tendremos aflicción
pero que confiemos porque nuestro Señor ha vencido al mundo.
2. EN APUROS SI,
DESESPERADOS NO! La escritura del libro de 2 Corintios 4 sigue
diciendo que podemos estar en apuros más, no desesperados,
podemos estar en apuros, en aprietos, viviendo conflictos, con escasez, viviendo
momentos en los que no sabemos qué hacer para enfrentar ciertas situaciones,
pero no desesperados, ya que la desesperación es eso mismo, la pérdida total de la esperanza,
cuando nos desesperamos perdemos la fe, la paciencia, la tranquilidad y el
ánimo, nos embarga la impotencia y no encontramos una razón para seguir
adelante.
Ser un hijo de Dios no nos inmuniza de estar en apuros pasando
momentos difíciles, pero sin desesperarnos, porque nuestra esperanza está
puesta en Señor que hizo el cielo y la tierra, no podemos perder la esperanza,
desesperándonos y dándolo todo por perdido. Así que estaremos en apuros, pero
nunca desesperados.
3. PERSEGUIDOS
SI, DESAMPARADOS NO! Perseguidos y desamparados, son dos palabras con significados
también diferentes, ya que aunque podamos sufrir persecución y aún ser buscados
para hacernos daño, Dios nunca nos dejará sin su resguardo y Su protección. Una
persona perseguida, es alguien que va huyendo de algo o de alguien, en la vida
no siempre estamos corriendo y huyendo de alguien en forma natural, pero si
podemos sentirnos perseguidos por las constantes luchas, problemas y
aflicciones que vivimos cada día, tenemos un enemigo, nuestro adversario el
diablo que anda buscando a quien devorar, también podemos vivir persecución a
través de personas que nos molestan, que nos quieren hacer sentir mal o nos
buscan para lastimarnos de una u otra forma.
La
palabra de Dios dice que podemos ser perseguidos, que podemos sentir el
acecho del enemigo o de personas que quieren hacernos sentir mal,
menospreciados, oprimidos, agobiados y que nos rechazan, pero allí está nuestro
Dios que nunca nos desamparará, así que aunque podemos ser perseguidos, nunca
estaremos desamparados.
4. DERRIBADOS SI, DESTRUIDOS NO! Los
vientos que soplan algunas veces sobre nuestra vida pueden derribarnos,
hacernos caer, pero, aunque caigamos y seamos derribados no seremos destruidos,
ya que El Señor nunca permitirá que seamos destruidos, la destrucción no forma
parte del plan de Dios para nosotros.
Sin embargo el enemigo si quiere destruirnos, como lo dice en el libro de Juan
10:10 "el ladrón no viene sino a robar, matar y destruir. Por
eso quienes confían en El Señor pueden ser derribados, pero no
destruidos.
La
palabra de Dios nos dice muchas promesas como por ejemplo que 7 veces cae el
justo y vuelve a levantarse, también dice que El Señor nos levanta de la muerte
y en el Salmo 20:8 dice " Ellos flaquean y caen, más nosotros nos
levantamos y estamos en pie".
Así
que permanecer en El Señor en medio de la angustia, no solo nos mantiene firmes
sino que recordemos que aunque estemos atribulados, no estaremos angustiados.
Aunque estemos en apuros, no estaremos desesperados. Aunque seamos perseguidos,
nunca estaremos desamparados y aunque nos hagan caer y seamos derribados, jamás
seremos destruidos. Vale la pena permanecer firme cerca del Señor en medio de
la aflicción!
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