"Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros." Romanos 8:34
EL ministerio de la intercesión es un ministerio de sacrificio y de amor por los otros, es dejar de lado todo aquello que nos interesa y nos beneficia y anteponer la necesidad y la carga de otros por amor.
Cuando vienen los problemas o necesitamos ayuda, qué paz siente nuestro corazón cuando pensamos que alguien está orando por nosotros, que hay una o varias personas apoyando nuestra causa y pidiendo la intervención de Dios para que algo suceda en nuestras vidas.
Esta carga de amor, de cuidado y protección, Jesús ha sido el primero en tomarla y la escritura dice que el intercede por nosotros, El Señor está viendo cómo el enemigo quiere acusarnos, señalarnos y destruirnos, pero El Señor está allí a la diestra de Dios, con el propósito de interceder por nosotros, El está de nuestro lado, a favor nuestro y expone nuestra causa al Padre para ayudarnos y socorrernos, por el amor tan inmenso que nos tiene.
Hay días en los que pasamos momentos desagradables y nos pasan cosas que no entendemos, que nos incomodan, situaciones que no son gratas, nos molestan y quizás puedan hasta llenarnos de temor, porque son una tras otra, nos sentimos impotentes y desesperanzados.
En esos momentos recuerda DIOS ESTÁ DE TU LADO, El Señor está de nuestra parte, el no es del bando contrario, el mayor consuelo tiene que ser el saber que Jesús está intercediendo ante El Padre por tu vida y por la mía. Si ocurren cosas inesperadas, injustas, desagradables o incómodas no te llenes de preocupación o desaliento, solo recuerda El Señor está de mi lado y si El está intercediendo por mi, tiene sus ojos puestos en mi, todo esto que me sucede tiene un propósito por tanto no temeré ni me angustiaré.
Jesús vino a dar su vida por cada uno de nosotros, El resucitó y tiene el poder para interceder por nuestra causa, El es nuestro mayor defensor y su amor está de nuestra parte, por tanto NO ESTAMOS SOLOS!
Las cosas difíciles son a veces inevitables, los sinsabores, los días grises, las cosas contrarias o inesperadas son parte de la vida misma, pero siempre debemos caminar hacia adelante con la seguridad y confianza que Jesús está con nosotros y a favor nuestro.
Hoy no temeré confío y descanso porque se que
EL SEÑOR ESTÁ DE MI LADO!
