lunes, 27 de noviembre de 2017

GUARDANDO MIS OÍDOS: COMENZON DE OIDO


"Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído
 y se volverán a las fabulas"
2da. de Timoteo 4:3-4

Es increíble como en la palabra de Dios podemos encontrar toda la verdad a situaciones que se nos presentan en nuestro diario vivir, es tremendo lo que este versículo nos dice en esta escritura, porque nos habla de lo importante que es cuidar nuestro oído. Con nuestro oído podemos amar la verdad o volver a las fábulas, a cosas que no son reales, pero que si nos complacen en nuestro interior.

La palabra de Dios nos confronta y nos hace ver nuestra condición, nuestro pecado o las cosas que estamos haciendo mal, nos revela aquellas situaciones en las que actuamos incorrectamente, nos redarguye y confronta, pero muchas veces podemos tener comezón de oír... oír otra doctrina, otras palabras que digan lo que queremos escuchar y no lo que realmente debemos escuchar.

Debemos tener cuidado con buscar personas o lugares que nos quieran dar siempre bendición, que solo nos digan lo bueno, que nunca nos hablen del esfuerzo, del sufrimiento, de la disciplina, no es bueno aquel que solo nos halaga y no nos corrige nunca, porque así no creceremos, Jesús fue un varón experimentado en quebrantos, así que cuidemos de no tener comezón de escuchar fábulas y no la verdad que guarda la palabra de Dios. 

Muchas veces podemos sufrir por causa de la comezón de nuestro oído, porque hemos buscado palabra que queríamos oír y no hemos buscado lo que la palabra  Dios nos decía para determinada situación. Seamos sabios y guardemos siempre nuestros oídos.

 Señor hoy clamamos porque podamos tener hambre, sed y deseos de escuchar tu palabra, esa palabra que nos bendice pero que también nos redarguye de pecado, nos muestra el camino, tu palabra endereza nuestro camino, nos marca claramente por donde debemos andar. Quita de nosotros la comezón de oír cosas que no son reales, que nos gusta escuchar pero que están lejos de tu voluntad, permite que nuestros oídos estén guardados para ti, que tu palabra sea el filtro por donde pase todo lo que recibimos en nuestro interior desechando lo malo y reteniendo lo bueno. Amén!