jueves, 10 de octubre de 2019

TU PRESENCIA MI DESCANSO!

Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
Exodo 33:14

Recientemente leí un artículo muy interesante en el que afirmaba un médico del Hospital Clinic de Barcelona,  que el exceso de estrés crónico podría iniciar el proceso de un cáncer, esto es debido a que han descubierto que hay una estrecha relación entre la inflamación, el sistema nervioso y un tumor maligno.  Sabemos que Dios tiene la última palabra respecto a nuestra salud, pero nosotros también podemos acortar nuestros días si continuamos un ritmo de vida imparable y no tenemos descanso. 

La sociedad cada día nos llena de mil cosas por hacer y pareciera que si tenemos un rato libre debemos ocuparlo con algo más para no sentirnos parados o inactivos.  Será necesario tanto estrés, tanto correr, tanto afán?

La palabra de Dios dice "mi presencia irá contigo y te daré descanso", la Promesa: el descanso, la Condición: su presencia conmigo.  Dos elementos inseparables, porque esta gran verdad que guarda la palabra de Dios es clara, cuando la presencia de Dios va con nosotros, El nos da descanso.

No es un descanso físico, en el que estemos sentados viendo el atardecer, degustando un delicioso té caliente y esperando que pasen las horas,  es otro descanso, cuando la presencia de Dios está con nosotros podemos estar en medio de muchas personas, gente que corre y avanza, bullicio, rapidez, estrés en el trabajo y presión para terminar algo o alcanzar un objetivo, pero nuestro corazón está tranquilo, inquebrantable, inamovible, seguro en Dios.

¿Cansado, sin fuerzas, sin ánimo, exhausto, vencido? ¿Alguna o muchas de estás palabras las decimos frecuentemente? Cuidado! No dejemos que el estrés, la negatividad del mundo, la imposibilidad de las circunstancias, la falta de fuerzas y el estrés continuo, distraigan  nuestra vida de lo más importante, la presencia de Dios. 

No podemos ir en nuestras fuerzas, es imposible, rendiremos, quizás si, pero poco a poco iremos perdiendo vigor, efectividad y ganas de hacer las cosas.  El mejor trabajo hecho es aquel que descansa en la gracia y el poder de Dios, trabajando sin parar, pero descansando en Él, haciendo todo lo mejor posible, pero esperando en Su gracia y en Su misericordia, tomando el lugar que Dios nos ha dado, pero dejando que El reine sobre todas nuestras cosas y sobre nuestra vida.

Busca, anhela y vive en Su presencia, que vaya Él contigo donde quiera que vayas, seguro no te faltara ese descanso sobrenatural, que renueva, sustenta, sostiene y devuelve la vida! Señor descanso en ti!