VIVIENDO POR PRINCIPIOS
APLICANDO EL PRINCIPIO DE MAYORDOMIA:
APRENDIENDO A DAR
Hoy
vamos hablar acerca del principio de mayordomía, que es un tema del que hemos
hablado varias veces en esta sección del programa sabemos que la Mayordomía es
el principio bíblico que nos enseña que todo es de
Dios, nada es mío pero soy responsable, porque soy el administrador de todo lo
que Dios me ha dado. Muchas veces podemos caer en el extremo de pensar que todo
lo tenemos por nuestra capacidad, voluntad, trabajo y esfuerzo y que todo nos
pertenece y también podemos vivir en el otro extremo pensando que nada es mío,
y al ser todo de Dios yo no soy responsable de nada. El principio de la
mayordomía es el equilibrio entre estos dos y me lleva a hacerme responsable
por todo lo que Dios me ha dado porque tarde o temprano daré cuentas a El de lo
que ha puesto en mis manos.
El principio
de la mayordomía no solo me dice que todo es de Dios sino que también debo ser
un buen administrador; y una cualidad de un buen mayordomo o administrador es
un corazón entrenado para dar y no para retener, en la parábola de los talentos podemos recordar
que un hombre dejó a sus siervos cierta cantidad de talentos a cada uno, para
que pudieran administrarlos y pudieran producir, uno de ellos en vez de
multiplicar el talento lo enterró porque tuvo miedo, en otras palabras lo RETUVO,
pensando en entregarlo cuando su señor volviera sin tener la sabiduría de
ponerlo a producir y que ganará
intereses para su señor. La actitud del
corazón que El Señor quiere que apliquemos a nuestra vida es el de dar y nunca
retener.
Como Cristianos tenemos
mucho para dar, la palabra de Dios habla en el libro de Proverbios 11:24 donde dice “ Hay quienes
reparten, y les es añadido más; Y hay quienes RETIENEN más de lo que es justo, pero vienen a
pobreza” El Señor quiere que repartamos que demos a los demás de lo mucho que
Dios nos ha dado. Y podemos pensar yo
apenas tengo para mí, cómo voy a dar a los demás??? Eso es porque pensamos en
dar dinero o ayuda económica, cuando en nosotros hay muchas cosas para poder
dar y repartir a los demás. Una de las formas de aplicar la mayordomía o la
buena administración a lo que Dios me ha dado es dando a los demás y no
reteniendo. El dar es un don que Dios
nos da en el lugar apropiado, en el momento justo, para dar a las personas que
Dios nos indique y que será de mucha bendición para sus vidas.
Puedo dar o puedo
retener lo que tengo, es una decisión que yo tomo en una determinada situación,
puedo dar un consejo, mi amistad, puedo dar con generosidad, puedo dar mi
tiempo, puedo dar consuelo, puedo dar apoyo, puedo dar también económicamente o
con mis bienes y poseciones, pero lo importante es que piense qué estoy
haciendo con tantos dones, talentos y cosas que Dios ha puesto en mis manos,
Nos lo hemos preguntado alguna vez? que puedo hacer con toda la bendición que
Dios me ha dado? Hoy quiero animales a meditar un poco en cosas que podemos dar
y hacer por los demás sin RETENER esas bendiciones en nosotros:
1.
Puedo DAR CONSEJO
Y APOYO “Proverbios
27:9: El ungüento y el perfume alegran el corazón, Y el cordial consejo del AMIGO, al hombre”, dar un consejo alegra el corazón, cuando damos
un consejo estamos dando nuestro tiempo, estamos contando nuestras experiencias
y testimonios, estamos dando apoyo a esa persona que necesita escuchar palabras
de ánimo, de esperanza, no podemos ser indolentes ante la preocupación,
angustia y dolor de los que nos rodean, no retengamos en el corazón un consejo,
apoyemos a nuestros hermanos o hermanas, cuando damos nuestro tiempo a los
demás no lo estamos perdiendo lo estamos invirtiendo y administrando bien.
2.
Podemos DAR NUESTRA AMISTAD Proverbios 17:17 dice “En todo tiempo ama el
amigo, y es como un hermano en el tiempo de angustia”. Tristemente nuestra
sociedad está llena de personas por todas partes, pero realmente contar con una
amistad de Dios es un tesoro inigualable, la palabra de Dios nos habla de la
amistad verdadera, nosotros podemos dar esa amistad que no abunda en la
actualidad, estando en todo tiempo con quien lo necesita y sobre todo en los
tiempos de angustia. Ser amigo y dar una amistad sincera puede ser de mucha bendición para las personas que
están cerca nuestro y estamos administrando bien nuestra vida.
3.
Podemos DAR CON
GENEROSIDAD: La generosidad según el diccionario es “dar y entender a los
demás, es una persona que piensa en compartir aquello que tiene con personas
menos afortunadas”, hoy en día es difícil para nuestra sociedad pensar en dar
con generosidad, ya que el egoísmo y el vivir pensando solo en nuestras propias
necesidades nos hacen olvidarnos de los demás, la biblia habla del generoso
en Isaías
32:8 dice “Pero el generoso
pensará generosidades, y por generosidades será exaltado”
Proverbios 11:25 también dice “El alma generosa será
prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.” Ser generoso no es dar
lo que nos sobra, no es dar lo que ya no queremos, sino dar de lo que tenemos,
sin RETENER, siempre dando con alegría, es compartir con otros lo mucho o lo
poco que Dios nos ha dado, siempre habrá personas que necesiten de nuestra generosidad.
4.
Podemos DAR
CONSUELO Es muy interesante ver el origen de la palabra hebrea Consolar que
significa “ayudar a una persona maltratada, triste o rota hasta el punto que no es capaz de recuperar el aliento, a
respirar nuevamente y sentir alivio”, dar consuelo no es solo decir “lo siento” y
seguir de largo, dar consuelo es algo precioso que podemos dar a otros y no
cuesta nada económicamente, pero puede ser de mucha bendición para otros… 2
Corintios 1:4 “el cual nos consuela en todas
nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros CONSOLAR a los que
están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros
somos consolados por Dios.” Este es uno de mis versículos favoritos, y al leer
esta definición de consolación puedo pensar que Dios nos ayuda en nuestras
angustias y tribulaciones, nos ayuda a recuperar el aliento, nos ayuda respirar
nuevamente, sentir alivio y seguir adelante.
Eso es consolar, podemos dar consuelo, dar amor, aliento, ayuda, animo,
nuevas fuerzas y esperar a que la persona pueda recuperarse de su tristeza y
recobrar el ánimo, la fe, las fuerzas y seguir adelante.
Como podemos ver ser buen mayordomo no es solamente
administrar sino también es dar, Dios prosperará nuestra alma en la medida que
damos y bendecimos a otros, hoy podemos empezar a administrar de la mejor
manera lo que Dios nos ha dado, dando un
CONSEJO, brindando nuestra amistad sincera, dando con generosidad de lo que
tenemos y dando consuelo ayudando a otros a recuperar las fuerzas doliéndonos
con ellos, comprendiendo sus situaciones y ayudándoles a seguir adelante.
“lo que no se comparte se pierde, lo que se da
de corazón se multiplica”
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