sábado, 23 de septiembre de 2017

CLAMA A ÉL!



"Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré 
cosas grandes y ocultas que tú no conoces."
Jeremias 33:3

Clamar es una acción desesperada y vehemente, es un grito o una voz que se alza con vigor y esfuerzo, para suplicar ayuda ante una necesidad inminente, un clamor no es una voz pasiva y sencilla, conforme y apacible, un clamor es un grito de angustia en medio de la aflicción. 

La escritura de hoy dice en el libro de Jeremías CLAMA a mi! Generalmente leemos esta escritura y sabemos que debemos buscar al Señor, hablar con Él, tener un tiempo de oración y comunión, pero esta pasaje específicamente habla de CLAMAR, cuando anhelamos una respuesta de Dios en medio de una situación desesperada, no podemos conformarnos solamente con esperar que las cosas sucedan, no podemos esperar a que otros intercedan y oren  por nosotros, no podemos mantener una actitud de pasiva, debemos levantar un clamor delante del Señor y entonces El nos responderá!

Estamos viviendo tiempos adversos,  en los que fenómenos naturales van causando muerte y destrucción, fuera totalmente del control y la mano del hombre, porque no podemos hacer nada para poder frenar un Huracán, un tifón un terremoto.  Estamos día a día recibiendo información a través de los medios y redes sociales y vemos  personas sufriendo pérdidas físicas y materiales, sufriendo angustia y aflicción. ¿Cuál es tu actitud?  

La escritura es clara diciendo Clama a mi! no dice llénate de angustia y desesperación, no dice llama a un amigo o a una amiga o clama a ver si alguien te ayuda, dice claramente CLAMA A MI! Porque solamente Él puede salvar, puede librar, El es Dios.

Debemos levantar un clamor delante del Señor, pidiendo su ayuda, su intervención poderosa, pidiendo a Él misericordia, porque hay tanta maldad, tanta falta de Dios en el corazón de los hombres, tanta falta de arrepentimiento y tanta destrucción, que el pueblo de Dios no puede permanecer indolente ante todo lo que a nuestro alrededor esta pasando.

Clama al Señor! En medio de tu aflicción personal, en medio de tus problemas, cuando no sabes qué más hacer y no sabes cómo enfrentar situaciones adversas en tu vida, clama a Él! Clamemos al Señor ante tantas tragedias y tanto dolor que viven otras personas, quizás familiares, amigos, vecinos. Clamemos al Señor por este mundo, levantemos un clamor en medio de la aflicción. Anhelamos que Dios nos responda, clamemos a Él!

Clamemos a Él con todo nuestro corazón y Él nos responderá no lo dudes!!!! 


TUS TIEMPOS SON PERFECTOS!


 “Todo lo hizo hermoso en su TIEMPO; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.”
Eclesiastés 3:11

Cuando las cosas suceden en el momento exacto no podemos llamarle que es una coincidencia o una casualidad, porque para los que aman a Dios todas las cosas tiene una razón y suceden justamente en el tiempo perfecto de Dios. Nuestro Dios que hizo el cielo y la tierra tiene todo bajo control, aún tiene contados nuestros cabellos y planea cada momento de nuestra vida según su voluntad.  Por esa razón podemos decir que en el tiempo de Dios todo es hermoso y perfecto, inexplicable para nuestro entendimiento, pero es real.

En la escritura aparece el tiempo perfecto de Dios como KAIROS su significado literal es "tiempo adecuado o momento oportuno". Ni un poco antes, ni un poco después, justo a tiempo. 

Cuando vivimos el tiempo de Dios estamos viviendo la palabra KAIROS, debemos desear vivir en ese tiempo oportuno,  ese tiempo en el que todo es hermoso, ese tiempo en el que las cosas pasan de manera impresionante según Su perfecta voluntad, ese tiempo en el que Dios nos permite vivir aquello que ha anhelado por años nuestro corazón. Puede ser que hemos estado orando por un trabajo, por nuestro cónyuge, por algo especial, por la sanidad de un ser querido,  pero si esperamos el tiempo de Dios será hermoso y será perfecto.

Las cosas suceden a nuestro alrededor porque Dios así lo ha querido y permitido, no son simples casualidades o suerte, lo más importante es esperar en El Señor para no adelantarnos al tiempo de Él y tampoco dejarlo pasar, debemos como dice el libro de Eclesiastes 8:5 "El corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio", debemos pedir al Señor sabiduría para poder discernir los tiempos que el permite para nuestra vida, cuando usamos el discernimiento que viene a través del Espíritu Santo, podemos distinguir la diferencia entre un momento y otro, podemos prepararnos o esperar para estar siempre dentro de Su perfecta voluntad.

Es una cuestión de fe, esperar el tiempo perfecto de Dios, porque sabemos que que aunque no vemos lo que esperamos, la fe nos lleva a ser pacientes y saber que llegará en el tiempo perfecto aquello que desea nuestro corazón. 

Anhelemos en nuestros corazones vivir en la plenitud del tiempo perfecto del Señor, si las cosas no pasan como quisiéramos, no nos frustremos, ni nos precipitemos,  no dejemos que la tristeza o la desesperanza inunden nuestro corazón, Dios en Su tiempo, en Su momento y en Su perfecta voluntad, permitirá que sucedan las cosas que esperamos,  todo lo hará hermoso y podremos disfrutar un bello tiempo, fruto de nuestra espera y confianza en El Señor.

Señor en tus manos están mis tiempos, anhelo vivir en KAIROS el tiempo perfecto y oportuno tuyo, donde tu actúas, vivir en el centro de tu perfecta voluntad para ver cómo van pasando y aconteciendo cosas en nuestras vidas movidas por tu mano en el momento justo y oportuno. Ayúdanos a discernir las diversas etapas o tiempos en nuestra vida, sin adelantarnos y sin retrasarnos, confiamos Señor en tus promesas y en tu palabra, todo lo harás hermoso en Tu tiempo. Amén!