" Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca."
1 Reyes 17:24
Los milagros ocurren todos los días, el milagro de la vida, el milagro de respirar, el milagro de ser tan frágiles y tan fuertes a la vez, el milagro del amor y tantas cosas que ocurren a diario que nos lleva a pensar que los milagros realmente suceden y sobre todo pasan a los que creen.
La historia dice que la viuda de Sarepta vivía sola con su hijo y seguramente a causa de la sequía que el pueblo de Israel estaba viviendo, dejó de haber trigo para el pan y olivas para el aceite, sin embargo recibe a Elias un profeta y siervo de Dios en su casa, le da de comer la última provisión que tenía y su fe puesta a prueba le da como resultado un milagro impresionante, que hizo que la harina y el aceite no se escasearon durante muchos días.
Elias tenía un nivel de fe, había creído lo que Dios le dijo y que solo por su palabra dejaría de llover y vio el milagro al cumplirse lo que había dicho. Luego se fue a esconder a un arroyo donde cuervos le llevaron carne y pan día y noche durante varios días, quizás semanas o meses. Luego va a Sarepta y Dios multiplica el aceite y la harina y el milagro de la provisión se hace real ante sus ojos. Y una vez más su fe es puesta a prueba, Dios permite una enfermedad para el hijo de aquella mujer viuda y se pone tan mal que muere, El Señor tenía un propósito con todo lo que estaba pasando.
La fe de Elias estaba fuerte y firme, pero la de aquella mujer, todavía era débil, al ver morir a su hijo sufre y habla diciendo " ¿Has venido a mí para traer a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo? En ese momento no piensa que el mismo Dios que le dio la provisión sobrenatural delante de ojos, podría devolver la vida a su hijo, su fe estaba siendo probada una vez más quitándole otra vez lo único que tenía...
Dios quiere que nuestra fe sea transformada a través de las dificultades y de los milagros que va haciendo en medio de la adversidad, la fe esta mujer viuda estaba todavía en proceso de transformación, había visto que la harina y el trigo no se acababan, pero esa fe no era suficiente para pensar que su hijo podría volver a vivir. ¿Cuántos milagros necesitaba esta mujer para creer que Dios es poderoso y que El se hace cargo de todas las cosas, aún cuando son incomprensibles para nuestro entendimiento humano? ¿Cuántas cosas necesitas ver tu, para creer que Dios puede cambiar todo lo que estás viviendo y hacer un milagro sobrenatural en todas aquellas cosas que ves imposibles??
El final de la historia es que Elías ora por el niño, tres veces y el niño vuelve a la vida, la mujer ante tal evidencia del poder de Dios, rinde su fe diciendo " Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca."
Cada día ocurren milagros a nuestro alrededor, cosas que Dios va haciendo, corazones van siendo moldeados, Dios provee para cada necesidad, El Señor abre puertas donde no había, Dios nos lleva de victoria en victoria, cada día que termina es una victoria ganada y un milagro hecho ante nuestro ojos, no podemos dudar más del poder de Dios, debemos de comenzar a confiar en El Señor con certeza, con seguridad, sin dudas, sin ver la situación que tenemos delante, sin poner nuestros ojos en el problema, sino puestos nuestros ojos en Jesús, que todo lo puede y quien tiene el milagro y la solución para cualquiera que sea nuestra petición.
Pidamos al Señor una fe nueva, una fe que crece día a día y se hace más grande, una fe transformada a través ver sus milagros en nuestro diario vivir, porque NO HAY NADIE COMO NUESTRO DIOS!!!
