sábado, 6 de abril de 2019

CONFÍO EN TU PALABRA!!


"La puerta Vieja fue restaurada por Joiada hijo de Paseah y Mesulam hijo de Besodías; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y cerrojos."
Nehemías 3:6

En nuestros tiempos existen muchas cosas nuevas, la tecnología cada día presenta nuevas herramientas y opciones para facilitar nuestra vida, vamos viendo como todas las cosas van mejorando, evolucionando y siendo más efectivas y eficaces, por eso corremos el peligro de pensar que lo nuevo es mejor que lo antiguo en todos los sentidos, pero nunca podremos anteponer algo nuevo a la verdad de la palabra de Dios que no ha cambiado y que permanece para siempre. Recordar lo antiguo también nos lleva a no olvidar de dónde Dios nos ha sacado y todo lo que ha hecho por nosotros. 

En el libro de Nehemías aparece la restauración de la puerta vieja, la cual fue restaurada, enmaderada, levantada y le pusieron cerrojos y cerraduras. ¿Por qué levantar y restaurar una puerta vieja? ¿No era mejor hacer una puerta nueva y desechar la puerta antigua?

Según nuestra forma de ver las cosas, no sería lógico volver a poner algo viejo, pero para el pueblo de Israel tiene un gran significado. En el libro de Jeremías Dios dice a su pueblo: "Paraos en los caminos y mirad y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino y andad por el, y hallaréis descanso para vuestra alma." Las sendas antiguas, los caminos antiguos y la puerta antigua o vieja son importantes porque nos recuerdan el camino correcto, lo que ha sido bueno desde siempre y para siempre y lo que en verdad conviene.

La puerta vieja en la ciudad de Jerusalen era la única que quedaba de las primeras puertas que tuvo esa ciudad, era necesario ponerla de nuevo porque al verla recordarían los milagros, las maravillas y las proezas que Dios había hecho con Su pueblo. Lo único que permanece desde siempre y para siempre es Su palabra, infalible, eficaz y eterna. 

Esta puerta debe ser restaurada también en nuestro corazón, la lectura de la palabra de Dios no solamente como un hábito, sino como parte de nuestra vida, escudriñarla y meditar en ella, traerá libertad, bendición, dirección, visión y propósito. La palabra de Dios nos da seguridad porque han pasado siglos y sigue siendo la misma, no falla y no cambia. Esta puerta antigua donde están escondidos los tesoros más grandes de la sabiduría debe estar en pie y firme en nuestra vida y nunca derribarse ni descuidarse. 

Cómo está tu puerta vieja?? Lees la palabra de Dios continuamente, meditas en ella, reflexionas, buscar de todo tu corazón la dirección del Señor a través de ella? Restaura hoy la puerta antigua en tu interior, no dejes de leer la palabra que está viva, que trae consolación, fe y esperanza, que nos recuerda quién es El Dios en quien confiamos, que no falla y que vive eternamente y para siempre.

Señor restaura en mi la puerta vieja, aunque hayan senderos nuevos y muy atractivos yo quiero caminar por la senda antigua de tu palabra, quiero caminar en esa verdad que me hace verdaderamente libre que me muestra el camino, que me dice quién soy y hacia dónde voy. Quiero leer tu palabra, no solamente como un requisito de un Cristiano verdadero, quiero leerla porque quiero descubrir todas aquellas cosas que tienes para mi y que me llenan de fe el corazón y me levantan si caigo. Gracias Señor por tu palabra siempre verdadera y siempre fiel! Confío siempre en tu palabra!Amén!