"El avisado ve el mal y se esconde;
Mas los simples pasan y reciben el daño."
Proverbios 22:3
Cuántos quisiéramos evitar pasar por malos momentos, evitar vergüenza o sufrimiento, cuántos de nosotros quisiéramos regresar el tiempo y poder evitar un echo ocurrido en nuestra vida por no haber sido sabios y escondernos, sino que hemos pasado por donde no debíamos y hemos recibido las consecuencias de nuestro mal proceder.
La escritura dice que el avisado ve el mal y se esconde, una persona avisada es aquella que tiene la experiencia y la astucia necesarias para saber lo que conviene hacer en cada momento, la experiencia quizás de malos momentos le ha servido para aprender a no exponerse sino evitar hacer algo que después le pueda causar un daño. Sin embargo, continua diciendo que el simple pasa, no se detiene ante nada sino que sigue adelante y al final recibe el daño.
Dios permite errores en nuestras vidas para que aprendamos y veamos que no somos tan invulnerables, que no somos tan capaces, ni tan sabios como para apoyarnos en nuestra propia prudencia, sino que hay momentos en la vida en los que deberíamos huir o escondernos de aquello que viene hacia nosotros y que nos puede hacer un gran daño, en vez de exponernos hay que esconderse de ello, hay que pasar de esa persona o situación, no es ser cobarde, es actuar con sabiduría.
Quizás El Señor quiere que evitemos años de sufrimiento y nos avisa que esa persona, ese lugar, esa situación no nos conviene y que debemos abrir nuestros ojos y pasar de eso, siendo avisados y sabios al mismo tiempo. No seamos simples y poco sabios, queriendo cambiar las cosas a nuestra conveniencia y tratando de ponerlas como que son buenas, porque solamente nosotros seremos los engañados, paseremos y recibiremos el daño.
Recuerda lo que dice esta escritura en la Traducción del Lenguaje Actual:
"El que es inteligente ve el peligro y lo evita; el que es tonto sigue adelante y sufre las consecuencias."
Evita el peligro, no sigas adelante, no sufras las consecuencias!
Señor danos sabiduría para caminar, para actuar y para no caer en ninguna trampa, que podamos ver el mal venir y no arrepentirnos después de haber sufrido el daño. Guárdame bajo la sombra de tus alas, cuídame Señor y que tu sabiduría se establezca en mi corazón para no pecar contra ti. Amén!
Señor danos sabiduría para caminar, para actuar y para no caer en ninguna trampa, que podamos ver el mal venir y no arrepentirnos después de haber sufrido el daño. Guárdame bajo la sombra de tus alas, cuídame Señor y que tu sabiduría se establezca en mi corazón para no pecar contra ti. Amén!