domingo, 13 de marzo de 2016

BIENAVENTURADOS LOS QUE HABITAN EN TU CASA


 “Bienaventurados los que habitan en tu casa; 
Perpetuamente te alabarán. Selah”
Salmos 84:4


Ser bienaventurado es ser tres veces dichoso o tres veces feliz, habitar en la casa de Dios es vivir en Su presencia cada día, es habitar bajo sus alas, vivir bajo su sombra y refugiarse en El, es contar con su compañía y aprobación en todo momento, podemos habitar en muchos lugares, habitar en lugares de tinieblas o habitar en lugares de luz, pero en ningún otro lugar podremos ser bienaventurados más que en la presencia de Dios. 

Todo en esta tierra terminará, aún nuestro cuerpo podrá destruirse, pero el vivir en Su presencia es algo que podemos hacer aquí en este mundo y prolongarlo hasta la eternidad. Permanecer en su casa, en su presencia, bajo sus alas es algo precioso que podemos hacer aquí en la tierra y lo haremos en la eternidad. Alabar al Señor y habitar en su presencia, es un ministerio eterno!

Habitar en la casa de Dios no es solamente asistir a la iglesia y salir con un corazón rebozando de gozo, pero con el paso de los días va desvaneciéndose. Habitar en la casa de Dios es día a día, es estar a su lado, buscar llenarnos de Su amor, de su paz, recibir su consejo, su consuelo y su protección en todos los días de nuestra vida, asistir a la iglesia es una bendición para nuestra vida, pero no es el todo para habitar en la casa de Dios, porque Su presencia debe permanecer con nosotros siempre.

Hoy podemos ser tres veces dichosos habitando en su casa, entonando alabanzas, danzando con alegría y gozo, adorando su precioso nombre, levantando manos santas, entregando nuestras cargas y recibiendo su amor y su paz, tres veces dichosos los que habitan en la casa de Dios porque lo haremos perpetuamente, lo haremos por la eternidad!!!

OREMOS: Padre ayúdanos a vivir en tu presencia cada día de nuestras vidas, pon el deseo en nuestro corazón para buscarte de mañana al comenzar el día, cada noche al terminarlo y en cada tiempo o decisión que tomemos, quiero estar contigo Señor eternamente, no permitas que nada ni nadie me aparte de ti. Hoy anhelo ser tres veces dichoso y alabarte y adorarte con sencillez de corazón, quiero alabarte perpetuamente… Amén!