"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús."
Filipenses 4:6-7
Quizás alguna vez has escuchado la frase "Paren el mundo que me quiero bajar" (Quino) Son de esas frases que tal vez las hemos oído muchas veces, pero que encierran un significado y más en la época actual en la que vivimos. Recientemente ha comenzado a funcionar la ya "famosa" Tecnología 5G, refiriéndose a la quinta generación de tecnologías de Red Inalámbrica, que implicará una tecnología 10 veces más veloz a la que en la actualidad tenemos, además de facilitar el uso de vehículos inteligentes, ordenadores y todo tipo de dispositivos enlazados entre sí, redes de comunicación más rápidas y efectivas que acelerarán el curso de las cosas.
En medio de toda está aceleración de vida, debemos estar atentos y ser cuidadosos para no entrar en esa velocidad, que aunque es efectiva, quizás, también va convirtiéndonos en personas menos pacientes, menos tranquilas, más aceleradas y desesperadas, alterando nuestra forma de vida, carácter y forma de ver y hacer las cosas.
En libro de Filipenses habla acerca del afán, el no estar afanados por nada, ni por el pasado, ni por el presente, ni por el porvenir, tampoco debemos estar afanados por la economía, las finanzas, las deudas o la provisión, no podemos estar afanados por tantas cosas que no podemos tener o alcanzar, tantas cosas por las que competimos, luchamos y trabajamos.
Las nuevas tecnologías nos ayudan pero también pueden mover nuestros corazones a afanarnos cuando las cosas no se solucionan con un simple "click" o con pulsar un botón. A veces el mundo va tan rápido que debemos bajarnos, buscar la paz de Dios y no entrar en ese afán de rapidez, aceleración y ansiedad con el que el mundo corre cada día.
Dios no obra a la velocidad que nosotros queremos o esperamos, Dios obra en Su tiempo perfecto, Dios quiere probar en nosotros muchas cosas antes de tener lo que tanto deseamos, EL Señor está interesado en ver cómo es nuestra reacción durante la espera, más que cuando recibimos nuestra petición contestada.
No entremos en el afán, rapidez y aceleración de este mundo, busquemos esa paz de Dios que SOBREPASA TODO ENTENDIMIENTO, todo entendimiento humano, toda tecnología, toda aceleración, todo afán y toda ansiedad, guardando así nuestros corazones y pensamientos en Él.
Camina de la mano del Señor, a su paso, no quieras acelerar el proceso, no corras, ni quieras llegar antes que Él, deja que sucedan las cosas en Su tiempo perfecto y con Su paz, vivirás más que seguro y mejor!
Señor gracias por enseñarnos a parar y no subirnos en el afán y la aceleración que el mundo nos ofrece, que nuestra vida no sea contaminada con tanta rapidez que el mundo ofrece, que seamos sabios, que podamos esperar en ti, en tu paz, en tus promesas y en tu tiempo. Danos tu paz Señor, sobrepasa todo entendimiento y guarda nuestros corazones y pensamientos en ti! Amén!
