miércoles, 22 de enero de 2020

PEDIR, BUSCAR Y LLAMAR

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Mateo 7:7-8

Pedir, buscar y llamar son tres palabras que nos hablan de una necesidad que necesita ser suplida, cuando pedimos algo es porque hay una petición ante alguna situación en la que no podemos hacer nada por nosotros mismos, cuando buscamos algo es porque lo necesitamos y queremos encontrar la respuesta, la solución o la salida y cuando llamamos a una puerta es porque necesitamos que se abra y que nos permita llegar hasta aquello que queremos o deseamos. 

Cuando Jesús habla de la oración con sus discipulos les dice con toda certeza: PEDID y se os dará, BUSCAD y hallaréis, LLAMAD y se os abrirá, hay una acción antes de una respuesta, el problema es que muchas veces nos cuesta tanto orar y pedir al Señor su intervención en nuetras vidas, otras veces nos cansamos de pedir por las mismas peticiones y dejamos las cosas de lado, esperamos soluciones pero no las pedimos, queremos respuestas pero no las buscamos, deseamos que se abran puertas pero no llamamos, la vida fácil no es digna de un verdadero hijo de Dios.

Una cosa es la fe y la certeza de saber que Dios responderá en Su perfecto tiempo y en Su momento y otra cosa es dejar de orar, dejar de pedir, buscar y llamar, dejar de clamar al corazón de Dios para que conceda lo que hemos pedido, para que se abra aquella puerta que tanto necesitamos que se abra. No podemos dejar de orar!

¿A quién pedimos? ¿Donde buscamos? ¿Qué puerta tocamos? Nos cansamos en nuestras propias fuerzas porque vamos al lugar equivocado, ponemos nuestra confianza en nosotros mismos o en los hombres, queremos que las cosas sucedan pero no vamos a la única fuente de ayuda, a quien puede resolverlo todo y darnos todas las respuestas, no vamos a Aquel que tiene la llave que abre todas las puertas, nuestro Señor Jesús, no hay otro camino.

Hoy el consejo para ti y para mi es ir a los pies de Jesús de nuevo, una y otra vez, las veces que haga falta, porque solo en Él  se encuentra la clave, la solución y la respuesta para cualquiera que sea nuestra petición.

Pide al Señor, busca a Jesús, llama  y clama a Él, porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abre, solo Jesús el autor y consumador de nuestra fe puede darnos ese pronto auxilio que tanto necesita nuestro corazón.

Gracias Señor porque una vez mas reconocemos que fuera de ti nada somos, nada logramos, nada tenemos, ayúdanos Señor que nunca nos cansemos de ir a ti, que no nos cansemos de pedirte,  buscarte y llamarte, tu eres Jesús nuestra única fuente de vida, lo dejamos todo en tus manos y esperamos tu respuesta confiadamente, descansamos  en ti y en tu perfecta voluntad! Amén!