martes, 7 de junio de 2016

NUESTROS HIJOS Y NUESTRAS ACTITUDES

LECTURAS PARA REFLEXIONAR:


Salvamos el día pero perdemos la vida... decía el título de un artículo muy interesante y muy cierto.

"El día a día muchas veces nos sobrepasa y lamentable aunque comprensiblemente podemos hacernos y hacer mucho daño a las personitas que más queremos. Y, precisamente por eso, porque las amamos y son importantes para nosotros hemos de tomar conciencia y replantearnos ciertas cosas. El mejor regalo para tus hijos eres tú. Y dispones de este preciso momento, del ahora, para demostrárselo" Angel Jové 

Tomemos un momento hoy para reflexionar en cuáles son nuestras actitudes hacia nuestros hijos, el correr del día a día nos hace ver que el tiempo es insuficiente y siempre nos hace falta tiempo, suena el despertador por la mañana, empieza la batalla de cada día, pero lo mas importante es no perder nuestra propia batalla, en nuestro propio campo, en nuestras propias siembras, que son nuestros hijos.

Dedica tiempo a ellos, es tu mejor regalo, interésate por qué les gusta? cuáles temas les apasionan? Quiénes son sus amigos? No dejes de abrazarles, darles un beso, los hijos deben sentir tu amor y tu cariño, no se trata de consentirles y ser permisiva, se trata que sientan tu amor incondicional que estará allí siempre. Corrige si es necesario, pero hazlo en amor, siempre edificando, nunca destruyendo.

Si son pequeños juega con ellos, sin son adolescentes juega con ellos también, verás que no es tan difícil hacerles sonreír y que vuelvan a ser esos niños que nunca han dejado de ser.

Recuperemos nuestro tiempo y nuestra presencia en la vida de nuestros hijos antes que otros quieran tomarla y ya sea demasiado tarde porque han crecido.

"No tengo yo mayor gozo que este,
 el oír que mis hijos andan en la verdad."
3 Juan 1:4

DIOS DE PACIENCIA



"Pero el Dios de la paciencia y de la consolación

os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús"

Romanos 15:5


No hay nadie más paciente en el universo entero que nuestro Dios, paciente con todos sus hijos, paciente con nuestros corazones muchas veces ingratos, paciente como Padre, siempre entendiendo nuestra forma de proceder, siempre paciente con nuestros tropiezos y con nuestras rebeliones, tenemos un Dios de paciencia y no solo de paciencia, también es un Dios de consolación y ese mismo sentir debemos tener nosotros.

Eres paciente y llevas consuelo a otros? Ese era el sentir de Jesús, en las actitudes del carácter de Cristo aquí en la tierra nunca vimos un Jesús impaciente, su forma de ser transformó corazones y cambió la vida de muchas personas porque sintieron su amor a través de su comprensión, sintieron su amor a través de su consuelo y la paciencia que mostró hacia todos siempre, aún hacia sus enemigos.

Ser paciente en medio de la prueba es una de las características del cristiano, pero no solo ser paciente consigo mismo, sino también mostrar paciencia en la convivencia con otros. Pedimos al Señor que nos llene de su paciencia para soportar la prueba, pero perdemos la calma cuando otros no actúan como nosotros lo haríamos, cuando otros no responden como nosotros esperamos, emitimos rápidamente juicio y condenación, cuando Jesús siempre llevaba a los corazones oprimidos consolación y esperanza.

Ese era el sentir de Jesús, y ese mismo sentir debe habitar en nosotros. Eres paciente con tus seres queridos, con las personas que te rodean, con tus hermanos? Recordemos que ser paciente no es ser permisivo, ser paciente es entender a otros, esperar y no reaccionar, ser paciente es comprender y ponerse en el lugar del otro, pensando siempre qué haría Jesús en esta situación?

Muchos corazones han sido transformados por el amor y la paciencia, más que por la exigencia y el perfeccionismo. Deja que Dios te use bendiciendo la vida de otros siendo paciente con ellos, llevándoles consuelo y esperanza en medio de una sociedad indolente, impaciente, ansiosa y egoísta, tu puedes marcar esa gran diferencia en tu familia, en tu trabajo, en tu iglesia, en donde quiera que estés, se paciente y muestra ese mismo sentir que tuvo Cristo Jesús aquí en la tierra, muchos sentirán el amor de Dios a través de tus actos, déjate usar por Dios, tu puedes ser un instrumento en Sus manos.

ORACIÓN: Señor cambia mi corazón y mira si hay falta de compasión, de amor, de paciencia y de comprensión, Tu siempre eres paciente con nosotros, nos amas, nos entiendes, nos consuelas, renuevas nuestras fuerzas, por qué nosotros no podemos actuar igual con los que nos rodean? Llénanos de tu bendita paciencia y consolación para que ese mismo sentir que hubo en Cristo Jesús, haya en nosotros, mostrando tu amor y siendo ejemplo para otro a través de la paciencia que mostramos, quita la indolencia y el egoísmo de nuestros corazones y llénalos de paciencia y consolación para bendecir las vidas de otros. Amén!