martes, 12 de marzo de 2013

LA MAYORDOMIA DE NUESTRO CUERPO

En las semanas anteriores hemos visto distintos aspectos en los que tenemos que ser buenos mayordomos o administradores de todo lo que Dios nos da, nuestro tiempo, nuestra familia, nuestra economia, nuestras emociones y hoy hablaremos algo material que tenemos en nuestras manos y es muy importante recordar que le pertenece a  Dios que no es nuestro y es NUESTRO CUERPO.
Hay muchos pasajes que hablan acerca de la mayordomía del cuerpo, pero vamos a utilizar como base  1 Corintios 6:19 y 20 que nos dice  ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios os ha dado, y que el Espíritu Santo vive en vosotros? O sea que no somos dueños de nuestros propios cuerpos, porque Dios nos ha comprado por un precio por esa razón debemos honrar a Dios tambien con nuestro cuerpo.
De este pasaje podemos deducir tres cosas importantes: La propiedad del cuerpo, quién habita en nuestro cuerpo y cómo debemos usar nuestro cuerpo.
Hoy hablaremos de la propiedad del cuerpo y vamos a reflexionar en 3 puntos que nos habla la palabra de Dios de nuestro cuerpo.
1.    SOMOS PROPIEDAD DE DIOS
Romanos 12:1-2 nos dice Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Esta escritura nos insiste en que debemos cambiar nuestra manera de pensar para que de este modo podamos cambiar nuestra manera de vivir. Hay una frase que dice:”. Vivimos tal y como pensamos. Nuestra manera de vivir refleja nuestra real manera de percibir y entender la vida.
 El gran problema que tenemos los cristianos es que “aún no nos hemos hecho a la idea” de que somos propiedad de Dios. Si bien es cierto que a nivel intelectual lo entendemos y hasta lo podemos repetir, pero a nivel de nuestra práctica diaria no lo tenemos asumido.
Si tuvieramos plena conciencia que nuestro cuerpo le pertenece a Dios y no a nosotros mismos viviriamos de manera diferente, comeriamos diferente, dormiriamos mas, no atentariamos contra el, cuando una persona por ejemplo utiliza un vestido una chaqueta que no es suya, la cuida, la guarda, está pendiente que no se la roben, la trata con mas cuidado que si fuera suya, lo mismo pasa con nuestro cuerpo vivimos como si fuera nuestro y no estamos plenamente concientes que nuestro cuerpo es de Dios y que debemos cuidarlo como tal.
Es dificil entender este concepto pero la biblia nos lo dice muchas veces y es una realidad que todos debemos esforzarnos en cambiar y renovar nuestro entendimiento.
2.    NUESTRO CUERPO TIENE UN ALTO PRECIO.
Dios es dueño de nuestro cuerpo por dos motivos el primero es porque el es nuestro creador y segundo porque El nos ha comprado por alto precio, hasta la última gota de Su sangre en la cruz. En 1ra. De corintios 6:20 nos dice “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
Muchos de nosotros menospreciamos nuestro cuerpo, nuestra vida, sentimos rechazo algunas veces y nos sentimos menos que los demás por ciertos problemas físicos que según nosotros tenemos sin darnos cuenta que esta escritura es clave para nuestra vida, VALEMOS LA SANGRE DE JESUS, hemos sido comprados por alto precio, asi que debemos de empezar a valorar y cuidar nuestro cuerpo no porque sea lo mas importante sino porque NO ES NUESTRO y tiene un alto precio.
3.    ENTREGARE CUENTAS DE MI CUERPO.
1RA. Corintios 6:19 dice ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”
Para que Dios pueda llevar a cabo sus planes en nuestra vida y poder usarnos tiene que usar un medio fisico para que nuestra alma y espíritu puedan desplazarse asi que mi cuerpo presenta la posibilidad de mi proyecto de vida, no es mío, lo tengo en usufructo, me ha sido prestado y sobre el mismo, como sobre las otras áreas de mi vida, me será exigida mayordomía, me serán exigidas cuentas de la manera en que haya sido cuidado y usado.
Asi que cuando algo ha sido dado en préstamo, se espera que al prestatarlo se le dará un buen uso y se nos pedirá cuentas de cómo estamos tratando nuestro cuerpo y lo que se espera de nosotros en esta área.

1. Un régimen adecuado de alimentación. No se trata de obsesionarnos con nuestro cuerpo sino de tener salud y vida para poder llevar a cabo la obra que Dios quiere que realicemos.

2. Sueño y descanso adecuados. El descanso de las actividades regulares de la vida está ordenado por Dios, el día de reposo, como parte del orden de la creació
3. Ejercicio. No llevar una vida sedentaria ni acomodada, es importante moverse y movilizarse.
4. Consumo de sustancias nocivas. Pablo afirma que aunque todo sea lícito, no todo conviene, que aunque todo sea lícito no debemos dejarnos controlar por nada. El punto no es fumar, beber, consumir café, drogas o cualquier otra sustancia. El punto es que cuando algo nos controla y ya no tenemos la capacidad de ejercer libremente nuestra voluntad.
Resumiendo lo que hemos reflexionado hoy, es importante empezar a vernos de manera diferente pensando que SOMOS PROPIEDAD DE DIOS, HEMOS SIDO COMPRADOS POR ALTO PRECIO Y QUE ENTREGAREMOS CUENTAS DE NUESTRO CUERPO PORQUE NO ES NUESTRO.
La próxima semana seguiremos hablando de la mayordomía de nuestro cuerpo en los siguientes dos aspectos: 


QUIEN HABITA EN NUESTRO CUERPO COMO DEBEMOS USAR NUESTRO CUERPO.