¿Qué hacemos con lo que Dios nos da?

No hay nada que tengamos en nuestras manos y en nuestra vida, que Dios no nos haya regalado.
Nuestras habilidades, capacidades, dones, talentos, cosas sencillas y complicadas que podemos hacer, también son un regalo de Dios.
El tiempo, cada día con sus veinticuatro horas, cada semana, cada mes, cada año, los instantes más cortos y los días más largos, todos son un regalo del cielo.
Las cosas materiales, lo que podemos palpar con nuestras manos, todo viene de la mano de Dios.
Y nuestra familia, amigos, hermanos, compañeros, gente con la convivimos todos los días, lejanos o cercanos, son un regalo de Dios.
Qué hacemos con todo eso que Dios nos ha dado y forma parte de nuestra vida.
¿Lo valoramos, lo cuidamos, lo tenemos como algo muy preciado?
No pensemos que todo lo merecemos, porque todo lo que forma parte de nuestra vida, es porque a Dios le ha placido que lo tengamos.
¿Qué hacemos con esos amigos que están en nuestra vida?
¿Qué hacemos con la gente que nos ama? Les damos lo mejor o solo recibimos y no damos nada a cambio.
Esas bellas personas que están en nuestra vida, también son un regalo del cielo.
Cuidemos, amemos, sirvamos, valoremos, dediquemos tiempo, seamos un instrumento en manos de Dios, y hagamos siempre lo mejor con esos regalos que Dios nos da.

“Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos. Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento.” Santiago 1:17
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