GUARDANDO EL CORAZÓN DE NUESTROS HIJOS
Las semanas anteriores hemos venido hablando de un área de la mayordomía muy importante porque dice la palabra de Dios que de él mana la vida, este es el CORAZÓN, hemos hablado lo necesario que es guardar nuestro corazón antes de casarnos para tomar decisiones sabias y prudentes que pueden afectar nuestro futuro para siempre, hemos visto también guardar nuestro corazón cuando ya estamos casados y cómo dejar que el perdón, la humildad, la comunión vivan en nuestros hogares y podremos guardar así nuestro corazón de contiendas, de amargura y que pueda manar de el la vida.
Hoy hablaremos de la mayordomía del corazón de nuestros hijos, es evidente que nosotros no podemos ser mayordomos del corazón de nuestros hijos porque ellos son personas individuales que conforme vayan creciendo irán tomando sus propias decisiones y se convertirán en seres independientes de nosotros, sin embargo es nuestra responsabilidad delante de Dios, antes que nuestros hijos tomen decisiones que podamos enseñarles y encausarles en un camino solido, recto y firme en el que puedan continuar caminando el resto de sus vidas.
La palabra de Dios dice en Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” esta conocida y tan repetida escritura es una herramienta clave para poder guardar el corazón de nuestros hijos, ya que la palabra INSTRUYE O ENSEÑA es la clave para que NO SE APARTE del camino recto y de Dios.
Hoy reflexionaremos en 4 aspectos, aunque hay muchos en los que como padres debemos aprender y enseñar a nuestros hijos pero estos 4 son claves para poder ser buenos mayordomos de sus corazones desde el principio:
2. Enseñemos a BUSCAR PRIMERO EL REINO DE DIOS Y TODO SERA AÑADIDO, vivimos en un mundo y rodeados de una sociedad que tristemente ha olvidado depender cien por ciento de Dios, si nos enfermamos rapidamente buscamos un medio de alivio, una medicina, un jarabe; si nos encontramos angustiados, preocupados o atemorizados, raidamente llamamos un amigo, buscamos un familiar un apoyo, y en casos contrarios cuando estamos felices, disfrutamos y vivimos como si todo lo merecieramos y nos olvidamos de Dios… para poder enseñar a guardar el corazón de nuestros hijos debemos todo el tiempo REDIRIGIR sus peticiones a Dios y no a nosotros, desde pequeños, por ejemplo si desde bebe cuando nuestro hijo se enferma antes de ir al apiretal, al analgesico vamos al Señor y oramos por el, conforme el vaya creciendo cuando se sienta mal nos dirá “mama ora por mi”, cuando necesite algo o quiera algo un juguete, una muñeca, algo que le haga ilusión le decimos: vamos a orar y si Dios quiere te lo va a conceder, de esa manera ellos podrán ir aprendiendo a depender de Dios todo el tiempo, si van a presentar un examen o una prueba importante enseñémosles a orar y buscar al Señor para que les de habilidad, que les recuerde lo que han estudiado, su fe irá creciendo porque Dios es real y les ayudará en todo lo que le pongan en Sus manos… y también cuando estemos en tiempos felices de vaciones, tal vez en la playa disfrutando o pasando un buen tiempo digamos a nuestros hijos “todo esto nos lo ha dado Dios, que bueno es El Señor”, entonces nuestros hijos veran que quien provee, quien sana, quien bendice, quien liberta es EL Señor y serán dependientes de Dios desde su niñez, su juventud y como dice la palabra aún cuando fueran viejos seguirán dependiendo de Dios.
3. Enseñemos QUE TENEMOS UN PROPOSITO Y QUE SOMOS SERES ETERNOS… creo que gran parte de los problema que tenemos en la actualidad con la juventud es que muchas personas piensan que hay que vivir aquí y ahora, hay frases que te dicen “vive el momento, después ya veremos que pasa” y no enseñamos a nuestros hijos a pensar desde pequeños que ellos han venido a este mundo con un proposito, que no están aquí por una casualidad del destino o porque como padres hemos querido que nazcan, NO, ellos están aquí porque fue la voluntad de Dios que ellos se forman en nuestro vientre, nacieran, crecieran y tienen un proposito en Dios para este mundo, pero que no termina su vida aquí, sino que en esta tierra estamos de paso, de forma temporal, pero que LO MAS IMPORTANTE es donde pasaremos la eternidad. Muchos padres enseñan a sus hijos a que sean profesionales y eso no esta mal, pero no con el fin de enriquecerse y lograr un estatus social sino que estudiarán y se preparán con un proposito y que lo mas importante es cumplir la voluntad de Dios en sus vidas no lograr una profesión. Si nuestros hijos logran entender que son seres eternos y que lo que hagan en su paso por esta tierra determinará donde estarán por el resto de sus vidas eternamente, les ayudará a guardar sus corazones para Dios y buscar Su voluntad sobre todas las cosas.
4. Enseñemos el PRINCIPIO DE LA AUTORIDAD Y LA OBEDIENCIA… hay muchas cosas mas que enseñarles, pero hoy quiero terminar con esta ultima reflexion y es que podremos guardar el corazón de nuestros hijos enseñandoles el principio de la autoridad y de la obediciencia, es tan importante que nuestros hijos y nosotros mismos tengamos un encuentro con la autoridad de Dios, enseñar el vivir bajo autoridad no es facil, pero es algo que traerá bendición tras bendición sobre nuestros hijos, la palabra de Dios es muy clara enseñando el primer principio de autoridad en Deuteronomio 5:16 “Honra a tu padre y a tu madre,como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da” a quién le saldran bien las cosas? A nuestros hijos, quienes tendrán larga vida? Nuestro hijos, entonces el honrar la autoridad de los padres traerá bendición sobre sus vidas y les enseñará a honrar a cualquier autoridad en el futuro, sean sus jefes, sus pastores, etc. porque les hemos enseñado a respetar y honrar la autoridad, la obediencia es determinante para una vida de bendición y de éxito, Dios honra al que le honra y si enseñamos a nuestros hijos a honrar, obedecer y sujetarse a Dios como primera autoridad, luego a sus padres, etc estaremos creando en ellos poco a poco un corazón manso, humilde en vez de un espiritu rebelde que les traerá mucho dolor y consecuencias.
Entonces recordandemos un poco como podemos ser buenos mayordomos del corazón de nuestros hijos hoy:
- Enseñemos con el ejemplo
- Enseñemos a depender de Dios
- Enseñemos a vivir con un propósito
- Enseñemos a vivir bajo la autoridad de Dios
Podemos pensar pero mi hijo es muy pequeño y cuando crezca ya le enseñaré, no es ahora desde que es pequeñito y si ya es un joven podemos orar a Dios buscando sabiduría para que poco a poco podamos ir recuperando ese tiempo que hemos perdido.
PROXIMA SEMANA… la mayordomía de NUESTRAS PALABRAS…
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