"Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones."
Salmo 46:1
Alguna vez has estado hablando con alguna persona y tienes la sensación que no te está poniendo atención? Sus palabras responden rápidamente a nuestras frases, respuestas un poco cortas y sin fundamento, su mirada se aparta de nosotros para seguir algún otro acontecimiento alrededor y finalmente terminamos la conversación rápidamente y nos quedamos con la impresión de haber sido ignorados... te ha pasado esto alguna vez?
Todos necesitamos ser escuchados, necesitamos que alguien nos atienda, se interese por nosotros, nos preste atención y mucho mejor si nos aconseja y nos da alguna solución a nuestros problemas. Lamentablemente debemos darnos cuenta que todos vamos de prisa, corriendo, tratando de llegar de una actividad a otra, ocupando el tiempo en mil cosas a la vez, entre tráfico, filas en los supermercados, asuntos pendientes en el trabajo, cocinar y limpiar, cuidar de los niños, hacemos muchas actividades y esto nos resta el tiempo que realmente quisiéramos dedicar a quienes amamos y vienen a nosotros a buscar una palabra, un consejo, unos minutos de nuestra atención.
Pero hay buenas noticias para los que necesitamos recibir atención, aliento, nuevas fuerzas y ser escuchados, la escritura dice que Dios es nuestro amparo, nuestra defensa, nuestra protección, el que nos cuida. El es nuestra fortaleza, el que tiene la capacidad para sostenernos, para soportarnos, para que podamos resistir. Y no solamente eso, es nuestro PRONTO AUXILIO en la tribulación.
Leamos claramente que la palabra no dice "nuestro tardo auxilio", "nuestro auxilio o que nos auxiliará cuando El pueda o tenga tiempo"... NO, Dios es nuestro PRONTO AUXILIO, alguien que actúa con rapidez, con audacia, alguien que no piensa dos veces en estar allí, alguien que no está escuchándonos y pensando o viendo a otro lugar, alguien que no tiene su mente en otra parte, Dios es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones, porque el viene INMEDIATAMENTE a socorrernos, auxiliarnos, a brindarnos su ayuda, su consuelo, a sostenernos para que no caigamos, Dios viene prontamente por ti, para ayudarte en cualquier situación de peligro o necesidad que estés pasando.
No es malo buscar un consejero, un apoyo, un amigo en Cristo para poder buscar consejo y que escuche lo que nos pasa, pero podemos ir a una fuente inagotable de amor y fortaleza, a un consejero admirable, sabio, amoroso, quien entiende perfectamente lo que te está pasando y no solamente eso, te puede ayudar, dar la salida, la solución o permitir que un milagro ocurra porque El es el GRAN YO SOY!!
No necesitas buscar tu teléfono móvil, no necesitas señal de Internet, no necesitas desplazarte a algún lugar, El viene a ti, prontamente para ayudarte. Es emocionante pensar que Dios, con todo su poder y con toda su fuerza siempre está dispuesto a escucharme y venir a mi lado cuando yo le busco.
Antes que ir a cualquier persona voy a ir a ti,
mi pronto auxilio en la tribulación
eres TU SEÑOR!