sábado, 1 de febrero de 2020

LLÉNAME DE TI!


Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. 
Y las llenaron hasta arriba.
Juan 2:7

María la madre de Jesús era una mujer especial y compasiva, estaban en las bodas de Caná y se acerca a Jesús inquieta diciéndole sencillamente no tienen vino. Jesús toma una decisión, pide que traigan las 6 tinajas de piedra para agua que estaban allí listas para ser usadas y El les dice que las llenen de agua hasta arriba, luego les envía con el maestresala, quien era el criado de la casa real, encargado de distribuir y probar la comida y bebida.  En ese momento el criado se da cuenta y nota que el vino que le han llevado es mejor que el primer vino que se sirvió, Jesús había hecho un milagro, había transformado el agua en vino.

Hay ocasiones en la vida en la que nos sentimos inquietos, afanados, ansiosos y ofuscados por la cantidad de cosas que debemos resolver y solucionar y sentimos que las fuerzas que tenemos no son suficientes para poder llevar a cabo cada una de las cosas que vienen a nuestras manos. Son momentos o tiempos en la vida en las que solamente la intervención poderosa de Dios puede transformar el agua de nuestras vasijas en vino nuevo, perfecto, diferente, el mejor.

El agua que llenó esas tinajas en sí no era mala, porque se le daría un uso, pero en esa ocasión no necesitaban agua, necesitaban vino. Somos como esas tinajas de piedra en manos de Dios y necesitamos que el pueda transformar el agua de nuestro diario vivir, con sus afanes y tropiezos, con sus problemas y situaciones críticas, en vino nuevo, de gozo, de nuevas fuerzas, de ánimo, de valentía y de fortaleza.  El vino en la palabra de Dios aparece en muchas ocasiones y en alguna de ellas es para simbolizar alegría y consuelo.

Nuestro Dios es poderoso y maravilloso, el puede resolver y solucionar situaciones complicadas, el puede desenredar tantas ideas que pasan por nuestra mente y darnos abundancia de paz, el puede transformar nuestros afanes y angustias en oportunidades para hacer crecer nuestra fe y fortalecer nuestro corazón, puede transformar nuestra enfermedad en sanidad y nuestro dolor en gozo. El  puede cambiar las muchas aguas de angustia en alegría y consolación.

Necesitas hoy la intervención poderosa del Señor en alguna situación o área de tu vida? No dudes que El puede cambiar todo aquello que te afana, inquieta y preocupa, deja que El Señor tome tu vida en sus manos como esas tinajas llenas de agua hasta arriba y pueda transformar tu dolor en alegría y traer consuelo a tu corazón.

Solo necesitamos ser vasos en sus manos y estar dispuestos a que El con su corazón de amor transforme nuestro interior y saque de todas estás pruebas que estamos viviendo un corazón fortalecido, renovado, lleno de gozo y de consolación para  poder llevarla también a otros.

Señor toma nuestras vidas en tus manos, transforma en nuestros corazones el agua de angustia  en vino de alegría, necesitamos que tu intervención poderosa tome el control de cada situación que hoy te presentamos y hagas cambios sobrenaturales en lo que hoy estamos viviendo, tu eres un Dios sobrenatural que hace cosas sorprendentes y maravillosas, en ti confía nuestro corazón, cambia nuestro lamento en alegría y nuestros afanes y ansiedades en consuelo y bendición, transforma  Señor mi vida y haz los cambios que debas hacer, yo solo quiero ser una vasija en tus manos y ser transformado por ti cada día de mi vida. Amén!