jueves, 14 de febrero de 2019

DÍA 8: ESPERANDO TU RESPUESTA


"Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces gritaréis."
Josué 6:10

Según varios estudios realizados a diferentes grupos de personas, tanto hombres como mujeres se llegó a establecer que en promedio se usan unas 300 palabras para poder comunicarnos, es decir es el promedio para expresar una idea concreta y pensamientos, según una lexicógrafa famosa y experta en diccionarios, dice que la cantidad de términos que una persona maneja puede variar, pero  una persona cuenta en su haber unas 20,000 palabras activas y unas 40,000 palabras pasivas, hay otros estudios que revelan que las mujeres pueden hablar hasta 20,000 palabras en un día y los hombres 13,000,  lo que nos da a entender todos los seres humanos necesitamos expresarnos y callar no es una de nuestras más grandes virtudes.

Sin embargo en el relato de la caída del muro de Jericó, dice la escritura que Josué mandó al pueblo diciendo "Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga Gritad; entonces gritareis".  La estrategia que Dios le había dado a Josué para tomar Jericó incluía obediencia, humildad, paciencia, fe y también templanza, ya que la templanza es esa fuerza controlada que nos da autogobierno y que permite que controlemos nuestras acciones de tal forma que las cosas no nos dominen, sino que estemos nosotros por encima de ello.

El pueblo debía tener templanza para no emitir palabra durante 6 días, un día completo debe ser difícil no decir ninguna palabra, ni comentar nada con nadie, pero casi una semana completa, sin poder comunicarse, sin mediar comentarios, sin dar su opinión, sin expresarse, eso solamente lo puede hacer alguien que tiene dominio propio, templanza, que tiene auto control, que no se deja llevar por la desesperación ni por las circunstancias y quien tiene una firme determinación de obedecer la estrategia del Señor tal y como El lo había mandado. 

Era parte de la estrategia de Dios callar, y en nuestros días esta estrategia puede seguir vigente, porque muchas veces nos enredamos nosotros mismos en nuestras palabras, escuchamos quizás el desaliento o desanimo de otros y caemos en ese mismo agujero, era necesario callar para no equivocarse y abrir la puerta al enemigo para que entrara entre el pueblo trayendo crítica, queja, murmuración, palabras sin fe, desanimo y desesperanza.

No es fácil callar esperando una respuesta de Dios, pero este pueblo fue fiel y vio Su mano poderosa moverse y el milagro sucedió.  Guardemos nuestros labios de hablar palabras vanas cuando estemos en tiempos de batalla, no expresemos todo aquello que sentimos y padecemos a todo el mundo, solamente al Señor, al único que verdaderamente puede hacer algo y que nos dará la victoria, tengamos en nuestro corazón la firme determinación de hacer lo que El Señor nos ha mandado.

Señor a veces es tan difícil callar y guardar silencio, esperando solamente tu respuesta, te pido hoy que me enseñes a abrir mi boca con sabiduría, a tener templanza en mi forma de expresarme y hablar,  a cerrar mis labios para expresar palabras sin esperanza, con queja o desanimo. Señor que en tiempos de aflicción pueda hablar lo justo y lo conveniente, lo que tu  quieres que diga y exprese, ayúdame a esperar en ti, porque tu tienes la respuesta y darás la salida cualquiera que sea mi situación, amén!