martes, 7 de mayo de 2013

LA MAYORDOMIA DE NUESTRO CORAZÓN



Tenemos varias semanas hablando acerca de la importancia de ser buenos administradores o mayordomos de lo que EL Señor nos ha dado, hoy hablaremos de un tema muy importante en los tiempos que estamos viviendo, donde el temor de Dios y el buscar Su voluntad es lo último que se considera cuando se trata de dar el corazón a una persona, en este caso nos referimos a las relaciones de pareja como enamorarse o querer que Dios nos de la persona indicada y también cuando ya estamos casados.
Comenzaremos hoy a hablar de cómo guardar mi corazón cuando todavía no he unido mi vida a otra persona, la palabra de Dios dice que “de el, o sea del corazón, mana la vida” o sea que  es una de las areas  mas importantes y que pueden ser determinantes si somos malos mayordomos de nuestro propio corazón porque sino mana vida, entonces si lo administramos mal lo que brotará será muerte.  Hay una frase que dice mucho mi esposo aconsejando a los solteros y es “EL MATRIMONIO O TE HACE FELIZ O TE HACE INFELIZ PARA SIEMPRE”, por eso es tan importante saber administrar nuestra vida y nuestro corazón para que la raíz que cimentará nuestra familia venga de una buena semilla, tenga una buena raíz, crezca con un tallo o tronco fuerte y se convierta en un precioso árbol que de muchos frutos que serían nuestros hijos, nietos y las personas que están alrededor de nosotros como familia.
Hoy quiero reflexionar en 4 cosas que pueden ayudarnos a cuidar de nuestro corazón y ser buenos mayordomos o mayordomas de él, han sido claves en mi vida y hoy quisiera compartirlas porque Dios no se equivoca… los que nos equivocamos somos nosotros la mayor parte del tiempo y aunque estemos casados, quizas conocemos solteros o solteras a quien podamos aconsejar en esta area…
1.    No puedo dejar entrar a mi corazón a cualquier persona: Cuando abro la puerta de mi corazón yo estoy dando con mi propia voluntad el PERMISO que esta persona pueda ocupar un lugar en mi vida y la primera pregunta que debo hacerme es Le agrada a Dios, se agrada Dios de esta persona, no puedo permitir que entre, permanezca y viva en mi corazón una persona que Dios no aprueba, claramente como cristianos debemos evitar a toda costa un yugo desigual, una persona que no ama a Dios, que no tiene temor de Dios, que no es fiel al Señor, no puede ocupar un lugar importante en mi vida y menos ocupar mi corazón porque lo que traerá será muerte y no vida.  También el hecho que una persona sea cristiana y ame a Dios no puede entrar a mi corazón si no es la voluntad de Dios. Y esto nos lleva la segunda reflexion.
2.    Está en la voluntad de Dios, pero será la voluntad de Dios para mi vida??? Dios quiere que seamos felices y desea que sus hijos esten bien y plenos en todas las areas de nuestras vidas, pero muchas veces  cuando estamos solteros o solteras ponemos nuestra mirada y luego nuestro corazón sin esperar recibir esa confirmación de Dios que nos dice que este chico o esta chica están dentro de Su voluntad para mi vida.  El hecho que una persona sea cristiana, fiel a Dios, lider, tal vez alabante, con temor de Dios eso no quiere decir que el o ella sean para mi, primero tengo que preguntarle a Dios aunque estén en tu voluntad, serán la voluntad de Dios para mi vida.  A lo largo de los años he visto muchos chicos y chicas sufrir innecesariamente, pensando que como esta persona es especial para Dios tiene forzosamente que ser para mi, eso no es verdad, la voluntad de Dios en la vida de esta persona puede que no me incluya en  sus planes y yo si pueda estar en los planes de Dios para otra persona.  Por eso es tan importante dejarnos guiar y orar para que Dios nos muestre Su voluntad buena, agradable y perfecta y podamos caminar en ella en todas las áreas y sobre todo en esta. Para esto hay que saber esperar… y vamos a la tercera reflexion
3.    Aprendamos a esperar… muchas veces la presion de la familia, de la sociedad nos dice que ya estamos mayores o entre nuestros amigos o amigas surge la pregunta “y no tienes novio???” y muchas veces nos avergonzamos o nos da pena de nosotros mismos pensando que no estamos quizas al nivel que las demas personas exigen, pero nosotros debemos estar al NIVEL QUE DIOS NOS PIDE, y es mejor esperar y no dar nuestro corazón a cualquier persona y después sufrir las consecuencias y nuestra vida sea marcada para siempre. Podemos esperar de dos maneras, IMPACIENTEMENTE O PACIENTEMENTE dice el Salmo 40 PACIENTEMENTE esperé en Jehová y El Se inclinó a mi, así que disfrutemos de la amistad de nuestros amigos y amigas en Dios, disfrutemos nuestro tiempo como solteros o solteras, la vida de casados es muy bonita pero cambia radicalmente la vida de un soltero o soltera, asi que recordemos si no eres feliz siendo soltero, dificilmente serás feliz siendo casado. Espera pacientemente en EL Señor.
4.    Ceguera e invisibilidad… suenan un poco raras estas palabras, pero como testimonio en mi vida hace muchos años cuando yo estaba soltera El Señor me las dio, un día orando le dije al Señor no quiero quiero sufrir en esta area de mi vida, no administrar mal mi corazón y te pido que me des ceguera espiritual para no poner mis ojos en nadie que no sea tu voluntad para mi vida y dame invisibilidad, para que nadie pueda verme y acercase a mi si no es tu voluntad, y fue asi, Dios cerró mis ojos en el area emocional y me hizo invisible hasta que los abrio para que puediera ver al que hoy es mi esposo con quien tenemos 11 de casados y quitó el manto de invisibilidad y el me pudo ver, en el tiempo de Dios.

Es tan importante saber administrar nuestros sentimientos y ser buenos mayordomos de nuestro corazón, hay una frase popular del mundo que dice “en las cosas del corazón no se manda” y esto NO ES VERDAD, en las cosas del corazón SI podemos mandar porque Dios debe controlar nuestros sentimientos y emociones antes que una persona entre en nuestro corazón y siembre una mala semilla que crezca y no sea del agradado de Dios.

Recordemos…
1.    No dejaré entrar a mi corazón a ninguna persona que a Dios no le agrade y que El no me haya autorizado.
2.    La persona para mi debe vivir en la voluntad de Dios y ser la voluntad de Dios para mi vida.
3.    Esperar en Dios pacientemente no impacientemente, porque la impaciencia muchas veces nos lleva  a tomar malas decisiones.
4.    Pidamos que Dios pueda cerrar nuestros ojos para no ponerlos en personas equivocadas y que en Su tiempo puedan abrirse nuestros ojos y todas las puertas para que ambos puedan verse.


Proxima semana seguimos hablando de la mayordomía de nuestro corazón pero ahora para los ya estamos casados y cómo guardar nuestro corazón.