porque Dios habita en ella;
Dios mismo vendrá en su ayuda
al comenzar el día."
Salmo 46:4
Se han escrito muchos poemas, historias, películas, canciones y frases acerca del amanecer, ese momento del día en el que aparecen los primeros rayos de luz del sol que anuncian que el día ha comenzado.
Cada amanecer es una nueva oportunidad de vida y una nueva esperanza, sin embargo según el tiempo que estamos viviendo o el curso que lleva nuestra vida, el amanecer puede convertirse en una carga, un peso o un momento incómodo en el que notamos que el día ha comenzado y hay que enfrentarlo con todo lo que viene con él.
La escritura dice en el Salmo 45 que la ciudad de Dios jamás caerá porque Dios habita en ella, y El mismo vendrá en su ayuda al comenzar el día. Tu y yo somos el lugar donde El Señor habita, nuestro corazón es su habitación, somo Su pueblo, sus escogidos, sus amados, El Señor habita en nosotros! Por tanto no debemos tener temor, tristeza, desolación, desanimo o abatimiento cuando el día comienza porque El mismo Dios vendrá en nuestra ayuda al comenzar el día, desde que el los primeros rayos del sol aparecen ya está El Señor allí a nuestro lado para brindarnos su ayuda, su mano, su cuidado, su protección y su oportuno socorro.
Qué diferentes se ven los días cuando pensamos que El Señor está con nosotros al comenzar el día, es que NO ESTAMOS SOLOS!!! El Señor habita en nuestro corazón, El es el dueño de nuestra alma y quien reina en nuestra mente, pensamientos y voluntad, por tanto el desanimo o el desconsuelo no deben tener cabida en un corazón que tiene un Dios tan grande!
Hoy y todos los días de nuestra vida nuestro Dios viene en nuestra ayuda, jamás caeremos, no seremos conmovidos, no desmayaremos, ni tendremos temor, desanimo, desesperanza y desolación.
El día ya ha comenzado, El Señor vendrá en tu ayuda y está allí contigo desde muy temprano al comenzar el día!
Gracias Señor el día comienza y tu estás conmigo!!!
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