"En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir."Hechos 20:35
Dar que recibir, la biblia dice que somos tres veces dichosos cuando damos en vez de recibir, el mundo nos dice que es una dicha recibir y no siempre dar, pero la palabra de Dios dice cosas diferentes: para vivir hay que morir, para ser el mayor hay que hacerse el menor y para crecer debemos menguar. Los ojos de Dios no son los ojos nuestros, según nosotros al dar perdemos, según El Señor al dar ganamos, la matemática de Dios no es la del hombre.
Este verso se utiliza frecuentemente para hablar de las ofrendas y diezmos que debemos de dar en la iglesia y es sabido por todos que el diezmar y dar ofrendas es una bendición muy grande para el que lo da, sabiendo que obedecemos al Señor y cumplimos lo que dice Su palabra.
Cuando damos somos tres veces dichosos y no solamente dar económicamente es ser bienaventurado, también podemos dar de nosotros mismos sin esperar nada a cambio, podemos dar nuestro tiempo, dar nuestro consejo, dar nuestra amistad, nuestro consuelo, podemos dar una palabra de aliento, podemos dar nuestro cariño, compañía, respeto, amabilidad, podemos dar tantas cosas de nuestro corazón para bendecir la vida de otros, es importante que lo tengamos siempre presente, es más bienaventurado el que da que el que recibe.
Cuando damos seguimos el ejemplo de Jesús, el se dio a nosotros por amor, sin condiciones y sin reservas. ¿Cómo es tu vida? Das a los demás lo mejor que tienes? Das tu tiempo y esfuerzo en tu trabajo y en todo lo que haces? Das alegría a tu familia, les sirves con amor y esmero, les das lo mejor de ti? No se necesitan grandes cantidades para poder dar, porque el que da de corazón lo que tiene, es feliz y se convierte en un instrumento en manos de Dios para bendecir a otros. Así debe ser nuestra vida, una constante entrega en todo lo que hacemos, nunca haciendo las cosas por salir del paso, por compromiso o por obligación, sino con alegría en el corazón.
Que bonito es convivir con una persona que es feliz dando, porque no es egoísta, porque no busca lo suyo, porque siempre tratará de hacer lo mejor; un corazón dispuesto y con entrega siempre tendrá algo para dar, Dios usa a los corazones dispuestos a dar, son corazones que se dejan guiar por EL Señor y por Su Espíritu Santo, son personas que alegran la vida de quienes les rodean, y el que da lo mejor de si mismo, es siempre el más feliz y el más dichoso.
No pierdas hoy el tiempo esperando recibir para ser feliz, comienza a dar de ti y verás el gozo que Dios deposita en los corazones que comparten el mismo sentir con Él, porque es tres veces feliz quien da, se un instrumento en las manos de Dios para bendecir a otros.
Quieres ser feliz y dichoso? Comienza a dar! Y que esta oración tan conocida pueda ser hoy y siempre el sentir de tu corazón!
Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna. (Francisco de Asís)