"puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios."
Hebreos 12:2
El otro día escuche una frase impactante que decía: "No hay un ser humano más miserable en esta vida, que aquel que sólo piensa en sí mismo". En la palabra de hoy el libro de Hebreos nos dice "puestos los ojos en Jesús", lo cual significa que nuestros ojos pueden ver a Jesús o pueden cambiar su mirada a las circunstancias, a otras personas o lo que sería peor, podríamos tener los ojos puestos en nosotros mismos.
Te has preguntado alguna vez por qué el consejo es que pongas los ojos en Jesús?
Esto es por que al ver a Jesús podremos darnos cuenta que nadie ha sufrido como Él, nadie ha sido tan humillado o lastimado como Él, nadie ha sufrido tales contradicciones, acusaciones y menosprecios, rechazo, abandono y muerte, como Jesús lo ha vivido. Porque El sufrió en su propia carne todas aquellas cosas que nosotros como seres humanos podemos vivir y sin haber hecho nada, soportando todo lo que el Padre le permitió vivir solamente por una razón, por amor.
Nuestros ojos son como ventajas por donde entra la luz o pueden cubrirse de sombras y dejar que la oscuridad se apodere de nosotros. Si ponemos la mirada en Jesús nuestros ojos estarán llenos de luz, de esperanza, de consuelo, de fe, pero si ponemos la mirada en otro lugar podemos caer presos de la preocupación, la impotencia, la insatisfacción, la duda y la frustración.
Jesús soportó cada sufrimiento sin ver la vergüenza que estaba atravesando, sin ver lo impotente que podía sentirse, sin juzgar a quienes le humillaron y vituperaron, El tenía puestos sus ojos en lo que vendría después, El sabía que después del sufrimiento vendría la alegría y el gozo y esa fortaleza le llevó a la victoria y se sentó a la diestra del trono de Dios.
En medio de cada adversidad es muy difícil levantar la mirada y ponerla en Jesús, pero será lo único que podrá mantenernos firmes, gozosos, llenos de esperanza y sin perder la fe.
Pon tus ojos en Jesús, fija tus ojos en Cristo, se paciente en este tiempo que estás viviendo, no dudes que esa dificultad, esa enfermedad, esta situación imposible también pasará y verás la gloria de Dios en tu vida una vez más!
Señor gracias porque en tu palabra hay siempre consuelo y esperanza, hoy quiero quitar mis ojos de toda situación o circunstancia, quiero quitar los ojos de mi mismo y centrar mi mirada en ti, quiero verte a ti Señor y ver tu poder, tus milagros, tu fuerza y tu fortaleza cada día de mi vida. Llena mi corazón de esperanza, hoy pongo mis ojos en ti Señor y se que no seré defraudado. Amén!
No hay comentarios:
Publicar un comentario