1 Juan 3:22
No hay mejor recompensa para un padre que sus hijos se porten bien, cuando observamos en ellos obediencia, respeto, cariño y una vida tranquila y ordenada, nuestros corazones se agradan de ellos y si alguno se acerca a pedirnos algo que necesita, trataremos de ayudarlo en lo que podamos porque su conducta es buena y no tenemos queja de él.
Así es nuestra vida delante de Dios como sus hijos, Él nos ha dado todas las cosas y una relación de amor implica un camino de dos vías, recibimos bendición y devolvemos obediencia, Dios espera que sus hijos sean quienes por amor a Él deciden guardar sus mandamientos y poner por obra su palabra, deciden ser ejemplo en sus acciones y comportamiento, dando un buen testimonio de vida que agrada a Dios y bendice a los hombres.
La escritura de hoy dice que CUALQUIER COSA QUE PUDIÉRAMOS LA RECIBIREMOS DE ÉL, pero la condición para tener este privilegio es PORQUE GUARDAMOS SUS MANDAMIENTOS Y HACEMOS LAS COSAS QUE SON AGRADABLES DELANTE DE ÉL.
No hay mucho que podamos explicar o tratar de razonar, Dios responde las peticiones de sus hijos como un Padre, pero un padre que ve en nosotros determinación a hacer lo que a Él le agrada, determinación a caminar en obediencia, en rectitud, en santidad y haciendo las cosas que son agradables delante de él.
Cómo está nuestra vida de obediencia a Su palabra, de fidelidad a Su voluntad, cómo es nuestro caminar cuando todos nos ven y cuando no nos ven? Qué pensamos? Qué sentimos? Como es el fondo de nuestro corazón?
Anhelas que Dios responda a tu oración y conceda las peticiones de tu corazón? Camina íntegramente delante de Él, camina en obediencia a solas y rodeado de gente, busca en todo momento que la motivación de tu corazón sea la correcta y que siempre para Dios sea agradable tu caminar.
No pierdas la bendición de ver tu vida de fe creciendo y avanzando, guarda sus mandamientos y has las cosas que son agradables delante de Él.
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