Y encomendaría a él mi causa; " Job 5:8
Estamos viviendo tiempos en los que estamos saturados de noticias, saturados de medios de comunicación informando, donde cada día aumenta más la preocupación a nivel internacional y nos damos cuenta lo vulnerables que somos y lo mucho que necesitamos depender de Dios.
A cualquier lugar que vamos las personas comentan lo que está sucediendo y entran temores al futuro en los corazones, temores a enfermar, a que un ser querido enferme, temor de morir, temor a que la situación se vuelva cada vez peor y podemos caer presos del desaliento y la desesperación.
En el libro de Job encontramos una frase que podemos usar para nosotros mismos y para los que están cerca nuestro CIERTAMENTE ANTE ESTA SITUACIÓN DEBERÍAMOS BUSCAR A DIOS Y ENCOMENDAR A EL NUESTRA CAUSA.
En este y en todo tiempo debemos buscar a Dios, volver a Él nuestros corazones, recordar que tenemos una herramienta poderosa contra el temor que es la palabra de Dios y leerla para recordar, que no estamos solos, que Él ha vencido al mundo, que no hay nada que sea más poderoso que nuestro Dios, debemos buscar a Dios y volver a Él porque en ninguna otra fuente podemos recibir paz, consuelo, tranquilidad y gozo en medio de tanta aflicción.
También dice la palabra ENCOMENDAR A EL NUESTRA CAUSA, es poner bajo Su proteccion nuestras vidas, familias, personas que amamos, situaciones que no podemos controlar, cuando encomendamos al Señor nuestra causa estamos entregando nuestras cargas para no llevar ese peso sobre nuestros hombros, confiando en Su providencia y en Su poder.
Ciertamente debemos buscar a Dios y encomendar a Él nuestras preocupaciones, angustias, peticiones y temores, busquemos al Señor, volvamos a Él nuestros caminos si nos hemos alejado, dependamos de Su cuidado, entreguemos toda preocupación e inseguridad, no sigamos la corriente de este mundo cayendo en angustia, desesperanza y falta de fe.
Señor buscamos tu presencia, anhelamos estar cerca de ti, queremos leer tu palabra y recordar cada promesa que tu tienes para nuestras vidas y las vidas de quienes amamos, tu eres grande Señor, encomendamos a ti Dios todopoderoso lo que somos y lo que tenemos, no hay Dios fuera de ti, a ti volvemos nuestros ojos y nuestros corazones. Yo te busco Señor y encomiendo a ti mi causa!