sábado, 2 de febrero de 2019

OBRA EN MI FAVOR SEÑOR!


“María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió” Juan 11:32-33

María era amiga de Jesús, cuando tenemos amigos frecuentemente tenemos tiempo de relación y confianza, Jesús era amigo de estos 3 hermanos Marta, María y Lázaro, eran personas de su confianza y les tenía cariño, en el versículo 5 dice que Jesús les amaba

Lázaro enferma y muere y Jesús viene de camino a casa de sus amigos,  María no sale al encuentro de Jesús, su corazón estaba triste y lloraba por la muerte de su hermano. Marta por el contrario, si sale a hablar con Jesús y le dice "si hubieses estado allí mi hermano no habría muerto", sin embargo Jesús en ese momento la escucha y no hace nada. El manda a llamar a María y al llegar delante de Él, María le dice las mismas palabras que su hermana Marta, pero la actitud de su corazón era diferente, puede ser que Marta le hablara en una actitud de Reclamo, no lo sabemos, pero dice la palabra que María se postró a los pies de Jesús y lloró con él.

María conmovió el corazón de Jesús, su actitud movió la mano de Dios y recibió la sanidad de su corazón y la resurrección de su hermano Lázaro. Con nuestra actitud podemos destruir o edificar, podemos decir las mismas palabras de dos formas diferentes y con una recibir lo que deseamos y con la otra complicar las cosas, la actitud de nuestro corazón delante de Dios es muy importante, a ÉL no podemos engañarle, ni presumir de lo que no somos, pero si una actitud sencilla, humilde, sujeta a su voluntad puede mover su corazón.

En este momento podemos preguntarnos personalmente: ¿Cuál es la actitud de mi corazón hacia Dios? ¿Cómo respondo hacia Él cuándo surge un problema, una situación difícil, una situación inesperada? ¿Cuál es mi reacción cuando Dios me quita algo que amo?

El Señor conoce cómo somos, quiénes somos, El conoce todo de nosotros y no podemos esconder nada ante Él, Dios conoce si tu corazón hoy está sufriendo, si lloras, si necesitas un milagro, si necesitas Su intervención poderosa,  una respuesta, una solución. Hoy podemos sorprender su corazón viendo en sus hijos una actitud humilde, sumisa, enteramente dispuesta a obedecer Su voluntad y a reconocer Su grandeza.

Que cada día de nuestras vidas podamos venir al Señor con una actitud que conmueva su corazón, una actitud que mueve su mano a obrar en nuestro favor, una actitud que le complace y le hace sonreír.

Señor que la actitud de mi corazón sea sincera contigo, tu conoces lo que vivo cada día, la aflicción de mi corazón, mi entrar y mi salir, que mi actitud ante ti siempre te agrade y mueva tu corazón a obrar en favor de cada petición que te presento, tu eres todo para mi Señor, mi confianza, mi esperanza, mi corazón espera en ti, Dios de mi salvación, obra en mi favor Señor amén!