lunes, 22 de mayo de 2017

SIN LUGAR A EQUIVOCARNOS



Al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían, guardando la ordenanza de Jehová como Jehová lo había dicho por medio de Moisés.
Numeros 9:23

Existe un fenómeno que se da una vez al año entre Canadá y México, es el fenómeno migratorio de la mariposa Monarca, la cual debe migrar debido a los cambios de vegetación, ya que el hombre ha transformado grandes extensiones de bosques en zonas industriales y urbanas; se ha modificado el clima, los bosques y pastizales, por esta razón la mariposa Monarca migra de Canadá desde finales de agosto y llegan al centro de México a principios de noviembre. Hasta hoy es un misterio como logran sincronizar su reloj interno y la dirección del sol , pero lo que si es cierto es que no se desorientan y logran llegar a su objetivo y volver en inicios de la primavera a su lugar de origen.

La mariposa Monarca no se desorienta nunca, van en grandes cantidades y logran llegar a su objetivo y volver, son dirigidas y no se pierden, estos insectos tan pequeños nos enseñan muchas cosas como la unidad, la fortaleza de vivir en grupo, pero sobre todo el dejarse guiar y no cambiar de dirección.

En el libro de Números habla cuando el pueblo de Israel partió hacia la tierra prometida, eran completamente guiados por El Señor, la escritura dice que al mandato de Jehová acampaban y al mandatao de Jehová partían, siempre guardando la ordenanza del Señor como lo habían recibido por medio de Moisés. La relación del pueblo de Israel con su Dios era impresionante ya que podían reconocer la voz de Dios para avanzar,  para detenerse y para volver a avanzar.

Es evidente que en ese tiempo el pueblo de Israel necesitaban al Señor para saber su dirección, no desviaban su atención a otras cosas, estaban siempre guiados por su presencia y aguardando su dirección en cada movimiento que hacían. En nuestros días podríamos vivir igual, pero muchas veces hay tantos distractores que quitan nuestra atención del Señor, que acallan su voz en nuestros corazones y que apagan Su presencia en nuestra vida y terminamos caminando por nosotros mismos y apoyados en nuestra propia prudencia.

Cuántas cosas podríamos mejorar en nuestra vida si nos dejáramos dirigir por El Señor en cada paso  que damos? Cada día necesitamos la dirección de Dios  y caminar de acuerdo a su voluntad y como a El le agrada,  sobre todo caminar en el camino que Él nos muestre que será siempre el mejor y el que nos llevará a que Sus planes se cumplan en nosotros.

Déjate guiar por El Señor! Escucha su voz cada día, camina cerca de Su presencia y seremos como esas mariposas Monarca que no se desorientan y a pesar de ser tan pequeñas logran llegar a su destino y volver. Caminando bajo la guianza del Señor es caminar sin lugar a equivocarse.

Señor cuánto anhelo sentir tu presencia sobre mi vida en cada paso que doy, en cada decisión que tomo, en cada día que debo enfrentar, te entrego este día la dirección de mi vida, dirígeme Señor que seas tu quien oriente mis pasos y me haga caminar en tus caminos, en tu voluntad y de acuerdo a tus planes, gracias porque siempre estás velando por mi camino, que no haga nada con mi voluntad sino que aprenda cada día a depender de ti para no equivocarme. Amén!