viernes, 31 de mayo de 2013

LA MAYORDOMIA DE NUESTRAS PALABRAS PRIMERA PARTE

Hace varias semanas estuvimos compartiendo acerca de la Mayordomia de la Lengua y la importancia de cuidar la puerta de nuestros labios para que con ellos no contaminemos sino que traigamos bendición a nosotros y a los que estan cerca.
Hoy hablaremos de la Mayordomía de nuestras palabras… te has preguntado alguna vez cuántas palabras dices al dia…???
 En una Universidad de Arizona  quisieron verificar si era cierto que las mujeres hablan más que los hombres y  analizaron las conversaciones diarias de 396 estudiantes y los resultados fueron que: Las mujeres emplean una media de 16.215 palabras al día y los hombres emplean una media de 15.669 palabras al día. La diferencia no es apenas significativa a efectos estadísticos unas 546 palabras… qué nos quiere decir esto… pues que tenemos que poner mas atención cuáles son esas dieciseis mil palabras o quince mil palabras que decimos diariamente…
La palabra de Dios nos dice que “de la abudancia del corazón habla la boca”, esto significa que lo que hay en nuestro corazón va a ser determinante para ver qué palabras son las decimos constantemente.
Tal vez sea imposible ir haciendo un apunte en una libreta desde que nos levantamos hasta que nos vamos a la cama  palabra por palabra que decimos, pero si podemos detenernos hoy a pensar cuáles son las palabras que más repetimos, son palabras buenas, de bendición, de edificación, palabras sinceras, palabras correctas, bendecimos a Dios, hablamos de sus maravillas o por el contrario hablamos muchas palabras negativas, para de destrucción, mentiras, maldecimos a otros…?
Podriamos continuar nuestra vida normalmente sin detenernos en pensar qué palabras estoy hablando, pero al buscar ser buenos mayordomos de todo lo que Dios nos da, hay que buscar tambien la excelencia en mi hablar diario…
Hoy quiero dar 4 consejos para poder tener una mejor mayordomía de nuestras palabras y poco a poco ir revisando diariamente cómo ha ido nuestro día…
1.    Busquemos a Dios de mañana… En el  Salmo 5:3: Oh Jehová, de MAÑANA oirás mi voz; de MAÑANA me presentaré delante de ti, y esperaré”, qué importante es poner a Dios como primer punto en nuestras palabras, esta escritura dice DE MAÑANA OIRAS MI VOZ, eso quiere decir que mis primeras palabras del dia deben ser para Dios, cada uno tiene una manera diferente de comenzar el día pero seguro todos despertamos en un lugar de descanso donde hemos reposado, no necesitamos hacer un gran devocional y tomarnos dos horas antes de levantarnos pero si podemos dirigir nuestras primeras palabras al Señor, veremos la diferencia en nuestro dia, no solo en nuestra vida sino en las palabras que saldrán por nuestra boca.
2.    Hablemos PALABRAS LIMPIAS… El Salmo 12:6 dice “Las palabras de Jehová son PALABRAS LIMPIAS, como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces”.  Investigando acerca de la  plata he encontrado que se refina o se purifica poniéndola al fuego hasta que se vuelve líquida para sacarle las impurezas. Los que trabajan la plata dice que la plata se calienta y se conoce que está lista cuando el platero puede ver su propia imagen en ella como un espejo. Este Salmo dice que Dios purifica sus palabras ¡siete veces! Imaginemos cuán puras son las palabras de Dios sus palabras son purificadas siete veces, son totalmente  puras y limpias. Refinamos nosotros nuestras palabras? Al menos una vez nos detenemos a pensar si nuestras palabras son limpias? Reflejarán la imagen de Dios que mora en nosotros, Refinemos nuestras palabras, busquemos hablar palabras limpias, pensemos antes de hablar, evitemos dar a los que están cerca nuestro palabras vanas y vacias.
3.    HABLEMOS MENOS Y ESCUCHAMOS MAS… en Proverbios 10:19 nos dice “En las muchas PALABRAs no falta pecado;  Mas el que refrena sus labios es prudente.”  A veces no nos damos cuenta y hablamos y hablamos y nuestras mismas palabras nos pueden enrredar y llevar donde no queremos, un sabio dijo que si Dios hubiese querido que hablaramos mas y escucharamos menos nos habría dado un oido y dos bocas, pero es todo lo contrario tenemos dos oidos y una boca, lo que quiere decir que debemos escuchar mas y hablar menos… tambien la escritura nos dice en  Proverbios 17:27: El que ahorra sus PALABRAs tiene sabiduría… El ahorrar es una característica de un buen mayordomo y la palabra de Dios nos habla de ahorrar palabras, así que ahorremonos hablar si no es necesario. Freud decía: “Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla…”
4.    HABLEMOS LA PALABRA DE DIOS… en 1ra. Pedro 4:11 dice “SI alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios”, podemos pensar que es dificil hablar todo el dia con la palabra de Dios pero si podemos ir introduciendo en nuestro leguaje diario frases, versiculos, pequeños fragmentos de la palabra, no es exagerar pero si hasta hoy hemos dicho palabras como: no puedo, podemos decir TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE, si hemos dicho no tengo… podemos decir Dios es mi proveedor, El Suplirá, si digo estoy preocupado puedo decir El es mi paz y así podremos ver que para cada argumento de nuestras palabras hay una palabra de Dios que suple toda necesidad.  En el Salmo 119:103 nos dice “Cuan dulces son a mi paladar tus palabras, mas que miel en mi boca” notaremos la diferencia cuando hablamos la palabra de Dios a nosotros mismos y a los demás tendremos suavidad y dulzura del cielo en nuestro hablar diario.
Recordemos los 4 consejos de hoy para ser buenos mayordomos de nuestras palabras:
1.    Busquemos a Dios de mañana, El controlara nuestras palabras.
2.    Hablemos palabras limpias, revisemos lo que hablamos
3.    Ahorremos palabras, evitemos hablar palabras en exceso…
4.    Y si hablamos que abunde la palabra de Dios en nuestros labios
Termino con una frase que dice:
“La palabra tiene mucho de aritmética: divide cuando se utiliza como navaja, para lesionar; resta cuando se usa con ligereza para censurar; suma cuando se emplea para dialogar, y multiplica cuando se da con generosidad para servir. “


PROXIMA SEMANA Continuamos hablando de la Mayordomía de nuestras Palabras.