LA MAYORDOMIA DE LA LENGUA
Asi como la semana pasada hablamos de un tema tan importante como lo es Administrando bien nuestra mente, recordando que nuestros pensamientos deben estar controlados por EL Señor hoy hablaremos de un tema no menos importante, aprender a Cuidar y administrar nuestra lengua.
Que dice la palabra de Dios de la lengua? En santiago 3:3-5 encontramos que dice “He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembropequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! “
Santiago compara nuestra lengua con el freno en la boca de los caballos y con el timón de un barco. A dondequiera que el capitán del barco dirige el pequeño timón, el inmenso barco, de muchas toneladas de peso, irá. Funciona de la misma manera con los caballos. Puedes poner a un niño de diez años que pese 25 kilos sobre un caballode 700 kilos. Si el niño sabe cómo sostener las riendas y jalar el freno, él controlará al caballo y lo dirigirá a donde quiera ir.
De la misma manera debemos aprender cuidar que sale de nuestra boca, que hablamos, en que ocupamos nuestro tiempo al hablar, podrias recordar hace tan solo una hora, que has dicho? has utilizado tu lengua para bendecir o para maldecir?
Hay un frase que me impactó que dice “hay muchas cosas que son abiertas por error, pero ninguna tanto como LA BOCA”, es fuerte esta afirmación y nos debe encender la luz roja para pensar antes de hablar, nunca diciendo todo lo que pensamos sino pensando todo lo que decimos….
Hay muchos temas para poder reflexionar acerca de nuestraa lengua pero aprenderemos 4 aspectos que nos pueden hacer reflexionar hoy de como estamos administrando nuestra lengua:
1. Usemos nuestra lengua solo cuando sea necesario: En Efesios 4:29 nos dice “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”, hay muchas definiciones de la palabra corromper pero me llamo la atención que una palabra corrompida puede ser envenenada, adulterada, que hechada perder, tomando estos sinonimos podemos decir que evitemos hablar palabraas que puedan hechar a perder una vida, una relación, una persona o a nosotros mismos.
2. Somos y tenemos lo que decimos: La palabra de Dios nos dice en NUMEROS 14:28 “Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según HABEIS HABLADO a mis oídos, así haré con vosotros” Seamos cuidadosos con lo que decimos de nosotros mismos y de los demas, de lo que tenemos, de lo que quisieramos o no quisieramos tener.
3. Nuestras palabras tienen poder: En Prov. 18:21 nos dice “La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos” esforcemonos por hablar cosas positivas, declarando bendición sobre nosotros, sobre nuestros hijos, sobre las personas que tenemos a nuestro lado, no confesemos cosas que destruyan la vida de los demas o de nosotros, cuantas veces de manera espontanea decimos: Pero que torpe soy! O algo tan comun “Estas tonto o que?” frases tan conocidas que repetimos a la ligera pero que es importante administrar con sabiduria.
Y por ultimo, aunque hay muchisimos aspectos mas que podríamos hablar en las proximas semanas.
4. LA FE DEBE HABLAR: En Lucas 17:6 nos dice: Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podriais DECIR a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.” La fe debe ser desatada a través de las palabras. Todo lo que recibimos de Dios debe ser recibido por fe, creemos en nuestro corazón pero con nuestras palabras confirmamos y confesamos aquello que creemos que vendrá.
La mayordomía de la lengua tiene muchos aspectos para poder recordar pero centremonos esta semana a pensar antes de hablar, a hablar sólo cuando sea necesario no dejando salir palabras innecesarias de nuestra boca, recordando que somos lo que hablamos, que en nuestra palabras hay poder y estás nos puede llevar a comer frutos dulces o amargos y por ultimo escojamos hablar en fe, creyendo la palabra del Señor y confesándola con nuestros labios.