VIVIENDO POR
PRINCIPIOS
PRINCIPIO: 3 PODER Y FORMA
Continuamos
hablando acerca de vivir una vida de acuerdo a los principios de la palabra de
Dios, por eso ahora esta sección se llama viviendo por principios, estas son
verdades infalibles que darán solidez, firmeza y valor a nuestra vida cristiana
en medio de toda adversidad y la manera de pensar de este mundo, ya que aunque
fueron escritos hace miles de años, siguen estando vigentes para nuestros
tiempos, así como lo han sido a lo largo de los siglos.
El principio
que veremos hoy es PODER Y FORMA, Dios creó todas la cosas con poder y forma,
no podemos basarnos solamente en la forma y tampoco podemos solo en el poder,
tenemos que tener un balance en nosotros. El hombre según la biblia esta
formado de tres componentes: Espiritu, Alma y Cuerpo. Cuando Dios creo al
hombre le dio forma y luego sopló sobre el aliento de vida, para Dios no era tan
importante la forma, dice en el libro de génesis que Adan y Eva estaban
desnudos, lo importante no era cubrir la forma, el espíritu era quien gobernaba
y el alma y el cuerpo se sometían a el. Tristemente con la caída del hombre se
perdió este orden y poco a poco se llegó al punto en el que la forma era lo
importante, el alma y por ultimo nuestro espíritu.
El principio
de poder y forma se basa en que todas las cosas deben tener los dos componentes
Poder y forma, para poder entender mejor este principio vamos a ver como
siempre los dos extremos a a los que los hombres hemos llevado esta verdad, cuando
no tenemos equilibrio y nos vamos a un extremo o a otro estamos perdiendo el
sentido que Dios quería que tuviéramos.
PRIMER
EXTREMO: SOLO FORMA… Todo tiene forma, nuestro cuerpo, un manzana, un animal,
una cosa, todo tiene una forma para poder formar parte de este mundo, este
extremo nos lleva a la exaltación de la forma nuestro cuerpo es mas valioso que
nuestra alma, el talento vale más que la espiritualidad, la estructura es más
valiosa que el interior. Por ejemplo si
nos basamos en este extremo velaremos más por nuestra apariencia externa que
por nuestra vida interna, seremos aparentes aunque por dentro no seamos lo que
queremos mostrar, en un trabajo trato de hacerlo todo con calidad y excelencia
aun por encima de mis valores, de los valores de mis compañeros de trabajo. Poniéndolo
más fácil de entender, si fuera un deber
de colegio me preocupo mas por la presentación, las fotografías, la carpeta y
la decoración que le voy a poner y no por el contenido de este trabajo. No
podemos vivir solo en la forma porque nos convertiremos en personas frívolas y
sin corazón, nuestros valores y espiritualidad estarán adormecidos.
SEGUNDO
EXTREMO: SOLO PODER… vivir solo en la
forma no es bueno pero vivir solo en el poder tampoco es lo correcto, no
podemos velar solo por la espiritualidad y dejamos de lado la forma que deben
tener todas las cosas, yo puedo ser un excelente cristiano, oro, ayuno, leo la
palabra pero en mi trabajo soy deficiente, llego tarde porque me desvelé orando
anoche, no soy responsable porque lo primero es lo espiritual, soy una ama de
casa muy espiritual y oro todo el día pero mi casa es un lugar donde el
desorden y la suciedad abundan. Volviendo al ejemplo del deber del colegio, me
ocupo de que el contenido de ese trabajo sea perfecto y tiene toda la
información necesaria pero lo entrego de cualquier manera en hojas sucias y
arrugadas, sin fotografías, sin dedicación pero la información es
perfecta. Vivir solo en el poder me
lleva a ser una persona fuera de la realidad
y me aparta de los demás aunque mi intención sea buena.
Dios quiere
que vivamos los dos al mismo tiempo, somos seres con forma pero también con
poder, en el libro de Santiago 2:14-17
habla de la fe pero también habla de las obras, conocemos todos la palabra que
dice que “la fe sin obras en muerta”, no son solo las obras sin la fe, ni solo
la fe sin las obras, una va de la mano de la otra, vivir en el principio de
poder y forma es vivir una vida equilibrada donde las dos cosas son importantes
y tienen valor, si trabajo ya sea en el mundo secular o para un ministerio mi
trabajo debe ser el mejor, esforzarme por hacer las cosas con calidad y con
excelencia, pero también dependo de Dios para que esto pueda llevarse a cabo,
yo pongo mi parte pero también necesito que Dios haga la suya, hago lo que me
toca, oro y trabajo. Vivir en poder y forma es… quiero cantar para Dios me
preparo, tomo cursos de canto, ensayo, trato de mejorar, si toco un instrumento
me preparo, ensayo, aprendo cosas nuevas, pero también busco de Dios para que
mi don y mi talento sean de bendición para otros.
Como
cristiano debo cuidar mi testimonio ante los demás no puedo hacer cosas buenas
que parezcan malas, hay que hacer cosas buenas que parezcan buenas, no puedo ir
a una discoteca por ejemplo y decir que voy a orar por todos los que están allí
dentro, debo cuidar mi testimonio y no solo espiritualizar las cosas, pero
tampoco debo rechazar siendo un religioso a todos aquellos que todavía no han
conocido la verdad de Dios en sus vidas.
Cuando
aprendemos a vivir en el principio de poder y forma enseño a mis hijos que les
amo y que valen mucho para mi como madre o como padre, pero también les asigno
pequeñas o grandes responsabilidades en casa según su edad, no puedo solo
darles amor y comprensión y no puedo solo darles todo lo que necesitan sin
darles nunca mi compañía, las dos cosas son importantes, tengo que amarles pero
también requerirles. Si estamos casados amamos a nuestra esposa o esposo, pero
también debemos esforzarnos por cuidar, agradar, tener la casa limpia,
agradable, debe haber un esfuerzo, y en el esposo igual las mujeres necesitamos
nos solo saber que nos aman sino sentirlo a través de pequeños actos de amor.
Podemos
aplicar este principio en la iglesia y en todo lugar, recordemos que como
cristianos debemos reflejar nuestra fe en obras, darle forma a todo aquello que
predicamos y decimos que somos espiritualmente.
La vida en
el espíritu es muy importante y primordial en nuestra vida, pero debemos
recordar que estamos en un mundo natural, físico donde también es importante
mostrar la forma de lo que hay en nuestro interior.
Vivamos una
vida de equilibrio de acuerdo a lo que El Señor dice, vayamos poco a poco
dándole balance a todas las cosas que tienen poder y han perdido su forma y
sobre todo pongamos poder a todo aquello que ya tiene forma.