martes, 24 de julio de 2018

DÉBIL NO... FUERTE EN TI!


"Porque aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios. Pues también nosotros somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros."
2 Corintios 13:4

La debilidad, según lo conocemos es un sinónimo de agotamiento, extenuación, flaqueza, decaimiento o desfallecimiento, es el momento en el que perdemos las fuerzas, la energía y nos cansamos.  La debilidad es lo mismo que estar sin fuerza, por lo que no existe explicación para el entendimiento humano que se pueda estar en debilidad,  pero viviendo con poder y fuerza.

La escritura dice que EL Señor fue crucificado en debilidad, porque Jesús no terminó su vida sobre la tierra lleno de lujos, honra y comodidad, al contrario, fue maltratado, vituperado, abandonado por todos, menospreciado y sin motivo alguno condenado a muerte, pero toda esta debilidad fue la plataforma para su fortaleza, para que El poder de Dios le levantara de entre los muertos y le diera la victoria.  Así mismo dice la palabra de Dios, nosotros también somos débiles en Dios, pasamos por tiempos de debilidad porque EL Señor los permite, pero viviremos por EL Señor, por el poder de Dios que mora en nosotros.

Por qué un cristiano puede ser fuerte en la debilidad? Porque la debilidad de hombre es la fortaleza de Dios.  Cuando estamos fuertes, con poder, con autoridad, cuando nos sentimos superiores  a otros, cuando menospreciamos a todos y a todo, cuando nos sentimos seguros, cuando creemos que somos más que muchos, estamos fuertes en nuestras propias fuerzas, no hay espacio para que El poder de Dios pueda manifestarse en nosotros porque ya nosotros ocupamos todo el espacio de gloria y victoria en nuestra vida.

Todo lo contrario es la debilidad, cuando sentimos que las fuerzas nos faltan, cuando las situaciones se complican y parecen estar en nuestra contra, cuando el peso de la carga cada vez es más pesado, cuando la imposibilidad se abre camino para dar paso a la impotencia, cuando sentimos que no podemos más, estamos listos... vacíos completamente de nosotros mismos, vacíos de nuestras propias fuerzas para que entonces todo el poder de Dios pueda manifestarse, inundarnos, llenarnos, fortalecernos y levantarnos en Su poder.

¿Cuál situación prefieres? Ser fuerte en tu fuerza o ser débil, pero lleno de la fortaleza de Dios? Nadie quiere sentirse débil, pero en EL Señor cuando somos débiles, somos fuertes en Él, cuando estamos en debilidad, vivimos por el poder de Dios y en Su poder tenemos victoria!

¿Cansado de vivir y caminar en muchos momentos de vida en debilidad?  Anímate! Perder las fuerzas propias es vivir en la fuerza de Dios.  Las fuerzas del Señor en nosotros nos levantan, nos sostienen, nos vivifican, nos alimentan, nos resguardan y sobre todo nos llevan a caminar en Su voluntad hasta alcanzar la victoria que El Señor quiere poner en nuestras manos!

Te sientes débil? Estás listo para que Dios pueda llenarte con SU fuerza, recuerda siempre que somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios!