lunes, 26 de noviembre de 2018

QUE TU FE NO FALTE!


"Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;

pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos."

Lucas 22:31-32

Para todo agricultor el proceso del trigo lleva varias etapas desde su siembra hasta guardar el grano en el grano y uno de esos procesos es el zarandear el trigo, los agricultores utilizan este proceso de zarandear para poder separar el grano de trigo de la paja, el grano es puesto sobre una zaranda que es un instrumento para cernir o cribar, en otras palabras para separar partes finas y gruesas o limpiarla de impurezas. Este colador se debe sacudir fuertemente, no es un proceso suave, porque debe hacerse de un lado a otro constantemente hasta que la paja queda atrapada en filtro o tela metálica y el grano cae limpio para poder guardarse en el granero.

Un proceso tan sencillo de forma natural, Jesús lo comparó al proceso que Pedro debía de afrontar en las próximas horas cerca de su muerte.  Para eso Jesús había rogado por él para que su fe no faltara y una vez pasado por esa prueba volviera y CONFIRMARA A SUS HERMANOS. Todos anhelamos ser trigo limpio, libre de impurezas, listo para ser usado y procesado, pero antes de tener esa limpieza hay que pasar por el proceso de ser zarandeado y es allí donde se fortalece nuestra fe.

Cuántos de nosotros pasamos frecuentemente por mucho zarandeo, hoy estamos bien, sin saber que en pocas horas iniciaremos un proceso difícil y duro, en el que seremos sacudidos, puestos a prueba y nuestras bases y cimientos pueden tambalear, pero debemos de saber con toda certeza que este proceso nunca destruye el grano de trigo, este proceso es para que pueda ser mas valioso, mas limpio y poder usarlo. Dios nunca permitirá que a través de las pruebas seas destruido, El solamente desea que cada día seamos mejor, que cada día estemos más limpios, más refinados, con menos cosas mezcladas en nosotros que nos quitan la pureza y no nos permiten ser utilizados.

Luego de este proceso, después de cada tribulación EL Señor  nos da la promesa "y tu una vez vuelto", esto significa que ninguna prueba es eterna, que las dificultades no duran para siempre por más imposibles que las veamos, una vez terminado ese proceso en el que seremos zarandeados debemos CONFIRMAR a nuestros hermanos. Qué quiere decir esto? Confirmar es tener la prueba de algo que ya sabemos, porque lo hemos visto y hemos pasado por ello, añadimos valor y validez a una palabra cuando confirmamos algo.

De esa manera El Señor espera que podamos confirmar a nuestros hermanos que el fuego la prueba, el horno de las adversidades, que el zarandeo de nuestra vida ha valido la pena porque ahora podemos dar fe que Dios ha estado con nosotros siempre, que no ha permitido nada para destrucción y que es necesario pasar por ciertos procesos para poder saber que El es real y que a través de eso somos un poquito más como El, nos dolemos con el que se duele, consolamos a quien necesita consolación y disfrutamos más de cada cosa que vivimos porque hemos salido victoriosos de la prueba.

Cada vez que Dios decide pasarnos por un tiempo de zarandeo no es para avergonzarnos, ni para desecharnos. Todo lo contrario, sacará las impurezas, quitará lo malo, te limpiará, quitará todo lo que estorba y estarás cada vez más listo para ser usado por el. No tengas temor si estás siendo zarandeado hoy, El está contigo y este proceso también pasará y cuando hayas vuelto de esta prueba confirma a tus hermanos que Dios siempre ha estado allí!

Señor yo no conozco mi futuro, desconozco lo que acontecerá los próximos minutos, horas, días y años, solo tu conoces lo que pasará en mi vida. Pero quiero pedirte que si permites que sea zarandeado como trigo o estoy si estoy pasando ya por ese proceso tu limpies mi vida y saques lo malo de mi para que pueda apartarme de toda cosa que me contamina y quede limpio para ser usado por ti, enséñame a esperar en ti en este proceso, que pueda dar testimonio a mis hermanos que tu no me has dejado ni me desamparas nunca, yo descanso en ti Señor en este proceso, que mi fe no falte nunca! Amén!