Salvamos el día pero perdemos la vida... decía el título de un artículo muy interesante y muy cierto.
"El día a día muchas veces nos sobrepasa y lamentable aunque comprensiblemente podemos hacernos y hacer mucho daño a las personitas que más queremos. Y, precisamente por eso, porque las amamos y son importantes para nosotros hemos de tomar conciencia y replantearnos ciertas cosas. El mejor regalo para tus hijos eres tú. Y dispones de este preciso momento, del ahora, para demostrárselo" Angel Jové
Tomemos un momento hoy para reflexionar en cuáles son nuestras actitudes hacia nuestros hijos, el correr del día a día nos hace ver que el tiempo es insuficiente y siempre nos hace falta tiempo, suena el despertador por la mañana, empieza la batalla de cada día, pero lo mas importante es no perder nuestra propia batalla, en nuestro propio campo, en nuestras propias siembras, que son nuestros hijos.
Dedica tiempo a ellos, es tu mejor regalo, interésate por qué les gusta? cuáles temas les apasionan? Quiénes son sus amigos? No dejes de abrazarles, darles un beso, los hijos deben sentir tu amor y tu cariño, no se trata de consentirles y ser permisiva, se trata que sientan tu amor incondicional que estará allí siempre. Corrige si es necesario, pero hazlo en amor, siempre edificando, nunca destruyendo.
Si son pequeños juega con ellos, sin son adolescentes juega con ellos también, verás que no es tan difícil hacerles sonreír y que vuelvan a ser esos niños que nunca han dejado de ser.
Recuperemos nuestro tiempo y nuestra presencia en la vida de nuestros hijos antes que otros quieran tomarla y ya sea demasiado tarde porque han crecido.
"No tengo yo mayor gozo que este,
el oír que mis hijos andan en la verdad."
3 Juan 1:4
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