"No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca;
Corrige al sabio, y te amará."
Proverbios 9:8
Alguna vez has escuchado las frases:
Voy a darle donde mas le duele!
Pero si no le he hecho nada, ha sido gracioso!
He hecho lo que tenía que hacer, humillarle, se lo merece!
Voy a darle donde mas le duele!
Pero si no le he hecho nada, ha sido gracioso!
He hecho lo que tenía que hacer, humillarle, se lo merece!
Esas frases salen de un corazón escarnecedor, alguien que practica la burla, la venganza, la humillación hacia a otro para hacerle sentir mal con el ánimo de destruirle.
Un corazón escarnecedor no acepta la corrección, todo lo contrario, la rechaza y la guarda en su corazón, para luego hacer algo malo en contra de quién le ha querido corregir.
Totalmente diferente es un corazón sabio, que acepta la corrección y lejos de apartarse se acerca, agradece y ama, porque la sabiduría le lleva a pensar que si le están corrigiendo es porque quieren que sea una mejor persona, que corrija lo que no está bien y porque el amor llega consigo de la mano la corrección.
Tienes un corazón sabio o escarnecedor? Te molesta la disciplina, la corrección, quizás una simple palabra o una sencilla llamada de atención, te transforma el día y la vida???
Seamos sabios, amemos la corrección, será para bendición nuestra, para quien nos corrige sería más sencillo callar, pero corregir es complicado e incomoda, pero es para fruto de bendición.
Aceptemos la correción y seamos sabios, echemos de nosotros un corazón escarnecedor!
