APLICANDO EL PRINCIPIO DE CARÁCTER CRISTIANO:
EL PERDON
La última vez estuvimos hablando
acerca del principio de Autogobierno aplicándolo a una de las actitudes más
importantes en la vida de un cristiano y es El Perdón. Sabemos que todos alguna vez en la vida nos
hemos sentido heridos, ofendidos, traicionados o hemos sido nosotros quienes
hemos herido u ofendido a alguien, cuando hacemos o nos han hecho algún daño la
única forma de poder sanar nuestro corazón es a través del Perdón.
Hoy hablaremos acerca de este tema,
pero aplicado al Principio del Carácter Cristiano, el carácter de Cristo en
nosotros. Cuando Jesús estuvo aquí en la tierra mostró muchas actitudes,
cualidades, formas de reaccionar, con las que nos dio ejemplo y nos mostró cómo
debería de ser nuestro carácter si somos sus discípulos y nos llamamos
cristianos.
Primero vamos a recordar que la
palabra Perdón tiene dos raíces en per – que significa para y donare – que significa regalar, por lo
tanto el perdón es algo que debemos regalar y darlo sin reservas y de esto
tenemos que aprender mucho del carácter de Jesús.
Como Cristianos tenemos en nuestro
corazón el deseo de ser cada día más como Cristo, de tener su esencia en
nosotros y reflejarla en todo momento, Dios es un Dios perdonador, Jesús
perdonó a quienes le traicionaron, le negaron, perdonó todas nuestras deudas de
tal manera que recibimos libertad a través de Su perdón.
Cuando explicamos todo esto es
sencillo comprender que para tener el carácter de Cristo debemos perdonar, pero
cuando somos ofendidos y tenemos que perdonar a alguna persona es un poquito más difícil de llevarlo a la práctica. La palabra
de Dios dice en Efesios 4:32 “Antes
sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”, Dios nos ha perdonado y nosotros
también debemos perdonar.
Hoy vamos
a reflexionar en cómo era el perdón que Cristo nos enseño a dar, con Su ejemplo
nos mostró ciertas pautas para poder perdonar y no llevar más ese sentimiento
de rencor, dolor o tristeza en nuestro corazón.
1.
PERDON INMEDIATO
He usado el término de Perdón Inmediato porque es la mejor forma de no permitir
que una ofensa se aloje en nuestro corazón y mucho menos que viva en él. Efesios 4:26 dice“ Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro
enojo” Esto quiere decir que si llega la noche y pasa la noche y llega a la
mañana siguiente será más difícil perdonar, debemos buscar perdonar lo más
pronto posible, puede ser que la ofensa haya sido muy fuerte y tengamos que
esperar a tranquilizarnos y pensar mejor las cosas, pero no permitir que pase
mucho tiempo en nuestro interior el rencor o el dolor, Jesús perdonó
inmediatamente a quienes le crucificaron, no espero, no lo pensó y nadie puede
decir que ha sido más humillado, maltratado y herido que El y sin merecerlo.
- 2. . PERDON SIN EXCUSAS: Como hablamos antes el perdón debe ser inmediato y también sin excusas, Lucas 23:34 nos dice “Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.” El perdón que Jesús nos enseña es sin excusas, sin pretextos sin justificaciones; el no merecía lo que estaba viviendo, sin embargo su actitud de perdonar es clara, “perdónalos porque no saben lo que hacen” ese corazón de amor, de sacrificio, ese amor que todo lo sufre, todo cree, todo lo espera y todo lo soporta un corazón de perdón como el de Jesús no hay otro igual, pero podemos imitarlo.
3.
PERDON ILIMITADO:
Lucas 17:3-4 “Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti,
repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete
veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.” Imaginemos que
una persona viene y nos da un golpe sin querer por la mañana, luego le pasa lo
mismo a media mañana, luego al medio día, luego a media tarde, luego por la
noche y así sucesivamente, si esa persona viene a ti y se arrepiente aunque nos
parezca increíble debemos perdonarle, no hay límites para el perdón porque
Cristo nos ha dado ejemplo, en Su carácter hay perdón ilimitado hacia nosotros
y de la misma manera que El nos perdona debemos perdonar a otros si queremos
vivir Su carácter en nosotros.
Como vemos estas tres formas y
muchas más en las El Señor nos habla de cómo podemos perdonar, nos pueden
ayudar a ir formando ese carácter de Jesús en nosotros.
Y por qué Jesús nos enseña a perdonar:
1.
Porque Cristo ya perdonó ese pecado: Colosenses 2:13 dice “y a
vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne os
dio vida juntamente con él, perdonándoos TODOS los pecados”, el daño mas
grande, la herida más profunda, la ofensa más increíble que nos han hecho,
Jesús ya lo perdonó, el dice que nos dio vida juntamente con él, perdonándonos
TODOS los pecados, así que si El lo ha perdonado quienes somos nosotros para no
perdonar.
2.
Porque El Padre también nos da
ejemplo: Mateo 5:44 dice “Pero yo os
digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a
los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;5 para
que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol
sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” Jesús decía
en estos pasajes de la escritura que amaramos, bendijéramos, hiciéramos bien y
orásemos por nuestros enemigos, por aquellos que nos han hecho daño, porque El
nos da ejemplo de eso haciendo salir el sol sobre todos nosotros seamos buenos
o malos, justos o injustos, ese debe ser el carácter de Cristo en mi.
Y
tercero me lleva a perdonar…
3.
Porque traerá bendición a mi vida: Nadie es más feliz y más libre
que aquel que ha perdonado, es como quitar un tapón muy apretado que se suelta
y libera nuestro interior para
bendición. Hechos 3:19 dice “Así que arrepentíos y convertíos, para que sean
borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de
refrigerio.” El no perdonar es un pecado y si
logramos perdonar será borrado ese pecado de nosotros y vendrán de la misma
presencia de Dios tiempos de refrigerio que significa tener alivio, descanso,
paz, renovar fuerzas, tiempos de bendición que logra alcanzar un corazón que ha
perdonado.
Tener el carácter
de Jesús en mi y aplicar el principio de carácter cristiano no es fácil, pero
si vamos y pedimos al Señor que nos enseñe a ser como él en el área del perdón,
lograremos afirmar y practicar el perdonar en nosotros de manera inmediata,
voluntaria, sin límites, sin excusas, se convertirá en una forma de vida y cada
vez serás menos difícil hacerlo.