VIVIENDO POR PRINCIPIOS
APLICANDO EL PRINCIPIO DE
AUTOGOBIERNO: EL PERDON
Hoy vamos a hablar nuevamente acerca
de vivir una vida basándonos en los principios bíblicos que la palabra de Dios
nos da y hablaremos del principio de AUTOGOBIERNO aplicándolo en nuestra vida
en un área muy importante para nuestras relaciones y para con nosotros mismos y
es EL PERDON.
Cuando hablamos de perdonar,
rápidamente podemos pensar en varios sinónimos como disculpar, pasar por alto,
olvidar una ofensa o absolver a alguien
de una culpa. Pero perdonar va mas allá de ser una simple expresión como “te
perdono”, porque implica muchas cosas.
El principio de autogobierno nos lleva abstenernos
de todas esas cosas que no nos permiten alcanzar la meta a la que queremos
llegar, nuestra salvación y una vida agradable al Señor, Dios me ha dado libre
voluntad para que sea yo quien tome el control de mis decisiones y a
través de la guía del Espíritu Santo pueda tener una vida de bendición y
caminar como a Él le agrada.
La palabra PERDONAR viene del latín
per – que significa para y donare – que significa regalar, si unimos los
términos la palabra perdonar significa PARA REGALAR, el perdón es algo que se
regala, un regalo no se da a medias, ni con condiciones, ni se retiene,
simplemente se da.
También en la traducción griega
perdonar viene del griego AFIEMI, que significa dejar ir o abandonar, otra forma muy
interesante de definir el perdón dejando ir y abandonar un sentimiento interno
y no vivir esclavo de él.
Cuando aplicamos el principio de
Autogobierno a la acción de Perdonar estamos tomando una decisión muy
importante para la sanidad de nuestro corazón y de nuestra alma, estamos
tomando el control de sentimientos como rencor, irá, venganza, odio y tantas
otras cosas que anidan en nuestro corazón cuando dejamos que la falta de perdón
gobierne en nosotros y no perdonamos.
Muchas
veces pensamos que ya hemos perdonado y que no tenemos nada en el
corazón pero para poder entender un poco más este tema que es bastante amplio,
hoy vamos a hablar primero acerca de qué no es perdonar:
QUE NO ES PERDONAR
Perdonar
no es ignorar sino enfrentar y solucionar: Mateo 5: 23 dice “Así que, si al llevar tu ofrenda al altar
te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí mismo delante del altar y ve primero a
ponerte en paz con tu hermano. Entonces podrás volver al altar y presentar tu
ofrenda.” Esta escritura nos lleva a no ignorar cuando tenemos heridas en el
corazón, ignorar no es la solución y tratar de hacer como si no hubiera pasado
nada, pensar “ya se me pasará” pero realmente tenemos dardos en nuestro corazón
y El Señor nos dice que si recordamos que tenemos alguna relación mal, que
primero debemos ir y enfrentar la situación, hablar y solucionar el problema;
eso requiere autogobierno porque muchas veces nuestras emociones toman el
control y nos llevan a tener orgullo o altivez y nos es difícil perdonar. Así
que perdonar no es ignorar.
PERDONAR NO ES OLVIDAR ES RECORDAR SIN
DOLOR:
Hay un refrán que dice “perdonar es olvidar” pero
eso no es tan cierto porque cuando olvidamos queremos de alguna forma borrar
ese capítulo difícil en nuestra vida y al olvidar perdemos esa enseñanza que
Dios nos ha dado a través de sufrir por algún problema con una persona y poder
ser de ayuda para otros en un futuro. La biblia dice en Job 11:16 “Ciertamente olvidarás tus pesares, o los
recordarás de ellos como el agua que
pasó.” Cuando perdonamos realmente de corazón recordamos pero sin dolor,
revivimos esos momentos que pasamos pero ya no nos duele al pensar en esa
situación, por el contario recordamos y pensamos con agradecimiento por lo que
Dios ha hecho en nuestras vidas a pesar de lo que nos ha pasado, tenemos una
enseñanza en nuestro corazón para mostrar el camino a otros que estén pasando
por lo mismo que nosotros ya hemos vivido. Recordamos como aguas que pasaron ya
no nos duele el corazón.
Marcos 11:25 dice “ Y cuando estéis
orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre
que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.” Como vemos en
este pasaje de la palabra de Dios no dice si tenéis algo contra alguno espera a
que se te pase, no dice ten paciencia y sigue adelante, no dice ya te vengarás,
sino que dice PERDONAD, para que también seamos perdonados, obviamente no es
una opción, debemos decidir perdonar y entonces recibiremos perdón por parte de
Dios a nuestras ofensas. Perdonar es algo que con autogobierno o dominio propio
decido hacer.
El principio de autogobierno o dominio
propio debe aplicarse en esta área tan importante para que podamos llevar una
vida abundante y no una vida amargada y triste.
Cuando hablamos con personas que
llevan el peso de una falta de perdón hacia otra u otras personas vemos que
poco a poco su corazón se va hundiendo en la tristeza y la depresión, puede ser
que no se muestre como tal, que trate de
sonreír y ser feliz pero cuando se pone el dedo en la llaga sale la tristeza en
muchas formas como amargura, desesperación, insatisfacción, falta de fe y
esperanza o en los peores casos hasta odio y sed de venganza.
Perdonar no es tan fácil hacerlo, pero
Dios nos puede ayudar, nos puede dar la fuerza, el valor para enfrentar esas
cosas que dia a dia están destruyendo nuestra fe y ganas de vivir. La palabra
de Dios dice en Filipenses 4:13 “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” y el
decir todo es TODO, aún perdonar. Cuando tomamos el control de nuestros
sentimientos y decidimos perdonar liberamos una carga interior y alcanzamos la
libertad para poder seguir adelante.
Como hablamos al inicio PERDONAR
etimológicamente es PARA REGALAR, es DEJAR IR O ABANDONAR. Hoy podemos hacerlo no dejemos que gobierne
sobre nosotros la falta de perdón, el rencor y la tristeza, tomemos hoy la decisión de perdonar y
comprobaremos como la vida se hace mas sencilla y más fácil de llevar. Podemos
hoy empezar a evaluar si en nuestro corazón hay heridas latentes que nos duelen
por cosas que en el pasado nos han hecho, puede ser que sean heridas tan
profundas que hemos querido enterrar pero que están allí, debemos revisar
nuestro corazón para no tener nada contra nadie, aún contra nosotros mismos,
seamos libres a través del perdón.