sábado, 9 de febrero de 2019

DÍA 3: MOISÉS, MIS OJOS VERÁN TU SALVACIÓN!

"Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros"
Exodo 14:13

En el libro de Éxodo el pueblo de Israel estaba a punto de rendirse, después de la gloriosa salida de Egipto se encuentran en medio de dos problemas imposibles de afrontar, frente a ellos el inmenso mar y detrás de ellos toda la caballería, los carros del faraón y la gente de a caballo, dispuestos a destruirles y acabar con ellos. Qué momento más difícil de vivir y afrontar!!!  Cuando leemos estos pasajes de las escrituras difícilmente podemos llegar a ver y comprender realmente el peligro, la angustia, el dolor, la frustración y el fracaso aparente que este pueblo estaba viviendo.  Habían dejado todo atrás y ahora terminarían muriendo en el mar o a espada, era un final triste e ilógico para un pueblo que estaba feliz y victorioso de haber sido liberados de manos del Faraón.

Dios le da instrucciones a Moises en los versos 15 y 16 diciendo: Dí a los hijos de Israel que marchen, extiende tu vara, divide el mar y entren los hijos de Israel en medio del mar en seco. Es un mandato sumamente difícil para las condiciones que estaba viviendo, pero era la única opción que tenían en esos momentos, asi lo hicieron.

En eso momento la fe de Moisés y de todo el pueblo debía empezar a funcionar y a ser el soporte de sus vidas en la situación que estaban viviendo. Los requisitos era no temer, que implica no tener miedo del posible daño que estaban a punto de recibir, ya que el temor nos paraliza, nos estanca y nos lleva a un estado de imposibilidad, primera confesión NO TENGO MIEDO.

Luego les dice ESTAD FIRMES, estar firme no es solamente tener fuerza en las piernas para no caer, estar firme implica una posición de confianza, tranquilidad y perseverancia para permanecer, resistir y no caer.  Estos dos requisitos siguen siendo hasta hoy dos armas poderosas para cualquier batalla que estemos viviendo, NO TENER MIEDO Y PERMANECER FIRMES! 

No tengas temor ante la adversidad y permanece firme, sin tambalear, la recompensa  VED LA SALVACIÓN DE JEHOVÁ! Cuando enfrentamos adversidad lo primero que entra a nuestro corazón es el temor, el miedo a lo desconocido, miedo a sufrir, miedo a recibir el daño, pero si tenemos fe, debemos confiar en El Señor y desechar el temor, empieza a declarar:  No tengo miedo, tu Señor estás conmigo! La segunda cosa que viene después del temor es el deseo de huir, de escapar o desvanecerse y caer, pero si tenemos fe, vamos a permanecer, vamos a esperar, a confiar y a resistir, hasta ver la salvación del Señor sobre nosotros.

El deseo del corazón de Dios es que su pueblo espere en Él, que no tengamos miedo, que no huyamos a escondernos, evadamos o escapemos del problema porque eso no trae la solución, el anhelo del Señor es que confiemos y esperemos, entonces veremos Su salvación!

El final que vivió el pueblo del Israel para salir de esta situación tan imposible fue algo inesperado y glorioso, el mar se abrió ante sus ojos, cosa que nunca antes habían visto, vieron la salvación del Señor y su brazo de poder liberándolos de sus enemigos.  Dios es el mismo de ayer, de hoy y de siempre.  Para cada batalla que tengas que enfrentar la estrategia de Dios y sus palabras siguen siendo: NO TENGAS MIEDO, PERMANECE FIRME Y VERAS LA SALVACIÓN DEL SEÑOR sobre tu vida como nunca imaginaste ver!

Confío en ti Señor, te entrego mis temores y mis miedos, permaneceré firme en ti y resistiré no saldré huyendo, al contrario, pelearé la batalla, avanzaré,  esperaré en ti, se que mis ojos verán tu salvación. Tu pelearás por nosotros y nosotros estaremos tranquilos! Amén!